Por José Luis Serpa (*)
Hace mucho tiempo ya que la Contabilidad y las Ciencias Económicas en general dejaron de ser disciplinas dedicadas a introducir números en calculadoras y libros. En los últimos años, las nuevas tecnologías nos permitieron realizar nuestro trabajo más eficientemente, y sobre todo expandir las áreas de conocimiento y actuación profesional. Quizás los dos ejemplos más conocidos de este tipo de tecnologías sean la Inteligencia Artificial y el Blockchain.
La tecnología hoy en día permite que cualquier operación comercial producida en la vida real sea inmediatamente registrada digitalmente, muchas veces sin la necesidad de que ni compradores ni vendedores se sienten ante una computadora a registrarlo. Gracias a la tecnología un fabricante puede, entre otras cosas, saber en tiempo real cuál es su stock, en qué lugar del mundo se encuentra cada unidad de su producto, y la situación de los fondos de su compañía.
Lo más importante para los profesionales en Ciencias Económicas es comprender que nuestro rol tendrá más que ver con el aporte estratégico y la interpretación de la información, que con la mera carga de datos.
En diferentes profesiones es común que se debata sobre la implicancia que ha de tener la innovación tecnológica en su presente y futuro, y hasta qué punto se deben reformular los saberes y habilidades para adaptarse a esas herramientas en permanente estado de evolución. La clave, entonces, no es una cuestión de si adaptarnos o no, sino de cómo hacerlo.
Pero lo más importante para los profesionales en Ciencias Económicas es comprender que nuestro rol tendrá más que ver con el aporte estratégico y la interpretación de la información, que con la mera carga de datos. Y que, así como tiempo atrás era esperable que nuestra principal habilidad fuese realizar bien los cálculos matemáticos y conocer en profundidad las normas contables y legales, las skills más relevantes para nuestro quehacer profesional en la actualidad y en el futuro son el manejo de la tecnología, la capacidad de comunicación, la creatividad y la capacidad de análisis de una gran cantidad de datos, con el foco puesto en la toma de decisiones y, claro está, en el cumplimiento de las normativas vigentes emanadas por la autoridad regulatoria.
Desde hace ya varios años, en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires nos hemos propuesto estar a la altura de este cambio de paradigma y hemos hecho un esfuerzo por modernizar los servicios y las propuestas, diversificando los canales, las temáticas y los contenidos.
Desde hace ya varios años, en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires (CPCECABA) nos hemos propuesto estar a la altura de este cambio de paradigma. Es evidente que los recursos y las herramientas de antes no pueden cumplir hoy los mismos cometidos. Por eso, dentro de la institución se ha hecho un esfuerzo por modernizar los servicios y las propuestas, diversificando los canales, las temáticas y los contenidos que se ofrecen a los más de 70.000 colegas matriculados, no sólo para aproximarnos a sus necesidades profesionales ?capacitaciones, inserción laboral, etcétera? sino también para adaptarnos mejor a sus posibilidades, entre ellas la falta de tiempo.
No en vano se han implementado herramientas tales como la firma digital de balances, la recepción de consultas profesionales por WhatsApp, las actividades de actualización vía streaming, capacitaciones mediante e-learning, un simulador de honorarios mínimos sugeridos para licenciados en Administración, la posibilidad de hacer la presentación inicial para la legalización de los estados contables por web, y que se pueda realizar prácticamente cualquier trámite relacionado con el Consejo por canales virtuales. Para graficar la labor que se ha llevado adelante en el Consejo puede mencionarse que, en los últimos tres años, el servicio de asesoramiento profesional respondió más de 130 mil consultas técnicas, las diferentes actividades académicas y eventos del Consejo subidas al canal de YouTube obtuvieron más de 400.000 visualizaciones, y que se realizaron unos 1.400 cursos que entre todos superaron las 20.000 inscripciones.
El compromiso del equipo multidisciplinario que se está preparando para dar continuidad a la actual gestión, con ánimo y espíritu renovados para la nueva etapa del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA que viene, es ponernos al frente de los desafíos de la profesión, brindando herramientas para la capacitación permanente de los colegas, y asimismo agilizando las gestiones tanto dentro de la institución como ante los distintos organismos gubernamentales. La tecnología nos lo impone y los profesionales en Ciencias Económicas nos lo demandan, con vistas a un futuro que será mucho más exigente para todos.
(*) Secretario de FACPCE y Candidato a Presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad por la Lista Azul
