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El boom de los precios de las commodities maquilla el estancamiento exportador

Las exportaciones crecieron 33,2%, con precios subiendo 35,9% y cantidades 1,9% abajo. Las importaciones volaron 62,4% (+40,7% en cantidades). Con precios de 2020, el superávit hubiera sido menor a un tercio.

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23 junio de 2021

El comercio exterior de Argentina sigue mostrando números muy dinámicos. En parte, por la baja base de comparación de 2020, pero también porque los precios de las commodities están muy arriba y porque las importaciones siguen muy firmes.

En mayo, informó ayer el Indec en su ICA, las exportaciones fueron de US$ 6.764 millones, el mayor nivel registrado desde junio de 2014 y las importaciones fueron de US$ 5.141 millones. El intercambio comercial (exportaciones más importaciones) aumentó 44,4%, en relación con igual mes del año anterior, y alcanzó un monto de US$ 11.905 millones. La balanza comercial registró un superávit de US$ 1.623 millones y acumula US$ 5.624 millones en cinco meses. Un buen número, pero menor al de igual periodo de 2020.

El “efecto precio” fue notable en las ventas externas. La suba interanual fue de 33,2% respecto y se explicó por un incremento de los precios de 35,9%, ya que las cantidades cayeron en 1,9%. En términos desestacionalizados, las exportaciones de mayo crecieron 5,4%, mientras que la tendencia-ciclo se elevó 2,6%, con relación a abril.

A nivel de rubros, las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) se incrementaron 117,7%; los combustibles y energía (CyE), 45,5% y las manufacturas de origen agropecuario (MOA), 34,7% mientras que los productos primarios (PP) registraron una baja de 2,1%.

Las importaciones ascendieron 62,4% respecto a igual mes del año anterior (US$ 1.975 millones más), como consecuencia de una suba de 40,7% en las cantidades y 15,3% en los precios. En términos desestacionalizados, las importaciones ascendieron 3,2%. Todos los usos económicos registraron variaciones positivas: los bienes de capital (BK), 39,5%; los bienes intermedios (BI), 58,7%; combustibles y lubricantes (CyL), 170,7%; piezas y accesorios para bienes de capital (PyA), 99,8%; bienes de consumo (BC), 11,4%; vehículos automotores de pasajeros (VA), 121% y resto, 155,0%, mayormente por el incremento de bienes despachados mediante servicios postales (couriers). Comparado con mayo de 2019 (US$ 4.644 millones), los US$ 5.141 millones del mes pasado representan una suba de 10%.

El Indec confirmó, como dicen en el mercado, que “Dios es peronista”. “Si hubiesen prevalecido los precios del mismo mes del año anterior, el saldo comercial habría arrojado un superávit de US$ 524 millones. Debido a que el índice de precios de las exportaciones tuvo una suba de mayor magnitud (35,9%) que el índice de precios de las importaciones (15,3%), el país registró una ganancia en los términos del intercambio de US$ 883 millones”, dijo el Indec. Nada mal: menos de lo que usará Martín Guzmán para tranquilizar a los acreedores del Club de París.

Alarma

El “efecto precio” tapa todo, pero la situación estructural es muy frágil. Como se mencionó, las cantidades exportadas en mayo cayeron 1,9% y las cantidades importadas, subieron 40,7%. Para el acumulado de 2021, los números son 3,2% y 34,4%, respectivamente.

Está claro que más allá del dinamismo exportador de 24,4% en cinco meses (los precios ponen más de 20 puntos), no hay un crecimiento genuino.

Una suba de las importaciones de semejante magnitud, en tanto, no se explica solo por una actividad económica aún debajo de la prepandemia ni por un supuesto proceso inversor robusto, si lo hubiera.

Parece sugerir, más bien, que la capacidad de abastecer localmente a la actividad económica (y sobre todo industrial) es cada vez más baja.

Combinados, si estas dinámicas no se revierten, auguran una larga vida a la llamada “restricción externa”.

Los analistas

“La dinámica de los niveles de exportación podría ralentizarse debido a que se conjuga una caída en los precios de los granos y el fin de la cosecha gruesa mientras que las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) y combustibles no están mostrando un buen desempeño. Aún así, comparado al 2020, se verá un crecimiento en el año en torno al 17% (se debe tener en cuenta que se parte de niveles de comparación bajos)”, dijeron desde LCG.

“En cuanto a las importaciones, en la comparación interanual mantendrían el buen dinamismo en los meses que siguen, dadas las bases de comparación en niveles mínimos que dejó 2020. Esto estaría acompañado por la suba de los precios internacionales del petróleo y gas natural que impactarían principalmente durante los meses de invierno y por la presión adicional sobre la demanda de importaciones que se generaría en caso de verificarse un intento de reactivación de la economía previo a las elecciones. Quedará confirmar si potenciales restricciones a las importaciones surgen como medida para contener el drenaje de reservas en caso que la inestabilidad en el mercado de cambios ponga de relieve la magnitud de su escasez”, agregaron.

“Con los datos de comercio exterior de mayo, hemos mantenido prácticamente estable las proyecciones de exportaciones (+27% a US$ 69.600 millones), pero hemos revisado al alza las importaciones (+32% a US$ 55.900). Consecuentemente, el superávit comercial sería algo inferior al estimado hace un mes atrás, pero de todas formas se ampliaría a US$ 13.700 millones aproximadamente (versus US$ 12.500 millones en 2020) y representaría el 3,2% del PIB (versus 3,3% en 2020). Por su parte, el intercambio comercial alcanzaría los niveles de 2017”, dijeron desde Abeceb.

“Al igual que en el mes previo, las exportaciones a Brasil muestran su crecimiento más fuerte en más de 25 años, mientras que para ver un aumento similar de las importaciones desde dicho país hay que retroceder más de 15 años”, agregaron.

“El resultado de mayo es consistente con nuestra proyección para 2021 en torno a los U$S 14.000 millones de superávit comercial, producto tanto de mejores precios internacionales, como también a una sequía menor a lo previsto. Por otro lado, mayores restricciones a la importación en un futuro no se descartan, al mismo tiempo que el efecto económico que traiga consigo la cuarentena impuesta en junio podría impactar negativamente sobre la demanda de importaciones, mermado por la continuidad de la actividad industrial. Finalmente, la persistencia de la brecha cambiaria podría traer aparejado un crecimiento potencial menor de las exportaciones y mayor demanda de importaciones a mediano plazo. Por otro lado, la prohibición a la exportación de carnes tendría aparejado un efecto negativo sobre la dinámica actual de las exportaciones de MOA: ingresarían entre U$S 200 y U$S 250 millones menos de divisas por mes durante el tiempo en que este en vigencia el decreto”, dijeron desde ACM.

LOS DATOS

20,5%

Las exportaciones de Argentina hacia China fueron de US$ 2.199 millones en los primeros cinco meses de 2021 y las importaciones, US$ 4.650 millones (+62,1%). Si bien Brasil se volvió a distanciar de China como principal mercado exportador de Argentina, en importaciones están casi igual: 20,9% de las compras de Argentina se hicieron en Brasil y 20,5% en el Gigante Asiático

751

Otra señal de alarma es el creciente déficit bilateral con Brasil: el dinamismo acumulado de las exportaciones (+30% interanual) es menor al observado en las importaciones (+52,4%) y el rojo trepa a US$ 751 millones en 2021

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