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Por qué el 2º semestre será mejor

Políticas anticíclicas y Brasil.

30 julio de 2012

(Columna de opinión de Agustín D'Attellis, economista de La graN maKro y docente de la UBA)

Es importante no pasar por alto cuando se analiza la desaceleración de la economía argentina, el contexto internacional en el cual ocurre la misma. El mundo desarrollado se encuentra en recesión, las economías en desarrollo atravesando un fuerte proceso de desaceleración y los niveles de incertidumbre alcanzan niveles inéditos. La eurozona presentó una caída de 0,1% en su PIB en el primer trimestre del año, con situaciones muy comprometidas en el caso de algunos países en particular, que quedan diluidas al considerar el dato agregado para la región. Por considerar algunos casos, para el mismo período Grecia cayó 7%, Portugal 2,2%, Italia 1,4%, y España 0,4%.

La economía de los Estados Unidos presentó un crecimiento de apenas 2% en el primer trimestre del año, con una tasa de desempleo de 8,2%, y sin lograr revertir esta situación con creación de empleo.

Por el lado de las economías en desarrollo se observa una importante desaceleración: China pasó de crecer 9,7% en el primer trimestre de 2011, a 8,1% en el mismo período de este año, Chile pasó de 9,9% a 5,6%, y Brasil de 4,2% a 0,8%, considerando los mismos períodos. Estas tres economías no son consideradas al azar, sino que representan los principales destinos de las exportaciones argentinas.

Asimismo, la fuerte incertidumbre que domina hoy el mundo dispara el proceso de fuga de capitales de todos aquellos activos que impliquen riesgo elevado hacia activos de menor riesgo, como por ejemplo los bonos del Tesoro de los Estados Unidos.

Cuando se analiza la desaceleración en la actividad industrial argentina se observa que el sector que explica la caída es el automotriz. El último dato del Estimador Mensual Industrial (EMI) registra una caída de 4,7% para junio en comparación con igual período del año anterior. Sin embargo, cuando se quita la contribución del sector automotriz a la variación total, se encuentra que la misma sería de +1,6%. Es decir, sin considerar un solo sector, el automotriz, el último dato de actividad industrial indica un crecimiento.

Analizando la caída de este sector surge que la causa se encuentra en la fuerte contracción de las exportaciones a Brasil. Las importaciones brasileñas de autos provenientes de la Argentina vienen cayendo a un ritmo cercano al 15% anual. La fuerte desaceleración ya comentada de la economía brasileña es el factor principal del impacto por estos días sobre nuestro sector industrial.

Es de esperar que la dinámica descendente de la economía de Brasil se revierta durante el segundo semestre del año como consecuencia de la adopción de medidas de política económica que apuntan en ese sentido, implementadas por las autoridades económicas del vecino país. La puesta en marcha de paquetes de estímulo desde el frente fiscal ?como el recientemente anunciado Brasil Maior II, que involucra unos 35.000 millones de dólares?, el recorte de la tasa SELIC ?a un mínimo histórico de 8%?, y el proceso de depreciación del real, son algunos de los factores económicos que explican la reversión en el ciclo económico esperada para el segundo semestre.

Por su parte, la economía argentina se encuentra llevando adelante medidas de política económica contracíclicas con el objetivo de evitar el impacto de la crisis internacional sobre la actividad económica, sostener la demanda, preservar el empleo y lograr recuperar los niveles de inversión. En este sentido en el último tiempo pueden enumerarse: la administración del comercio exterior, políticas industriales, políticas de empleo (Programa Repro y PPC), la reforma de la Carta Orgánica del BCRA ?que permitió adoptar la medida de direccionamiento del crédito del sector bancario al sector productivo, y a pymes en particular?, las regulaciones al mercado cambiario, el control estatal de YPF, los planes Pro.Cre.AR para el sector de la construcción y Argenta, que permite el acceso al crédito a jubilados a tasas convenientes, entre otras.

Todas estas medidas tienen como objetivo sostener la actividad económica y continuar por la senda del crecimiento de cada uno de los diferentes sectores a los que se considera. Esta combinación de factores, expectativa de reversión en la tendencia decreciente de la economía brasileña e implementación de políticas contracíclicas en la economía local, permiten anticipar un cambio de signo en la tendencia de la actividad económica argentina para el segundo semestre del año, que permitiría finalizar el mismo con una tasa de crecimiento por encima de muchas de las economías del mundo en la actualidad.

Se espera que la economía global continúe por un tiempo en esta situación de estancamiento económico. Los anuncios realizados por las principales autoridades económicas del mundo desarrollado continúan avanzando en la lógica de preservación del mercado financiero, con el objetivo de evitar el colapso en el corto plazo, que ocurriría como consecuencia del abandono de la eurozona o la declaración de un default de parte de alguno de los países con mayores complicaciones económicas. Sin embargo, ninguno de estos anuncios, por el momento, apunta a la corrección del problema estructural de fondo que llevó a esta situación, que tiene que ver con la lógica presente en las raíces mismas de la constitución de la unión monetaria. Frente a esta situación, es esperable que el mundo desarrollado se mantenga aletargado frente a los países en desarrollo, que lideraran el proceso de crecimiento mundial, aunque es obvio que a tasas por debajo de las que se venían registrando en estos últimos años.

(De la edición impresa)

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