Mini-racha vendedora del BCRA en el MULC: US$ 220 millones en 3 días

A pesar de la venta de dólares, el BCRA aún acumula compras netas por más de US$ 900 millones en el mes.
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30-07-2021
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El mercado cambiario está atravesando una situación difícil y, a la vez, previsible. El BCRA está reforzando el cepo, algo también previsible, para cuidar sus reservas y la brecha. Pero eso está generando nuevos spreads y operatorias (sí, también previsible).

Aparece la demanda

El mercado oficial está empezando a canalizar parte de la demanda minorista que hace algunas semanas se saciaba en el mercado informal. Tras la disparada del último mes, el “dólar blue” se incrementó desde $168 a fines de junio hasta $180 el miércoles y pasó a ubicarse por encima del “dólar solidario”, que cotiza a $160 y se vende $167 para el público en los bancos, una vez incluidos el impuesto PAIS y la percepción del 35% en concepto de Impuesto a las Ganancias. Así, dice un informe de Equilibria, comprando US$ 200 mensuales en el MULC a $167 (desembolsando $33.400), un minorista puede luego venderlos en el mercado informal ($178 en la punta compradora), y hacerse de una ganancia de $2.200”.

Por ese motivo, y otros, y por primera vez desde abril, el BCRA finalizó las ruedas del martes y miércoles con una posición vendedora: debió desprenderse de US$ 70 millones el martes y US$ 80 millones un día después, aunque aún acumula compras netas por más de US$ 900 millones en el mes. “Si bien es pronto para determinar si se trató de dos ruedas excepcionales o de un cambio definitivo de tendencia, lo que sí está claro es que la demanda de dólares que no se canalice a través de los mercados alternativos, terminará haciéndolo por el oficial si el precio sigue siendo conveniente”, dijeron desde Equilibria. El informe fue emitido antes del cierre de ayer y, según operadores, el BCRA habría tenido que vender otros US$ 70 millones. Así, serían tres días consecutivos y empieza a recorrer cierto nerviosismo en el mercado. “A este ritmo de ventas, hay reservas para 114 días”, dijo Fernando Marull en Twitter. “Qué lejos quedó noviembre”, retrucó Amilcar Collante. Sin embargo, el consenso privado es que no habrían sobresaltos hasta las generales de noviembre, aunque eso no implica que el camino no sea tenso y volátil.

En Reconquista 266 explican la miniracha vendedora con argumentos productivos. “Hay una alta demanda vinculada a importaciones de bienes de capital e intermedios y a la que se da el vía libre correspondiente para asegurar que la economía no enfrente mayores cuellos de botella por esta vía”, dicen desde el BCRA y descartan, obviamente, cualquier aceleración de la pauta devaluatoria. En efecto, la demanda por importaciones está muy pujante. Desde el Gobierno lo atribuyen a la recuperación de la economía. Algunos privados, sin embargo, creen que tiene que ver con otra cosa. La brecha, dice Marina Dal Poggetto, es un “mecanismo perverso” que, entre otras cosas, “incentiva a conseguir todas las importaciones que se puedan al dólar oficial”.

No son valores extraordinarios, pero tampoco lo son las reservas netas del BCRA. “Las estrictas restricciones para acceder al MULC le ponen un techo bajo a la salida de dólares por esta vía (US$ 200 por mes y por persona autorizada), pero un nivel de ventas como el de octubre pasado durante todo el segundo semestre implicaría sacrificar unos US$ 1.200 millones, es decir, un cuarto de las reservas netas que el BCRA viene acumulando en el año.

Además, resignar dólares para suplir esa demanda, a diferencia de la intervención en los mercados financieros vía bonos, no tiene el plus de ganancia contable y mayor absorción monetaria que garantiza la brecha (venta de bonos al contado con liquidez y recompra con divisas adquiridas a la cotización oficial)”, agrega el reporte.

En esos mercados financieros, Equilibria estima que el BCRA destinó en julio (hasta el miércoles) unos US$ 240 millones al CCL AL30 para intervenir en la brecha. La semana pasada, el promedio diario fue de US$ 20 millones, algo por encima de los registros de principio de mes. Si bien la brecha se estabilizó en la zona tolerable de 74%, el CCL implícito en acciones está más cerca de $180 y una brecha de 85%. “El BCRA no logró reducir su intervención diaria en el contado con liquidación respecto a sus niveles previos a las nuevas regulaciones, y si bien pudo mantener la brecha del CCL AL30 por debajo de 75%, este ya no es un precio de referencia para el mercado. Por el contrario, todas las otras cotizaciones se han despegado del precio intervenido, con una brecha que ya se acerca al 85%”, dice el informe del think tank que lidera Martín Rapetti y proyectan que el BCRA deberá entregar US$ 38 millones diarios, en promedio y en lo que resta del año, para mantener la brecha a raya.

Liquidar o no

Por el lado de la oferta (es decir, el agro), hay dudas sobre cuál será el ritmo de liquidación tras un primer semestre récord. En lo que resta del año, la liquidación de divisas del agro estará explicada fundamentalmente por la soja y el maíz remanente. “Aún hay en stock más de 23 millones de toneladas de soja de la cosecha actual, de los cuales sólo el 20% está declarado para exportarse. Hay incertidumbre acerca de lo que pasará con el 80% restante (si se venderá o se acopiará), que implica unos US$ 9.200 millones. En cambio, en el caso del maíz, más del 70% de las 17 toneladas en stock ya está declarado para ser exportado (¿anticipándose a una posible suba de retenciones?), y hay un corto plazo de tiempo para efectivizar el embarque. Para los productores y exportadores de soja, los márgenes para especular son mayores y son quienes finalmente terminarán determinando la suerte de la liquidación de divisas en los próximos meses”, concluyen desde Equilibria.

Con algo de ventas en la época de la cosecha, expectativas de devaluación en alza y limitadas opciones de inversión por los altos niveles de represión financiera podrían conducir a varios a guardar los granos.