Emisión e inflación. La entrevista que la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, le concedió a Página/12 y fue publicada el pasado domingo 25 generó mucha polémica en la blogósfera. El germen de la polémica fue la frase: “Es totalmente falso que la emisión genera inflación. Solamente en la Argentina se mantiene esa idea de que la expansión de la cantidad de dinero genera inflación”. En el blog Foro Económico, Andrés Neumeyer escribe: “La idea que la emisión de dinero genera inflación no es una idea que se mantiene sólo en la Argentina. Esta idea tiene un nombre internacional: la teoría cuantitativa del dinero. La teoría cuantitativa data al menos de los ensayos sobre dinero e interés de David Hume (1752). Hay pocas proposiciones en economía sobre las que haya tanto acuerdo entre economistas y evidencia tan contundente como la que hay sobre la validez de la teoría cuantitativa en el largo plazo. En el blog Economía Posible, Martín González Eiras comparte la visión de Neumeyer, pero pone un reparo: “Es posible que en el corto plazo uno vea episodios de emisión sin inflación”.
Capitales golondrina. El licenciado Baleno, responsable del blog El Magma, recoge una respuesta de una entrevista realizada a Antonio Aracre, presidente de Syngenta, en La Nación recientemente. Cuando se le pregunta a Aracre por qué los capitales que van a Brasil fluidamente no vienen a la Argentina, el empresario responde: “Muchos de ellos, preferiría que no vinieran. Porque ya conocemos el alivio que generan los capitales golondrinas al llegar, y la situación crítica y de desolación que dejan cuando se van. No son productivos, hacen bajar el tipo de cambio y la tasa de interés, sin producir buen efecto a largo plazo”. La interpretación del bloguero es que “cuando hablan de atraer inversiones, los nostálgicos del neoconservadurismo se refieren precisamente a esos negocios de corto vuelo y nula ganancia para el país”, y los acusa de ser “destructores de mercados disfrazados de promercado”. Refiriéndose a las palabras de Aracre, dice: “Al menos esta vez lo dice alguien al que no creo que puedan identificar con el dirigismo populista. Es economía sin verso. Nada más”.
El modelo. El economista Lucas Llach bautizó con las siglas MAMDIS al “Modelo de Acumulación con Matriz Diversificada e Inclusión Social” que dice llevar adelante el Gobierno. Sin embargo, dice que “estamos llegando a la etapa de Ni Acumulación, Ni Matrtiz Diversificada, Ni Inclusión Social”. “El cierre de la economía le pega especialmente a la Acumulación”, dice el economista, en referencia a los obstáculos para importar, los aranceles para importar y el diferencial cambiario. “La Matriz Diversificada también está complicada”, puesto que “el efecto neto del castigo al agro, a las industrias de exportación, a las sustitutivas intensivas en insumos importados y el aliento a las industrias que se dirigen al mercado interno usando poco insumo de afuera no me parece que sea diversificador”. Por último, “en este contexto de desaceleración (la producción industrial está en el nivel de principios del año pasado, por ejemplo) es obvio que mucho no puede hacerse por la inclusión social”, aunque reconoce que “el encarecimiento continuado en términos de dólares signifique un salario más alto, al menos expresado contra los bienes cuyo precio depende del dólar oficial”. Concluye Llach: “Es una agonía fea, la del MAMDIS. Y cuanto más agónica y más larga, más complicado salir de ella hacia, bueno, un modelo de acumulación de matriz diversificada con inclusión social”.