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Mientras los de afuera compran, los de adentro quieren irse

Temerosos, los inversores locales venden mientras los extranjeros ven precios baratos y apuestan algunas fichas.

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Luis Varela 08 septiembre de 2021

Por Luis Varela

En un día a puro vértigo, con altas pulsaciones, muchos operadores terminaron con tortícolis, y con alguno pidiéndole a un compañero "tenés algún lotrial por ahí" (por la pastillita mágica para bajar la presión arterial), el mercado argentino se pareció ayer a una de esas carreras de turismo carretera que se corrían en una ruta angosta, doble mano, en la que los inversores viajaban a alta velocidad, unos en una dirección y otros en sentido contrario.

El ritmo vertiginoso de los negocios ocurrió porque hay datos alarmantes que llegan de todos lados. Se conoció por ejemplo que el Banco Central de China perdió una importante cantidad de reservas en agosto. Se sabe que entre hoy y el viernes hay reuniones en cinco bancos centrales de Europa que definirán ampliar los estímulos a sus economías, ya que los niveles de actividad económica vienen muy apagados. Tuvo gran influencia también la decisión de El Salvador de convertirse ayer en el primer país del mundo en aceptar el Bitcoin como moneda de curso legal. Y sigue generando estruendo la advertencia del jefe de la Fed, quien advirtió que el tapering (recorte de estímulos) puede demorarse más que lo esperado.

Alejándose del riesgo

Todo ese combo, generó un marco internacional en el que el ejército de inversores conservadores siguió ganando adeptos, con muchos tenedores de activos de alto riesgo que decidieron ayer bajarse del potro, por lo que empezaron a apretar en sus teléfonos la tecla de vender, sin encontrar compradores del otro lado, tanto que por ejemplo en el panel del las criptomonedas se provocó un desplome generalizado, con caídas del 10 al 20% en diferentes valores, que terminaron dejándole la boca seca a más de uno.

Esa tendencia de búsqueda de seguridad acrecentó la demanda de dólares, por lo que en el exterior ayer el billete verde subió contra casi todas las monedas del mundo: avanzó 1% en Chile, 0,4% contra el yen, 0,3% contra el euro y la libra, 0,1% en México y no cambió en Brasil, un país en el que además se está viviendo una gran tensión política con el presidente Jair Bolsonaro presionando a jueces e incluso a la Corte Suprema, en un conflicto con derivaciones absolutamente desconocidas.

Con todo ese mar de fondo, los inversores globales siguieron ejecutando, ahora con mayor intensidad, una gran rotación de valores, en la que abandonan todo lo que subió en el último año y compran lo que se hizo añicos, y en las cosas más baratas, regaladas, del mundo están justamente los activos argentinos.

Frente a ese escenario, en la angosta ruta de inversores, con unos acelerando en un sentido y los otros yendo en dirección contraria, lo que primó en el mercado local fue otra rueda con los precios de todos los dólares libres con subas firmes, sin estallar, pero con un BCRA que fue obligado a realizar la venta de reservas más importante de los últimos meses, al tiempo que se anotó una suba importante en el valor de los bonos argentinos y, directamente, un salto en el precio de las acciones argentinas, tanto en Buenos Aires como en Nueva York, con el volumen de negocios más alto de los últimos trece meses.

El rumbo del dólar

Mientras el dólar global se mostraba en alza, el Gobierno siguió anclando los dólares oficiales, pero los dólares libres subieron más, y no saltaron hasta valores aún más elevados porque el BCRA vendió US$ 90 millones, por lo que desde que recibió los DEG del FMI Reconquista 266 perdió nada menos que US$ 488 millones, colocando otra montaña de Leliq, y con el equipo económico en pleno trinando contra la gente de Miguel Angel Pesce porque no presiona más a los bancos para que amplíen los cupos de las tarjetas, para que la gente no pueda consumir más y reactivar la economía antes de la elección de noviembre, por los porotos.

Con toda esa presión, el dólar turista bajó 5 centavos hasta $170,64, el oficial bajó 3 centavos hasta $103,42 y el blue saltó $1,50 hasta $183,50: su mayor precio en seis semanas. El dólar mayorista subió 4 centavos hasta $97,99, con el BCRA vendiendo dólares. El Senebi subió 48 centavos hasta $176,06, mientras que el dólar MEP subió 38 centavos hasta $171,20 pesos y el contado con liquidación subió 39 centavos hasta $171,34. Y la brecha entre el oficial y el blue fue del 77,4% y la del CCL y el mayorista fue del 74,9%. Al tiempo que, medidos en pesos, el real bajó un centavo hasta $18,93, el euro bajó 35 centavos hasta $115,93 y la libra cayó 57 centavos hasta $134,95.

Estos febriles movimientos en el mercado cambiario vinieron acompañados por alertas importantes en el mercado de pesos. El Banco Central colocó ayer $275.689 millones en Leliq al 38% anual y la tasa de los plazos fijos sigue clavada en 37%. Y debe destacarse además que los inversores empiezan a inquietarse, salen de plazos fijos atados a la inflación (que tienen un plazo mínimo de 90 días y vencen después del 14 de noviembre), van a plazos fijos a 30 días y los más avispados directamente pidieron hacer cauciones bursátiles, que son una especie de plazos fijos a siete días, para poder tomar una decisión inmediata la semana que viene, una vez que se conozca el resultado de las PASO.

Unos salen, otros entran

Del otro lado, mientras los inversores locales están de salida, apostadores internacionales estaban entrando: logrando un alto volumen operado en bonos, con subas en los títulos públicos de hasta el 2,5%, hasta el mayor nivel de los últimos ocho meses, por lo que el riesgo país cedió otras 8 unidades hasta 1.479 puntos básicos. Y al recibir las órdenes los operadores preguntaban: ¿en qué basas tu pedido? Y la respuesta contundente, casi sin ningún tipo de duda, era la misma "el Gobierno va a recibir una paliza electoral el domingo y eso va a generar un alza sustancial en los valores, que permitirá entrar, y salir antes de que llegue octubre, cuando se tenga que convalidar la elección verdadera".

Y la mayor apuesta a este movimiento fue con las acciones. Mientras la Bolsa de Nueva York mostró otro día lleno de dudas, con el Nasdaq resistiendo apenas pero con el Dow 0,8% abajo, se vio una baja también en la Bolsa de México del 0,6%, y un insólito repunte del 0,8% en la de San Pablo que, con Bolsonaro generando estruendo, sigue siendo el recinto bursátil con peor rendimiento en lo que va de este año.

Ahora bien, como si se tratara de zombies, muertos vivos, los precios de los activos privados argentinos siguieron levantándose. Hubo una suba en bloque del 2% al 13% en los ADR argentinos en Nueva York, con Central Puerto, IRSA P, Supervielle, Galicia, YPF, Pampa E, Francés, Macro y Cresud entre las más beneficiadas y con una sola castigada, Bioceres que bajó algo más del 2%. Y ese baile de sonrisas también se vio en la Bolsa porteña, con gran volumen operado, $2.475 millones en acciones y $3.058 millones en Cedears (el mayor desde agosto del año pasado), por lo que la Bolsa de Buenos Aires saltó casi 4%, aunque en la última hora había ya algunas tomas de ganancias ya que el índice Merval cerró con un valor récord histórico en pesos, pero tocó los 79.280 puntos a media rueda y terminó a 79.004.

Esta ebullición con acciones y bonos argentinos confrontó con commodities que siguen bailando al compás de covid y del cambio climático. Ayer llovió bien en EE.UU. y en Argentina y con eso los precios de los granos apuntaron muy hacia abajo. Por el virus, el petróleo bajó otro 0,8%. Por la búsqueda de seguridad, los inversores compran bonos de EE.UU. que rinden entre 0,8% y 2% anual, por lo que los metales preciosos tuvieron ayer una caída promedio del 1,4%. Los metales básicos también estuvieron débiles. Los granos se achicaron en Chicago pero sobre todo bajaron en Rosario, hasta 3,5%, ya que la lluvia puede cambiar todo. Y lo más sorprendente del día fue el auge y caída de las criptomonedas: hace pocas horas el Bitcoin parecía llegar a los US$ 52.000 dólares, pero ayer terminó con una caída de más de 10%, tratando de hacer piso en US$ 46.500, y con el Stellar o el Litecoin directamente desbarrancados 20% abajo.

Vienen horas de alta tensión. Hay reunión en el Banco Central Europeo y en el Banco Central de Rusia, donde definirán el tamaño de sus estímulos. Mañana Guzmán enfrentará otro duro test: saldrá a pedirle al mercado nada menos que $ 247.000 millones, por lo que ofrecerá cinco papeles, tres letras en pesos para los denominados creadores de mercado y dos bonos dolar linked a inversores en general.

Para Creadores de Mercado se ofrece una letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de enero de 2022 (s31e2 - reapertura), una letra del Tesoro nacional en pesos ajustadas por cer a descuento con vencimiento 18 de abril de 2022 (x18a2 - reapertura) y una letra del Tesoro nacional en pesos ajustadas por Cer a descuento con vencimiento 29 de julio de 2022 (x29l2 - reapertura). En tanto que para los más renuentes inversores en general se ofrece un bono del tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense 0,20% vencimiento 30 de noviembre de 2022 (t2v2d - reapertura) y un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense 0,30% vencimiento 28 de abril de 2023 (nuevo).

Si esta licitación vuelve a fallar y si el domingo la elección entrega un resultado sorpresivo, los cambios por venir en las cotizaciones pueden seguir entregando un vértigo, con más pastillas contra la presión arterial para los operadores.

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