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Riesgo país casi récord pese a un gran superávit comercial

Este miércoles, el riesgo país tuvo un salto donde superó los 1.600 puntos, muy cerca del riesgo récord que tiene el país desde que Guzmán realizó el canje de la deuda hace un año.

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Luis Varela 20 agosto de 2021

Por Luis Varela

Mientras en Argentina el Gobierno sigue haciendo movidas de cortísimo plazo puramente electorales para hacer el mejor papel posible dentro de 550 horas en las PASO (anoche, por ejemplo, se discutió en el Senado la idea de que los usuarios de servicios tengan tasa negativa si se atrasan en los pagos, lo cual generaría un quebranto para las empresas), en EE.UU. se continúa con las agendas inamovibles, para darle a los inversores y a las empresas señales certeras, para que puedan planificar sus negocios de manera lo más confiable posible.

Y justamente en el mercado norteamericano hubo dos indicadores que volvieron a guiar el rumbo de todos los mercados. Como primer dato, las minutas de la Reserva Federal confirmó que antes de fin de año, casi con seguridad en noviembre, se inicia el tapering, la disminución de compra de bonos en Wall Street, con lo cual se dejará de arrojar tanto estímulo al mercado. Y como dato siguiente se difundió que el pedido de ayuda por desempleo fue de sólo 348.000, por debajo de los 365.000 esperados, lo cual indica que el empleo sigue recuperándose.

La jornada financiera mundial se inició ayer de manera muy negativa, con bajas generalizadas en todas las bolsas, ya que los niveles de contagios de Covid por la cepa Delta siguen preocupando, con el Banco de Inversión Goldman Sachs advirtiendo que "el impacto del daño generado por la enfermedad será mayor a lo esperado". Pero al conocerse las minutas de la Fed (con menos dólares desde noviembre) y la robustez del empleo norteamericano, el dólar volvió a mejorar contra todas las monedas, las commodities mostraron cotizaciones aplastadas y la baja inicial de las bolsas se fue moderando, tanto que la Bolsa de Nueva York terminó prácticamente empatada.

El mercado local

Pero en Argentina se vivió otro día tenso, con los dólares fuga firmes (el resto bajo control), pero con los bonos y con las acciones locales (y en los ADR operados en Nueva York) otra vez con bajas, por lo que el riesgo país de Argentina volvió a pegar un salto: trepó nada menos que 16 unidades y volvió a colocarse en 1.604 puntos básicos, muy cerca del riesgo récord que tiene el país desde que Guzmán realizó el canje de la deuda hace un año.

La promesa escrita en la piedra por la Fed, advirtiendo que desde noviembre o diciembre empezará a achicar los US$ 40.000 millones por mes que compra en papeles hipotecarios y que entre esos meses y junio del año entrante también dejará de comprar US$ 80.000 millones por mes de bonos del Tesoro, con un empleo que se está recuperando, hicieron que los inversores globales se corrieran otra vez hacia el dólar, tanto que ayer en el exterior el dólar subió 0,9% contra la libra, 0,6% contra el real y el mexicano y 0,3% contra el euro, no cambió contra el yen y bajó 0,2% en Chile.

Mientras que en Argentina, con todo tipo de maniobras contables y acuerdos con los formadores de mercado, para que los dólares que se ven muestren cotizaciones en calma, la realidad bajo la superficie sigue mostrando que los inversores y las empresas siguen de salida. Y el dato más elocuente queda evidenciado al conocer dos datos oficiales difundidos ayer: el superávit comercial y la evolución de las reservas del Banco Central.

Según informó ayer el Indec, el mes pasado la Argentina tuvo una fuerte suba en el superávit comercial, alcanzando el buen número de US$ 1.537 millones. Pero lo particular de semejante cantidad de dinero ingresado es que a lo largo de todo julio (pese a esa lluvia de dólares) el BCRA sumó reservas por apenas US$ 144 millones, lo cual pone en evidencia el enorme gasto que hace el Gobierno para anclar el valor del dólar y, con eso, esperar aplacar la ola inflacionaria.

Pero al mismo tiempo, también según el Indec, la canasta básica aumentó 51,8% en el último año, confirmando la variación del índice de precios al consumidor, por lo que quedó sellado que en julio una familia tipo necesitó $67.576 para no ser pobre y $29.003 para no ser indigente, lo cual explica perfectamente por qué motivo se desarrolló el miércoles la mayor movilización de movimientos sociales de los últimos tiempos, con más de 100.000 personas marchando para pedir más ayuda en Ciudad de Buenos Aires y varios puntos del país.

Colocaciones y tasas

La cuestión es que en la licitación del miércoles Guzmán logró tomar más dinero que el vencimiento de esta semana, pero pagando por primera vez tasas positivas y con más de la mitad del dinero colocado aplicado en un plazo corto, antes de la elección de noviembre, lo cual plantea un serio riesgo. Y, además, desde de apenas una semana el ministro de Economía tendrá que salir a pedir una suma mucho más grande ($ 93.000 millones) para cubrir vencimientos de bonos en pesos emitidos bajo su mismo mandato.

Todo eso mantuvo la tensión en el mercado cambiario, que se maneja con todo tipo de artilugios para que los dólares que se ven parezcan en calma, domados, pero los dólares de base o alternativos siguen mostrando que el movimiento de salida del peso continúa. Y ayer, además, en un dato que sumó más intranquilidad, se conoció que el BCRA chupó de los bancos otros 235.508 millones de pesos en Leliq al 38% anual, con los plazos fijos licuándose, ya que pagan 37% contra una inflación superior al 50%.

Y, además, en una semana que hay muchos inversores vendiendo dólares para conseguir pesos, ya que tienen que cumplir con los pagos del impuesto a las ganancias y a los bienes personales, los dólares operados a través de criptomonedas o cedears volvieron a tener un importante aumento de volumen, lo cual indica que si ponen 10 cepos aparecerán 15 puertas de salida diferentes.

Así, ayer, el dólar turista subió 7 centavos hasta $169,31, el oficial subió 4 centavos hasta $102,61, el blue bajó 50 centavos hasta $181,50 y el mayorista subió 3 centavos hasta $97,29. El Banco Central sumó US$ 32 millones a las reservas hasta US$ 42.029 millones, ya que por el cepo casi no tuvo que actuar directamente en el CCL o el MEP. Mientras que el dólar Senebi bajó $1,51 hasta $174,09 por el vencimiento de los impuestos. El dólar MEP bajó 3 centavos hasta $169,36, pero el contado con liquidación subió 63 centavos hasta $168,64. Y la brecha entre el dólar oficial y el blue fue del 76,9% y la del CCL con el mayorista fue del 73,3%. Y, medidos en pesos, el real bajó 8 centavos hasta $17,98, el euro bajó 28 centavos hasta $113,61 y la libra bajó $1,10 hasta $132,68.

Frente a la situación actual, el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, hizo su lectura: "En la licitación del miércoles, los que fueron más largos en pesos, es porque están encarcelados en el cepo del cepo del cepo, pero la mayoría fue corto porque hay mucha incertidumbre por lo que viene después de la elección, sobre todo con el tipo de cambio. Además, Economía colocó un bono que va contra encajes bancarios, y eso es otro dinero encorsetado. Y lo que viene es todo un desafío, ya que entre septiembre y octubre ya había vencimientos de deuda por un equivalente al 1,8% del PIB y ahora se le sumó un adicional de $50.000 millones, con lo cual es un número que se le va a complicar cada vez más. Y ahora, como hizo (Hernán) Lacunza con (Mauricio) Macri, están tomando pesos de las cuentas de liquidez que tienen las empresas para pagar sueldos. Y lo hacen en un período en el que el comercio exterior todavía es bueno, cuando la mayor escasez de fondos en ese frente es justamente en el tercer cuatrimestre. Y eso garantiza que la brecha cambiaria se va a seguir expandiendo".

El mercado entero tiene esa lectura, de ahí que continúa la tendencia vendedora de titulos argentinos, a pesar de los precios de liquidación que tienen los precios contados. Los titulos públicos de los países vecinos cotizan entre 90 y 98 dólares por cada 100 y en Argentina los bonos bajaron ayer otro 0,5% y están en la zona de los 37 dólares de paridad.

El rumbo de las acciones

Y las acciones locales también se siguen pinchando. Ayer, con $780 millones operados en acciones y $2.421 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó otro 0,6%, con los ADR argentinos mostrando mayoría de bajas (hubo un salto del 7% en IRSA I porque avanzó en la Legislatura su proyecto para construir un nuevo Puerto Madero en la Costanera sur), pero luego hubo caídas de hasta el 6%, con las compañías Cresud, YPF, Bioceres, Telecom y Loma Negra entre las más castigadas. Ese bajón bursátil argentino ocurrió mientras Wall Street terminó mixto (el S&P y el Nasdaq subieron 0,1%, pero el Dow Jones bajó 0,2%), con una suba del 0,5% en la Bolsa de San Pablo, aunque con un descenso del 1,7% en la de México.

Con más empleo en EE.UU. y la cercanía del achicamiento del reparto de dólares, y el posible comienzo de suba de tasas cortas dentro de apenas 10 meses, hizo que los commodities volvieran a debilitarse. El petróleo bajó otro 1,3%, hubo una baja en bloque para los metales básicos insumos de las industrias y también fuertes descensos en los granos, tanto en Chicago como en Rosario, con bajas de más del 2%, que colocan por ejemplo a la soja otra vez por debajo de los US$ 500. Al tiempo que las posiciones de reserva alternativa, como los metales preciosos o las criptomonedas, tuvieron reacción disímil: el oro y la onza de plata actuaron débiles, pero las criptomonedas anotaron un nuevo rebote de hasta el 5%: los millenians no creen que ni siquiera Xi Jinping pueda cazar a los criptoactivos.

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