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El CES presentó la Unidad de Ciencias del Comportamiento para diseñar políticas públicas más efectivas

En el encuentro del CES, se anunció una convocatoria para financiar proyectos de políticas públicas basadas en las ciencias del comportamiento.

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22 julio de 2021

Alberto Fernández participó del cierre del foro “El desafío de las Ciencias del Comportamiento: Políticas Públicas para la #ArgentinaQuerida", organizado en el marco del Consejo Económico y Social (CES), donde expusieron expertos nacionales e internacionales, se presentaron casos de éxito y se anunció una convocatoria para financiar proyectos de políticas públicas basadas en las ciencias del comportamiento.

En el marco del encuentro “El desafío de las Ciencias del Comportamiento: Políticas Públicas para la #ArgentinaQuerida", organizado por el CES, Fernández, presentó la Unidad de Ciencias del Comportamiento y Políticas Públicas, cuya función será la de promover la aplicación de las ciencias de la conducta para la toma de decisiones de gobierno. Además, durante el encuentro, realizado el martes en el Salón de los Científicos de la Casa Rosada, se anunció una convocatoria para proyectos, ideas e iniciativas innovadoras para la gestión gubernamental relacionadas con estas disciplinas.

La nueva Unidad de Ciencias del Comportamiento y Políticas Públicas funcionará bajo la coordinación de la secretaría de Asuntos Estratégicos de la Nación, a cargo de Gustavo Beliz, y se enmarca en la misión del CES denominada Comunidad del Cuidado y la Seguridad Alimentaria. Estará integrada por una red de expertos multidisciplinaria y multisectorial, con el apoyo de organismos multilaterales, que trabajará de manera articulada con diversas áreas del Gobierno para el mejoramiento de las políticas públicas y en el análisis, evaluación y alcance de los programas de gobierno.

La unidad servirá como base para sistematizar las experiencias de articulaciones entre políticas públicas y ciencias del comportamiento que ya se están llevando a cabo y también a partir de nuevos proyectos en el sector público. En su discurso, el Presidente destacó la aplicación de las ciencias de la conducta en el Plan Egresar -a cargo del Ministerio de Educación-, en la devolución del 15% del IVA para beneficiarios de la AUH y jubilados de la mínima -cuya ejecución está en manos del Ministerio de Economía-, y en el proyecto de etiquetado de alimentos que se debatió el Congreso.

Por este tipo de políticas es tan importante esta Unidad de Ciencias del Comportamiento que hoy estamos poniendo en marcha en el ámbito de la Secretaría de Asuntos Estratégicos, con el respaldo del Consejo Económico y Social, como una auténtica política de Estado. Lo que pretendemos es ayudar a que las personas tomen mejores decisiones, para sí mismas y para el país”, señaló Fernández.

Durante el encuentro también se presentaron los lineamientos de la convocatoria para financiar proyectos -cuyas bases y condiciones estarán disponibles los próximos días-, a través de la Unidad de Ciencias de Comportamiento y Políticas Públicas, que podrán desarrollarse en municipios, en provincias o a nivel nacional. El objetivo es seleccionar iniciativas innovadoras que estén centradas en la aplicación de las ciencias del comportamiento en la gestión gubernamental.

La “semilla”

Este es un tema de punta, enormemente importante, que puede incidir muchísimo para que la Argentina tenga mejores políticas públicas y de mejor calidad”, señaló el secretario Beliz, en la apertura del encuentro, en el cual expertos nacionales e internacionales reflexionaron acerca del valor de las ciencias de la conducta y su impacto en la toma de decisiones.

Beliz remarcó la necesidad de generar políticas públicas e intervenciones estatales más “humanizadas y personalizadas”, que no tengan en cuenta sólo los incentivos materiales, sino también la “percepción, emociones, reacciones, prejuicios y sesgos cognitivos que tienen las personas al ser receptoras de esas intervenciones del Estado”. En ese sentido, calificó a la nueva Unidad de Ciencias del Comportamiento como una “revolución en el diseño y en la implementación de las políticas públicas”.

Esta es la semilla de una gran agencia nacional de evaluación de políticas públicas que queremos poner en marcha en la República Argentina. Necesitamos un Estado de nueva generación, que se construya en base a pilares distintos”, consideró.

Casos de éxito

Durante el foro se presentaron tres casos de éxito de aplicación de las Ciencias del Comportamiento en programas de gobierno: reciclaje de residuos en el municipio de Trelew, eficiencia en prescripciones de medicamentos en el PAMI y prevención de la tuberculosis bovina en el Senasa.

Por su parte, el Director Nacional de Análisis Estratégicos, Iván Budassi, indicó que “el lanzamiento de la unidad implica una nueva forma de pensar, una nueva forma de encarar los problemas, y esta red de expertos nos puede ayudar a en áreas muy diversas, como salud y seguridad”.

En el inicio del foro, Budassi dialogó con Cass Sunstein, fundador y director del Programa de Economía del Comportamiento y Políticas Públicas de la Facultad de Derecho de Harvard, y asesor del presidente de Estados Unidos, Joseph Biden.

Sunstein señaló que las intervenciones basadas en las ciencias del comportamiento son “políticas simples que involucran grandes cambios”, y pronosticó un gran futuro para nuestro país en la materia: “El trabajo más interesante en los próximos 10 años con resultados prácticos va a ser hecho en países en desarrollo. Y tengo mis esperanzas en que Argentina sea líder en las ciencias del comportamiento”.

Luego, el director del Departamento de Psicoterapia Cognitiva de la Fundación Ineco, Fernando Torrente, y Florencia López Boo, economista Líder de la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), conversaron acerca de la importancia de crear una Unidad especializada que permita articular estrategias para mejorar las políticas públicas. “Hemos hecho un esfuerzo muy grande en entender cómo la agenda conductual puede complementar nuestra agenda tradicional de políticas, y hasta qué punto solucionar problemas complejos del desarrollo”, dijo López Boo, al tiempo que destacó la necesidad de “incorporar los aprendizajes de esta agenda en el diseño de políticas públicas”

Por último, David Halpern, CEO de Behavioural Insights Team (BIT), Reino Unido, hizo hincapié en el impacto que tuvieron las ciencias de la conducta en el gobierno de su país, a través de la utilización de herramientas y testeos permanentes. “Aliento firmemente a trabajar en estos terrenos fascinantes, a entender el comportamiento humano, entendernos unos a otros, qué nos hace vibrar”, indicó.

Según la OCDE, en la actualidad existen más de 200 agencias públicas en el mundo que diseñan políticas basadas en ciencias de la conducta. Con el lanzamiento de la Unidad de Ciencias del Comportamiento y Políticas Públicas, la Argentina se suma a países como Japón, Estados Unidos, Dinamarca, México y Perú, entre muchos otros, y a organismos internacionales (como ONU y Banco Mundial) que aplican las ciencias del comportamiento para el diseño de políticas públicas.

¿Qué son las ciencias del comportamiento?

¿Que son las ciencias del comportamiento? Budassi lo explicó en un hilo en su cuenta de Twitter. “Son un conjunto de disciplinas que estudian el modo en que las personas toman decisiones y actúan. En general, se consideran que se decide analizando toda la información disponible, de manera sistemática y buscando el interés individual. Pero muchas veces las personas actúan de manera rápida, intuitiva e influida por su contexto social”, relata Budassi.

Por ejemplo, dice, sin percibirlo, el diseño de los supermercados promueve que realicemos compras no "pensadas" y que quizás no convengan a la salud o al bolsillo. Otros sesgos influyen en nuestra conducta, como el llamado “halo”. La credibilidad o cualidades que otorgamos a personas reconocidas en un área específica, lo extendemos a campos fuera de su ámbito de capacidad profesional o hasta de su apariencia física. “Pensamos que no, pero los publicistas se aprovechan del sesgo 'halo'", relata.

“Saber que existe ese sesgo del halo nos puede ser de gran utilidad en estos momentos de infodemia. Las ciencias de la conducta nos darían varios 'pequeños empujones' para que no caigamos en la trampa”, escribió en una columna en Cenital.

En relación a la pandemia, agrega, “influye en nuestra conducta el llamado sesgo optimista, esa inclinación comportamental que expresa el típico 'a mí no me va a pasar' y que lleva a mucha gente a tomar riesgos para sí mismos y para los demás”, dice. Agrega: “Estamos afectados por el sesgo del presente: preferimos el beneficio y la satisfacción inmediata, que esperar a una ganancia más grande pero que la percibimos lejana en el horizonte”.

La Unidad de Ciencias del Comportamiento busca tener en consideración estos aspectos de la conducta en el diseño de las políticas públicas. ¿Cómo podemos cambiar la conducta de los chicos que se descontaron de la escuela en pandemia? ¿Qué información tenemos que darles a los consumidores para que se den cuenta las consecuencias del préstamo que va a tomar, o del alimento que va a comprar? ¿Qué diseño de las facturas de electricidad pueden ayudarnos a consumir menos? Es importante analizar esas cuestiones y, así, buscar algún “pequeño empujón” (“nudge”, en inglés) que lleve a cambiar un comportamiento automático o sesgado por uno racional para cumplir una norma o tener una conducta que beneficie al ciudadano o la sociedad, o que se aproveche de ese comportamiento inconsciente para cambiar una conducta.

Los ejemplos de éxito, según Béliz

Beliz comentó algunos ejemplos de “victorias tempranas” en Argentina, en políticas públicas diseñadas con ciencias del comportamiento. En una columna publicada en Infobae, mencionó una mejora en la comunicación con médicos que redujo 11% las prescripciones innecesarias y generó ahorros por $25 millones anuales en el PAMI. O el proyecto apoyado por el Banco Mundial que en Trelew elevó 14% la separación de residuos con mensajes empáticos sobre la importancia local del reciclaje. “Incluso en materia de productividad agropecuaria, información específica brindada por el Senasa incrementó 5% la cantidad de productores adheridos a normas sanitarias sobre tuberculosis bovina”, agregó.

“Las políticas basadas en ciencias del comportamiento incentivan conductas que son aceptadas socialmente, como el cuidado de la salud o el pago de impuestos, pero también desincentivan las opuestas”, resumió el asesor del Presidente.

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