El Economista - 70 años
Versión digital

vie 29 Mar

BUE 21°C

“Cayeron las probabilidades de un cambio en 2016”

Entrevista a Luis Secco

14 agosto de 2015

En diálogo con El Economista, el consultor Luis Secco plantea los escenarios económicos que se abrieron tras las PASO.

¿Qué análisis hace de los resultados de las elecciones?

La primera lectura es que se desdibuja el escenario de cambio en 2016. Ahora es más probable que gane Daniel Scioli y, más allá de las variantes e ingenierías electorales que hay para evitar una segunda vuelta, en la que se equipararían las posibilidades de Scioli y Mauricio Macri, queda claro que tener un cambio de régimen económico en 2016 se ha vuelto menos probable. Eso genera incomodidad en los empresarios que habían tomado decisiones en base a la creencia de que habría un cambio en 2016. Ese cambio de régimen que muchos esperaban servía de ancla de muchas expectativas. Se postergaron muchas decisiones de inversión y recapitalización para el caso en que haya un cambio y se postergaron muchas decisiones de desinversión previendo que ese cambio no ocurriera, la rentabilidad siguiera afectada y las políticas fueran las mismas.

¿Y cómo afectará a la economía?

Habrá más incertidumbre, sobre todo en el mercado cambiario y en los precios. La dolarización que siempre tenemos previo a las PASO ahora también la tendremos antes de octubre. La situación global también conspira. El ajuste cambiario hoy es más necesario que antes. Si hay muchos argentinos que creen que ese ajuste es inexorable, van a pasar muchas de sus tenencias de pesos a dólares.

Si bien sostiene que cayeron las probabilidades de un cambio en 2016, el margen para evitarlo es cada vez menor. ¿No habrá, inevitablemente, un cambio en la política económica?

Cuando me refiero a cambio hablo de un cambio deseado y proactivo. Si hay un cambio reactivo y motivado más por la necesidad que por la virtud es otra cosa. La macroeconomía y la situación global hacen que ese cambio sea cada vez más inexorable. Lo que estamos discutiendo son las circunstancias, el quién y el cómo lo va a hacer. El sinceramiento cambiario y de los precios relativos, así como una corrección fiscal, van a suceder. El tema es con quién, cómo y cuándo. El cambio voluntario y deseado es previo al cambio reactivo, que recién vendría cuando las circunstancias lo indiquen.

No tenemos mucha información sobre qué va a hacer Scioli y, eso, de alguna manera, cobija cierta esperanza de que haya un cambio en la política económica a partir del 10-D. ¿Usted lo ve así también?

Sí, hay gente que todavía mantiene esa expectativa. Pero tiendo a pensar, en base a las experiencias históricas, que cuando un Presidente gana con un mandato de continuidad, como es el que recibiría Scioli, ese mandato se trata de honrar. Al menos por un tiempo. En 1989, el cambio era Eduardo Angeloz, que prometía venir con el lápiz rojo. Carlos Menem no era el cambio, pero se dio cuenta de que ese era el camino recién un año y medio después cuando lo llama a Domingo Cavallo como ministro. Algo similar ocurrió con el mandato de continuidad de Fernando De la Rúa. Tan de continuidad era su mandato que él mismo decía que su Gobierno iba a ser aburrido.

Le cito una experiencia reciente de un cambio abrupto en la política económica hecha por alguien que ganó con un mandato de continuidad: Dilma Rousseff en Brasil. Muy bien no le está yendo.

A alguien que prometía continuidad no le quedó otra que ir por el cambio, y muy rápido. Las dificultades que tiene Brasil son muy grandes y una parte importante de su base electoral no la está acompañando porque no está haciendo lo que dijo que iba a hacer. Sin embargo, creo que hay límites para violar el mandato y Scioli puede hacerlo. Pero le va a ser mucho más dificultoso. Tiene que lograr que el cambio luzca como la única alternativa y no creo que esa sea su estrategia de arranque. Esa es la duda de los principales agentes económicos.

¿Sin cambios en el régimen económico en el corto plazo y con un mundo que ayuda cada vez menos, la estanflación seguirá en 2016? 

Eso es lo más importante. La posibilidad de que la economía vuelva a crecer con esta estructura de precios relativos es muy limitada. Lo único que está moviendo hoy un poco a la economía es el consumo y cuando uno mira que es lo que lo mueve, es básicamente el consumo con tarjeta. El crédito al consumo es el único que está aumentando sensiblemente en Argentina. Lo ves en la compra con cuotas de todo tipo de bienes porque, además, el Ahora 12 está extendido a esos bienes y el financiamiento con tarjeta de crédito por fuera del Ahora 12 lo podés hacer con la compra con cualquier tipo de bienes. Cuando la gente me pregunta qué va a pasar yo les respondo que se fijen en lo que están haciendo. ¿Por qué la gente se está endeudando hasta el límite con su tarjeta de crédito, financia viajes al exterior en 18 cuotas o más o compra todo lo que puede? Lo hacen porque creen que va a haber una licuación. Porque creen que hoy está más barato que mañana. Nadie te responde que consume porque cree que el año que viene va a estar mejor. Hay un miniboom de consumo por las malas razones.

Están aprovechando el final de la fiesta.

Es como cuando queda poca cerveza y vino en la fiesta y uno trata de llevarse 2 o 3 botellas a su mesa. Los límites para seguir financiando eso son limitados y creo que la inflación, y eventualmente la devaluación, finalmente va a venir a licuarlo. Creo que desde el sciolismo habrá, sin embargo, una reticencia inicial a hacerlo.

Los agregados monetarios se han acelerado nuevamente. ¿Puede haber un rebrote inflacionario en los próximos meses?

Sí, creo que lo va a haber. En parte por el corrimiento al alza del blue que impactará en la formación de algunos precios. Además, el crecimiento del gasto está en 40%; la expansión de moneda, en 30 y pico y yendo a 40%; salarios e inflación, al 28%; tipo de cambio, al 12% y tarifas, al 0%. Tenes una dispersión nominal insostenible en el tiempo y, además, sabemos que las variables usualmente convergen para arriba y no para abajo. La inflación va a ir en aumento y es probable que la emisión monetaria, hacia fin de año, sea más alta de lo que es ahora, sobre todo a partir de octubre y justo en un contexto de elevada incertidumbre. Si el Gobierno no modera esa expansión, va a ser un problema para el próximo Gobierno que podría tener que salir a financiar el cierre del año fiscal 2016 con un aumento de la emisión muy fuerte. Necesariamente la creciente emisión monetaria va a convalidar tasas de inflación más altas.

¿Hay chances de una “estabilización expansiva” en 2016?

Ojalá que puedan estabilizar la economía, pero la estabilización nominal no viene sola. Podes reducir la nominalidad dispersa de la que hablábamos antes, pero necesitas frenar la inercia fiscal y monetaria y eso no viene solo. Necesitás una política. Después de esa actitud proactiva que busca la estabilidad podrás tener cierta expansión, pero a posteriori. Si no hacés nada, esa expansión no va a llegar.

últimas noticias

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés