Los países que tendrán un desempeño económico relativo mejor al resto del mundo en los próximos años y décadas, dice el economista turco Dani Rodrik en un artículo reciente, tendrán tres características distintivas: niveles de endeudamiento público bajos; una mayor dependencia de los mercados internos que de la economía global para traccionar su crecimiento y, por último, democracias robustas.
Tener altos niveles de endeudamiento, como ocurre en prácticamente todo el mundo avanzado, obstaculiza el crecimiento, inmoviliza la política fiscal, genera tensiones políticas en torno a cuestiones impositivas, plantea problemas sobre cómo distribuir esa carga y desplaza a los temas de largo plazo de la agenda.
En segundo lugar, los países que son acreedores netos del mundo (como China, que tiene un enorme superávit comercial y de cuenta corriente) enfrentarán la presión internacional de abandonar sus políticas “mercantilistas” y enfrentarán el riesgo de retaliación de sus socios comerciales y de otros países.
Por otro lado, la economía global no será benévola con los deudores netos (Rodrik menciona a Turquía, que tiene un gran déficit de cuenta corriente), “que serán rehenes de los sentimientos asustadizos y caprichosos de los mercados”. Lo mismo vale para la deuda del sector privado. Aquellos países con cuentas externas equilibradas, que dependen más de sus mercados internos y tienen amplias clases medias serán más favorecidos. “En los próximos años, el mundo enfrentará el período menos amigable para el crecimiento económico desde la Segunda Guerra Mundial”, explica Rodrik.
Por último, la cuestión de las democracias. Un sistema democrático permite, principalmente, resolver los conflictos distributivos, sociales y/o económicos de manera pacífica. Si bien los procesos de toma de decisiones pueden ser más lentos que en países no democráticos, tienen menos chances de sufrir conflictos sociales más serios y caóticos. Con estas consideraciones, Rodrik cree que Brasil, la India y Corea del Sur estarán, junto a otros, en el grupo de los países ganadores de la nueva economía global.
(De la edición impresa)