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La inflación, una “fábrica de pobres”: en tres años, el salario informal cayó 33%

Según un informe, Idesa estimó que la pobreza se encontró en el orden del 40% de la población urbana en el primer trimestre de 2021.

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17 agosto de 2021

Según un informe del Instituto para el Desarrollo Argentino (Idesa) el salario real “de los pobres” cayó 33% desde el 2018. El principal factor que explica el aumento de la pobreza tiene que ver con que el salario informal creció por debajo de los precios de la Canasta Básica Total (CBT).

En base a los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), Idesa estimó que la pobreza en el primer trimestre de 2021 se encontró en el orden del 40% de la población urbana. Esto implica un aumento de unos 5 puntos porcentuales respecto al mismo período del 2020, última referencia antes del inicio del confinamiento estricto por la pandemia. Si se toma en cuenta el piso de 2017 (cerca de 25%), la pobreza sube 15 puntos en 4 años.

“La incidencia de la pobreza está fuertemente asociada a la informalidad. La razón es que el trabajo informal es la principal fuente de ingreso de los hogares pobres”, explicó el reporte.

Trabajo informal

En relación al empleo informal, actualmente se puede observar una vuelta a los niveles previos al impacto de la pandemia. Por caso, la última información disponible del Indec reflejó que en el primer trimestre de este año el empleo informal (incluyendo empleo asalariado no registrado y el cuentapropista no profesional) está cerca de 5 millones de trabajadores en los grandes aglomerados urbanos.

Esa cantidad es similar a la de los primeros tres meses de 2020. Durante la etapa más dura del confinamiento el segmento de trabajadores informales fue el que más puestos perdió, aunque Idesa aclaró que ya se recuperó lo perdido.

Evolución del ingreso informal

Si bien ya pudo recuperarse el empleo informal, el informe invitó a observar la evolución de las remuneraciones en este segmento. En concreto, señalaron que, desde marzo de 2018 hasta junio de 2021, los precios de la Canasta Básica Total (línea de pobreza) crecieron a razón de 3,3% promedio mensual.

Por su parte, en ese período el salario de los trabajadores informales se actualizó a razón de 2,3% promedio mensual. “Esto significa que el salario real de los informales cayó a razón de 1% por mes”, aseguró Idesa.

Para Idesa, con una inflación del 3% mensual es muy difícil plantear una baja en la pobreza. Además aclararon que el aumento de precios provocó que en los últimos 3 años el ingreso real de los trabajadores informales caiga a razón de 1% por mes. Por eso, la remuneración de los informales actualmente es un 33% inferior al nivel que tenían cuando comenzó la crisis. “Esta es la razón fundamental por la cual la pobreza en el primer trimestre del 2018 era de 26% y en el 2021 es del 40%. La inflación opera como una poderosa fábrica de pobres porque socava el ingreso de los trabajadores informales”, consideraron.

El reporte resaltó que proponer reforzar los planes asistenciales para reducir la pobreza en un contexto de alta inflación es “voluntarista” o un acto de “irritante hipocresía”. Entonces, “darles dinero a algunos pobres (no a todos) con programas asistenciales de nombres ostentosos, como programa 'Potenciar Trabajo' o plan 'Argentina contra el Hambre por la Soberanía y la Seguridad Alimentaria', entre el centenar que también ejecutan las provincias y los municipios, no tiene ninguna posibilidad de resolver el problema”, argumentaron.

Para Idesa, por el contrario, por su diseño rudimentario y administración discrecional es claro que su funcionalidad no es social, o sea reducir la pobreza, sino electoral: acrecentar el poder de quienes los gestionan.

“También es voluntarista o hipócrita declamar que se trabajará para convertir los planes sociales en empleos decentes. Con el actual contexto inflacionario no hay generación de empleos de calidad y mucho menos para gente con bajos niveles de calificación”, expresó el trabajo

Bajar la inflación no sólo es imprescindible para reducir la pobreza. Como lo señalan muchas encuestas, la inflación está entre las principales preocupaciones de la población. Sin embargo, y según el reporte, “en la campaña electoral prevalecen planteos elusivos e inconsistentes”.

Prevalece un amplio consenso de que en años electorales hay que aumentar el gasto público para poner “plata en el bolsillo de la gente”. “Pareciera que gran parte del espectro político no escucha el pedido de la gente, que es, que la plata que le llega al bolsillo no se le esfume por la inflación”, consignó el instituto.

“Para reducir la inflación y generar condiciones propicias para la inversión y el crecimiento hay que abordar un ordenamiento integral del sector público”, propuso el trabajo. “La meta es reconstruir el Estado para que sea financieramente sustentable y tenga la capacidad de producir los bienes públicos que la población demanda”, concluyó Idesa.

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