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"Al nivel actual del dólar no le sobra nada"

Entrevista a Hernán del Villar, director del Estudio Alpha

26 febrero de 2016

(“La tendencia a la suba del dólar está alentando el nivel de atesoramiento en los últimos 60 días”, sostiene Hernán del Villar, titular del Estudio Alpha. Por Facundo Matos Peychaux)

El dólar tocó los 15.65 pesos y el Banco Central salió a intervenir. ¿Qué evaluación hace de esa decisión?

Muy positiva. Pudo haber sido antes. Hay que darle volatilidad a la evolución del tipo de cambio y salvo períodos cortos de tiempo mostrar que el tipo de cambio no le puede ganar a las tasas de interés en pesos. El BCRA deberá mostrar que está en control de la situación cambiaria.

No vemos al BCRA actual buscando resguardar las reservas ni alentar el crecimiento. Su prioridad está en bajar la tasa de inflación, y por ahora usando como instrumento principal la disminución del crecimiento de los agregados monetarios. La actitud de los últimos días parecería mostrar que alguna relevancia le dan al impacto de la suba del tipo de cambio sobre el aumento de los precios.

Mientras tanto, la inflación crece. ¿Cómo impacta sobre el tipo de cambio real y cuál es el tipo de cambio de equilibrio hoy?

Al nivel actual del dólar, como muestra Tipo de Cambio real Multilateral, no le sobra nada. No está caro. Está en los agentes económicos el diagnóstico de que el actual tipo de cambio real no es alto y eso los incentiva a comprar. Está siendo elevado en los últimos 60 días el nivel de atesoramiento en parte alentado por la tendencia a la suba que tuvo hasta aquí el tipo de cambio. Además muestra que se mejoró mucho su nivel en el tipo de cambio bilateral con el dólar y que está relativamente bajo en el área con Brasil.

Es decir que la tendencia del dólar es alcista. ¿A cuánto podría llegar a fin de año?

El tipo de cambio comenzó, con el nuevo gobierno, por debajo de su equilibrio por razones muy transitorias (stock elevado de importaciones, mayor oferta comprometida de exportadores) y empezó a subir cuando estacionalmente baja la oferta y en un contexto de niveles elevados de atesoramiento. La nueva actitud del BCRA algo más proclive a la intervención aunque esporádica más la estacionalidad de la oferta de divisas en el segundo trimestre debería hacer que el dólar frene su crecimiento, y que debería evolucionar claramente por debajo de las tasas de interés en pesos desde aquí hasta fines del segundo trimestre. Es difícil de determinar en el marco de la actual política cambiaría de flotación y mayor volatilidad. De todos modos, con un primer trimestre con más demanda privada de divisas que oferta, un período abril/julio con una estacional mayor oferta de dólares privada y una tercera parte del año más equilibrada, el dólar a fin de año podría estar en el rango de $ 16,50.

¿Qué perspectivas ve para las tasas en el futuro?

Las tasas de interés pueden subir algo en el corto plazo. No deberían haber bajado tanto luego del aumento inicial. La tendencia estructural en el segundo semestre será a la baja siguiendo la evolución de la inflación. En el corto plazo tenemos que prácticamente desaparecieron los excedentes de liquidez que había a principios de año y que el Estado a través del Tesoro y el propio BCRA serán activos tomadores de fondos en el mercado doméstico. Veremos cómo evoluciona el proceso de desplazamiento del crédito privado por parte del sector público (crowding out).

En las últimas semanas, los activos del BCRA cayeron en línea con esa mayor demanda. ¿Puede ser un riesgo a futuro?

Las reservas serán descendentes en el muy corto plazo y luego vendrá un período entre abril y julio donde hay un sobrante estacional en el mercado cambiario, en parte por el ingreso de dólares de la liquidación agropecuaria. Y en el segundo semestre el aumento del endeudamiento público y privado en dólares permitiría una tendencia positiva en el nivel de reservas.

Hay en el seno del oficialismo dos visiones respecto a cómo enfrentar la herencia fiscal, si más gradualmente (aún dentro del esquema gradualista elegido) o más ajustada a los valores que señaló el ministro Alfonso Prat-Gay en su plan fiscal. ¿Qué escenario proyecta en torno a esta cuestión?

El presidente Mauricio Macri decidió encarar una política de gradualismo en lo fiscal, de shock en lo cambiario, agresiva en términos de acceso a financiamiento y podríamos decir contractiva en lo monetario y en la política de ingresos en los meses iniciales que debería ir transformándose en neutral a medida que avance el año. Hoy el gobierno está detrás de esta política más allá de los debates internos y será así por lo menos hasta finales de año. El escenario más probable, en nuestra opinión, es que esa política debería ir logrando buenos resultados aunque no se alcancen las metas cuantitativas explicitadas por el gobierno. La inflación debería estar rondando el 30% y no el 20/25% en 2016.

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