En la semana que concluyó el sábado 8 se presentaron en Estados Unidos 473.000 solicitudes iniciales de subsidios por desempleo, 34.000 menos que en la previa. Se trata del registro más bajo desde mediados de marzo de 2020, pero sigue por encima de los niveles previos a la irrupción de la pandemia.
El mercado de trabajo, como siempre ocurre a las salidas de las crisis, tarda más en recuperarse que el nivel de actividad. Las políticas monetarias y fiscales expansivas, los programas de estímulo y asistencia y el avance en el proceso de vacunación le están dando un fuerte impulso a la economía. Sin embargo, el mes pasado se crearon sólo 266.000 empleos, mucho menos de lo que esperaban los analistas. Al mismo tiempo, en las empresas señalan que les cuesta conseguir empleados, una escasez que atribuyen a los temores que todavía produce el coronavirus y a los subsidios a los desempleados que desincentivan la búsqueda de trabajo.
La reacción de los mercados a la caída de los pedidos de subsidios fue positiva porque se trató de un dato más que reafirmó la recuperación de la actividad. En buena medida compensó el impacto negativo que produjo ayer la difusión del índice de precios al consumidor con una suba superior a la pronosticada. De todas maneras, a pesar de la duda que tienen los mercados, en la Reserva Federal insisten en que la aceleración de la inflación es un fenómeno transitorio.
