En los últimos días, los principales medios de EE.UU. anunciaron que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de ese país presentarán esta semana un informe en el que recomendarán una tercera dosis (llamada “booster”) ocho meses después de haber recibido una segunda.
En julio, la OMS había pedido que esta estrategia se retrasara, como mínimo, hasta fines de septiembre. Sin embargo, la misma se aplicará en EE.UU. a mediados del próximo mes, cuando la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) apruebe formalmente la recomendación.
El pasado lunes, Pfizer y BioNTech informaron que entregaron formalmente los resultados preliminares de sus ensayos clínicos a las autoridades norteamericanas, los cuales respaldarían su hipótesis de que una dosis de refuerzo es necesaria para todos los mayores de 16 años. Hasta ahora, la FDA autorizó una tercera dosis de Pfizer o Moderna para las personas con un sistema inmune debilitado, lo que supone el 3% de la población del país.
Una vez que la medida sea aprobada para la población en general, los primeros en recibir otra dosis serán los trabajadores de la salud, los residentes de hogares de ancianos y otros estadounidenses mayores.
En julio, cuando la OMS exigió una moratoria para la aplicación de una tercera dosis, el organismo internacional fundamentó su pedido en que esto posibilitaría redistribuir las unidades en los países más pobres y así alcanzar el 10% de inmunidad en cada territorio.
La acción de Moderna (MRNA) escaló ayer más de 7%. Los analistas señalan que, además del “booster”, tuvo que ver el hecho de que Reino Unido las aprobó para los jóvenes de 12 a 17 años. El papel de Pfizer, la otra inmunización que se aplica en EE.UU., avanzó más de 3% mientras que la de su socio BioNTech (BNTX) escaló 6%.
Otros analistas creen que la tercera dosis, por ahora, no generará un gran rally. Por un lado, porque el universo que recibirá el “booster” aún es pequeño. Por otro lado, como señala Keith Speights, Estados Unidos tiene acuerdos de suministro con Pfizer y Moderna por 500 millones con cada laboratorio.
“Eso es un total de 1.000 millones de dosis para vacunar a un país con aproximadamente 333 millones de personas. Todos los americanos podrían recibir las dos dosis estándar de las vacunas y recibir una tercera inyección de refuerzo”, dijo Speights.
Nada muy grave para los inversores. La acción de Moderna sube más de 280% en 2021. Si bien la de Pfizer avanza algo más de 35%, la de su socia BioNTech escala 347%.
