Ordenan que el ex CEO de Nissan-Renault devuelva un yate de 121 metros
"Watch Fugitive" o "Fugitivo" puede verse en Netflix y es el documental que cuenta "el curioso caso de Carlos Ghosn", el ejecutivo brasileño que llegó a ser uno de los más poderosos de la industria automotriz mundial pero acabó preso en Japón, para luego escapar al Líbano, donde no hay extradición.
Habiendo sido hecho con su aval, todo se cuenta casi como una hazaña y él se posiciona en lugar de víctima, mientras que la Justicia parece ir en un sentido completamente opuesto, aún seis años después de aquella detención, cuando era CEO de la Alianza Nissan - Renault.
Un tribunal de Islas Vírgenes Británicas sentenció esta semana que Ghosn y su esposa Carole "desviaron ilícitamente millones de dólares del fabricante de automóviles (Nissan) para comprar una lujosa embarcación", por lo que dictaminó que debe ceder el yate como así también pagar US$32 millones a la automotriz en concepto de "daños y perjuicios".
Claro que no se trata de un barco cualquiera sino de un Navetta 37, un crucero de 37 pies (121 metros) de eslora fabricado por el astillero italiano Ferretti, que entre sus comodidades tiene cinco camarotes, cuatro camarotes para la tripulación y siete baños.
Para graficar los aires de grandeza del empresario alcanza con mencionar el nombre del lujoso yate: "Shachou", que en japonés significa "El jefe".
¿Por qué la Justicia avanza contra el barco? El "Shachou" se convirtió en un símbolo de los supuestos excesos y hechos de malversación de Ghosn, quien fue arrestado en 2018 en Tokio, en un operativo encubierto que acaparó los titulares de los principales medios internacionales por no haber precedentes.
Desde el primer momento, el brasileño negó las acusaciones en su contra y argumentó que los cargos de "mala conducta financiera" fueron inventados para bloquear la integración más completa de Nissan con su antiguo socio francés Renault, un plan en el que estaba trabajando en ese momento.
El barco apareció en la última de las cuatro acusaciones penales presentadas contra Ghosn por los fiscales japoneses, pero aún no pudo ser juzgado en Japón por los cargos penales.
Tras 140 días de encierro en dos períodos separados en una cárcel de Tokio, pagó la fianza y huyó escondido dentro del estuche de un instrumento musical con destino final el Líbano, donde reside bajo una notificación roja de Interpol.
La controversia ante el tribunal de Islas Vírgenes Británicas abordó un supuesto flujo de US$32 millones desde el Fondo de Reserva del entonces CEO de Nissan a través de una compleja cadena de intermediarios, incluida una filial regional, Nissan Middle East, hacia varias entidades controladas por Ghosn o miembros de su familia.
Parte del dinero fue rastreado hasta Shogun Investments, una empresa con sede en California, EEUU que es propiedad de Ghosn y su hijo, y hasta Beauty Yachts Pty Ltd., la empresa constituida en las Islas Vírgenes Británicas para comprar el barco, y que luego fue propiedad de la esposa de Ghosn, Carole.
"De la respetuosa sentencia del Tribunal se desprende claramente que las sumas pagadas por Nissan/NME [Nissan Oriente Medio] se destinaron a fines distintos de los propios de Nissan o NME; y que los pagos al Sr. Ghosn, Beauty Yachts y Shogun se realizaron para beneficiar al Sr. Ghosn o a sus nominados", escribió el juez.
¿Qué dijo Nissan tras este fallo?
La automotriz celebró la decisión ya que confirma sus afirmaciones de que Ghosn se apropió de fondos de la compañía.
"Esto es parte de los esfuerzos de Nissan para recuperar los daños sufridos debido a la mala conducta de Carlos Ghosn, incluida la apropiación indebida de los activos de Nissan, etc. a través de procedimientos legales que incluyen demandas en Japón y en el extranjero", dijo el fabricante de automóviles japonés en un comunicado. "Nissan continuará con sus esfuerzos para hacer que Carlos Ghosn rinda cuentas por su mala conducta", añadió.
Cabe recordar que Nissan presentó una demanda civil por 15.500 millones de yenes (US$102,5 millones) en un tribunal de Yokohama contra Ghosn, quien a su vez contrademandó al fabricante de autos en un tribunal del Líbano reclamando US$1.000 millones por daños y perjuicios e indemnización por pérdida.
Asimismo, la Justicia de Francia emitió una orden de arresto contra Ghosn, quien en 2022 fue acusado de desviar millones de euros de Renault para su beneficio personal a través de un plan con un distribuidor de automóviles en Omán.
Carlos Ghosn, de 70 años, hoy camina libremente por las calles de Beirut con su pasaporte libanés sin mayores preocupaciones debido a que ese país no extradita a sus ciudadanos.