El Gobierno quiere mejorar su desempeño electoral en noviembre y está anunciando una serie de medidas para lograrlo. Quizás la apuesta no sea a que los sectores que reciban los beneficios mejoren rápidamente su situación, pero sí a que quieran defender su continuidad con su voto.
Los antecedentes no favorecen al oficialismo porque pocas veces se revirtieron los resultados de las PASO. Además, cuando eso ocurrió, no favorecieron por lo general al peronismo, porque dadas las características de su electorado más dispuesto a movilizarse, suele obtener mejores resultados en las primarias que en las generales.
Un dato clave para cualquier análisis electoral es determinar dónde están los potenciales votantes que ambas coaliciones disputarán en la campaña.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, la lista de Juntos por el Cambio le sacó una diferencia de 360.000 a la del Frente de Todos. Ahora el oficialismo mira a tres fuentes para mejorar su desempeño en noviembre:
1) La apuesta más relevante del Gobierno será a que aumente el número de votantes. Teniendo en cuenta la concurrencia a las recientes PASO y los antecedentes de otras elecciones, cabría esperar que en noviembre voten alrededor de 1.600.000 de personas más que en septiembre. Además de por su número, es el sector clave para el oficialismo porque entiende que la mayoría de esos potenciales votantes se encuentra en sectores sociales que le son afines y que no se sintieron motivados a votar en las primarias.
2) En segundo lugar, aparecen los 830.000 votantes que apoyaron a candidatos que no llegaron al 1,5% de los votos y por lo tanto no accedieron al derecho de competir en las generales. En principio, tenderían a favorecer a la oposición de la que de alguna manera forman parte porque no votaron por el oficialismo. Además, la mayor cantidad de esos 830.000 votos fueron para candidatos ubicados a la derecha del espectro ideológico.
3) Una tercera fuente es la del voto estratégico por parte de aquellos que en las primarias se inclinaron por lo candidatos de su preferencia en la PASO, pero que en las generales, cambian por aquellos candidatos con más posibilidades de ganar. En esa categoría sólo quedó Florencio Randazzo, que obtuvo 308.000 votos, por lo que hay poco para rescatar allí. De perder votos, no irían al Frente de Todos porque hizo toda su campaña recordando que le dijo que no a Cristina.
Estos datos para la elección de diputados nacionales también se sentirán aguas abajo e influirán en la composición de la Legislatura provincial y los concejos deliberantes.
Aguas abajo.
