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Afuera la Delta frena todo y adentro hay muchas dudas

Ante el avance de la variante Delta a nivel mundial, los inversores se replegaron a la espera de datos más alentadores. Mientras tanto, el mercado argentino siguió lleno de dudas.

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Luis Varela 03 agosto de 2021

Por Luis Varela

Comenzó agosto, y mientras Argentina sigue obligada a vivir al día, resolviendo un problema tras otro, por años con decisiones macroeconómicas equivocadas, el mundo dio un giro en las últimas horas colocando algunas luces de alarma, que deberá verse si se confirman. El movimiento tiene que ver con una notable multiplicación de contagios con la cepa Delta en Estados Unidos, Europa y China, tanto que el primero en reaccionar, con en febrero del año pasado, fue el petróleo, que ayer acusó una baja considerable en su cotización.

En medio de una pandemia que todavía tiene derivaciones insospechadas, hay varios países, como Israel o Alemania, que está empezando a aplicar la tercera dosis de vacunas anti-covid, ya que la cepa Delta es muy veloz, quizá no tan mortal, pero se requiere de mayor protección para que el daño en las personas, y en las economías no sea tan pernicioso como ocurrió durante el año pasado. Y mientras eso sucede en el mundo, expertos epidemiológicos advierten que la cepa delta es imparable: no entrará únicamente por aeropuertos, sino vía países limítrofes, y lo más controvertido del caso es que el 85% de los argentinos están sin dos dosis y, de manera absurda, de las 38 millones de vacunas ya repartidas, hay 5,7 millones de dosis sin aplicar.

La proliferación de la cepa Delta, que se toma menos tiempo para contagiar de persona a persona y que demora más tiempo en ser diagnosticada una vez que el enfermo ya la tiene, está multiplicando a los inversores que prefieren desensillar hasta que aclare: por eso las Bolsas del mundo tuvieron ayer una evolución de mayor a menor, con una creciente compra de bonos del Tesoro de EE.UU., que fueron subiendo de precio, por lo que sus tasas a vencimiento volvieron a bajar. Ayer se ubicaron en 0,65% anual a 5 años, 1,18% a 10 años y 1,85% a 30 años. Y debe entenderse que la tasa a 10 años estaba en 1,8% anual en marzo y la tasa a 30 años rendía 2,5% por año.

Esta amenaza de la cepa Delta, que deberá confirmarse con el correr de las semanas, contuvo la debilidad que mostró el dólar durante el cierre de julio. De ahí que ayer los metales preciosos no se movieron, con las criptomonedas anotando bajas menores, tras las fuertes subas de las últimas dos semanas.

Commodities en alza

Hubo datos no muy alentadores en la actividad industrial norteamericana y los metales básicos estuvieron entre mixtos y en baja. Y lo que realmente fue muy positivo, sobre todo para esta Argentina tan inundada de pesos y vacía de dólares, fue un nuevo incremento para los granos, sobre todo para el trigo, que brilla, con un nuevo salto del 4% tanto en Chicago como en Rosario, que ya se estira a una suba de más del 20% en tres semanas, con 500.000 hectáreas sembradas más que el año pasado, lo cual puede convertirse en una bendición para la sequía de estos tiempos.

Mientras el Capitolio le autorizó más deuda a Biden, aunque no toda la que pidió, los precios internos norteamericanos siguen generando intranquiliad en las empresas, que le mandan mensajes a Jerome Powell, para que la Fed deje de arrojar dólares desde helicópteros.

El titular del banco central norteamericano seguirá comprando papeles por US$ 120.000 millones por mes al menos durante otro mes y medio, pero luego de una semana pasada con dudas, ayer la Bolsa de Nueva York volvió a mostrar un cierre en el que el Nasdaq zafó con una suba mínima, pero el S&P y el Dow Jones volvieron a mostrar tímidas bajas, que demuestran inversores intranquilos, congelados, expectantes.

El mercado local

Frente a esa suma de incógnitas, el mercado argentino continuó sumergido en el vamos viendo, con el Ejecutivo repartiendo dinero a dos manos para ver si mejora su imagen con vistas a las PASO que se realizarán en cuareta días. Y hoy Guzmán se las verá difíciles ya que sale a realizar su licitación número 47 (en un Gobierno que no se iba a endeudar como Macri), intentando tomar fondos para enfrentar vencimientos inminentes por $235.000 millones

En la licitación de la semana pasada Guzmán pudo haber tomado más fondos del mercado, pero los inversores le pidieron letras que vencieran antes de la elección de noviembre, con la intención de bajarse unos días antes de los votos, dolarizarse, y mirar lo que pasaba con las urnas desde afuera. Pero esta vez, para convencer a esos tenedores de fondos, Economía intentará patear todo para después de la elección: presentará titulos que vencen en 2022 y 2023, y algunos atados al dólar oficial.

En suma ofrecerá siete papeles: Una letra del tesoro nacional en pesos ajustadas por CER a descuento con vencimiento 28 de febrero de 2022 (x28f2 reapertura); un bono del Tesoro nacional en pesos a tasa Badlar privada más 200 pb. con vencimiento 3 de abril de 2022 (aa22 reapertura); un bono del Tesoro vinculado al dólar estadounidense 0,10% vencimiento 29 de abril de 2022 (tv22d reapertura); una letra del Tesoro nacional en pesos ajustadas por CER a descuento con vencimiento 29 de julio de 2022 (nueva); un bono del Tesoro nacional vinculado al dólar estadounidense 0,20% vencimiento 30 de noviembre de 2022 (t2v2d reapertura); un bono del Tesoro nacional en pesos a tasa Badlar privada más 5,25% con vencimiento 6 de febrero de 2023 (tb23 reapertura); y un bono del Tesoro nacional en pesos ajustado por CER 1,4% vencimiento 25 de marzo de 2023 (tx23 reapertura).

Con ese difícil desafío que se enfrentará desde hoy a las 10 de la mañana, ayer el mercado cambiario siguió con la misma tónica: precios del dólar iniciales altos, intervenciones de manos amigas al final, y lenta confluencia de valores, para dar una idea de que el mercado cambiario argentino está completamente bajo control.

Precios en alza

Así, mientras se inicia un mes con fuertes subas en prepagas, GNC, expensas y alquileres, que pueden llevar a la inflación incluso por encima del actual 50% anual, el BCRA siguió con su tónica de licuación, dejando las tasas quietas en 38% las Leliq y 37% los plazos fijos, con pesos que se van achicando en términos reales en los bancos, sin ser usados por los dueños de esos fondos.

Con ese marco, mientras en el exterior, el dólar subió 1,6% en Chile, 0,2% contra la libra, 0,1% en México, no cambió contra el euro y bajó 0,3% contra el yen y cedió 0,7% en Brasil, en Argentina el dólar blue y el Senebi fueron frenados, pero los financieros libres volvieron a subir.

El dólar turista subió 10 centavos hasta $168,50, el oficial subió 6 centavos hasta $102,12 y el blue no se movió y continuó a $180,50. El dólar mayorista subió 10 centavos hasta $96,79, con el Banco Central perdiendo US$ 77 millones de las reservas (con la sexta caída consecutiva, aunque esta vez no es tan grave porque se realizó el pago de una cuota por US$ 350 millones al FMI, que ayudó a un corte de manga a los acreedores privados, pero que en su caso se cobra puntualmente cada dólar que prestó).

Detrás de eso el dólar Senebi se desplomó $3,78 hasta $173,22. El dólar MEP subió 77 centavos hasta $169,33 y el contado con liquidación subió 48 centavos hasta $169,33. Y la brecha entre el dólar oficial y el blue fue del 76,7% y la del CCL con el mayorista fue del 75%. Y medidos en pesos, el euro subió 23 centavos hasta $114,91, el real subió 18 centavos hasta $18,70 y la libra bajó 2 centavos hasta $134,36.

La economía que viene

Debajo de toda esa realidad estrictamente financiera, los inversores intentan adivinar qué puede pasar con la economía en los meses que vienen. Muchos se esperanzan con lo del trigo, pero ayer se confirmó que a pesar de las tasas subsidiadas del 28% anual (con una inflación del 50%) en julio se vendieron menos motos nuevas que en junio, por lo que los mecanismos de promoción que está haciendo el Gobierno para intentar mantener a flote la actividad encuentra bolsillos muy vacíos.

Así, mientras las bolsas del mundo están quietas, expectantes, los titulos argentinos repitieron la misma tónica. Los bonos argentinos casi no se movieron. El riesgo país continuó en 1.593 puntos básicos. Y apareció una nueva inquietud. Tras las renegociaciones en las ON de Cresud y de Edenor, ayer la reina de las Obligaciones Negociables, la cadena de retail Ribeiro se presentó en convocatoria de acreedores para evitar la quiebra. Y, detrás de eso, se supo también que Garbarino suma juicios: también Cencosud va a la Justicia contra esa cadena.

O sea, el horno no está para bollos. En los negocios con bonos solo dos papeles (el AL30 y el GD3) reunieron el 72% del monto total operado en títulos públicos, lo cual demuestra que hay una gran dolarización debajo de todo lo que se ve. Y con la Bolsa de Buenos Aires volvió a achicarse el monto negociado y los precios ni se inmutaron. Con $755 millones operados en acciones y $1.785 millones en Cedears, hubo una baja del 0,1% en el índice S&P Merval, al tiempo que los ADR argentinos tuvieron en Nueva York una baja en bloque de hasta el 4,4%, con IRSA P, Supervielle, YPF, Loma Negra y Francés como los más afectados.

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