La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) se reunió ayer en Rosario para analizar “los pasos a seguir” tras la decisión del Gobierno de extender las restricciones a las exportaciones de carne vacuna con una cuota del 50%. Se espera que las medidas se den luego de las PASO del domingo.
El encuentro tuvo lugar en la sede central de la Federación Agraria Argentina (FAA) de esa provincia, en el marco de la medida gubernamental de continuar con la intervención en el mercado de ganados y carne y la prórroga del cierre parcial de exportaciones de carne vacuna.
En el encuentro estuvieron presentes el presidente de la FAA, Carlos Achetoni, y sus pares de Confederaciones Rurales (CRA), Jorge Chemes, de la Sociedad Rural (SRA), Nicolás Pino, y de Coninagro, Elbio Laucirica. Las versiones que circulan sobre las posibles medidas a tomar por los dirigentes agropecuarios van desde un cese de comercialización de carne al mercado local hasta un cese de comercialización de granos.
Lo cierto es que hasta ahora esperarán los resultados de las primarias del domingo, para ver cuál es el panorama electoral que maneja el Gobierno de cara a las generales de noviembre. Por otro lado, desde la Mesa de Enlace tampoco quisieran que la oposición se sume a sus protestas y así parezca una postura más partidaria que en defensa genuina de su sector.
Una vez más, las máximas autoridades de las cuatro entidades que nuclean a los productores agropecuarios coincidieron en destacar el “enorme error cometido por las decisiones oficiales que hicieron que perdiéramos todos”. Y señalaron: “Lo dijimos cuando cerraron las exportaciones años atrás. Lo repetimos cuando lo volvieron a hacer este año, luego de haber constatado los pésimos resultados que tuvo la aplicación de estas políticas. Es una gravísima decisión cuyos efectos ya estamos sufriendo y, no dudamos, se profundizarán en el tiempo si no la revierten”.
Luego añadieron: “Estamos definiendo con nuestras bases bajo qué modalidad nos manifestaremos. El objetivo de la CEEA es no sólo solucionar el tema de la carne vacuna, sino también poder atender y dar respuesta a las problemáticas de las distintas producciones de las economías regionales que sufren (al igual que el resto de la sociedad) la inflación y las pésimas políticas macroeconómicas”.
Precios locales
El Gobierno decidió el 31 de agosto extender por 60 días las limitaciones para exportar carne vacuna a un 50% de lo despachado el año pasado, exceptuando cuotas como la Hilton y otras como la que va a EE.UU. o Israel, ante el alza de los precios internos.
El presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta y otros funcionarios destacaron días atrás que, tras implementar por dos meses dicha medida, se lograron detener los incrementos y conseguir dos bajas mensuales consecutivas. Eso enojó aún más al agro, que temen que sea una medida que vaya para largo. Luego, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, generó más enojo, diciendo que no hay cepo sino “administración del comercio”.
De todas formas, si se mira más de cerca, esas bajas no representan un gran cambio en la tendencia de los precios vacunos. Según datos del Instituto Argentino de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva), durante los primeros dos meses de la intervención, en mayo y junio, la carne aumentó 13,8% en promedio.
El mandatario resaltó las bajas de julio y agosto, que acumularon 2,3% tal como consignó el mismo instituto. Aun con esa caída, los precios suben 11,5% desde el cepo y, hasta el octavo mes de 2021, tuvo una variación interanual promedio de 77,7%.
Mayor impacto
Por el lado del impacto de las medidas, un informe difundido por la SRA consignó que el sector perdió US$ 1.084 millones desde que entró en vigencia el Decreto 408, que cuotificó las ventas externas de producto vacuno. En tanto, el reporte afirmó que la cifra representa más de US$ 8 millones de pérdidas por día de intervención.
En un trabajo reciente, la Bolsa de Comercio de Rosario consignó que, a partir del cierre de exportaciones totales de mayo hasta ahora, el número de cabezas de ganado procesadas para el mercado interno en el trimestre mayo-julio fue el más bajo desde 2016.
“Si realizamos el mismo análisis para el consumo y las exportaciones de carne bovina, se obtienen resultados similares. Respecto al 2020, el consumo aparente cayó 6,5% en estos 3 meses, mientras que las exportaciones tuvieron una reducción de casi 21%. En otras palabras, se consumió menos carne internamente y se envió al exterior cerca de una quinta parte menos en tonelaje”, resaltó el estudio.
“Valuando la diferencia entre las toneladas enviadas al exterior entre mayo y julio de 2021 y 2020 a precios promedio de los primeros 6 meses de este año, se obtiene que la caída en los ingresos de divisas por exportaciones rondarían los US$ 150 millones”, resaltó el estudio”, agregaron.
Asimismo, la Bolsa de Comercio destacó dos aspectos “muy importantes”. Por un lado, el consumo per cápita en mayo de 2021 fue el menor registro por habitante desde el inicio de las estadísticas que presenta el Ministerio de Agricultura con 34,39 kilogramos por habitante. A su vez, comparando julio de 2021 con lo sucedido un año atrás, el consumo aparente se encontró en niveles muy similares, ya que en este año se absorbieron internamente 198.770 toneladas mientras que fueron 198.000 toneladas un año atrás.
La idea del Gobierno para resolver la “tensión” entre mercado interno y exportaciones es producir más carne. El actual no parece ser el camino indicado para eso.
