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Draghi tiene un plan para la recuperación italiana

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04 mayo de 2021

Por Nicolás Fuster (*)

El Presidente del Gobierno italiano, Mario Draghi, presentó en el Parlamento el PNRR (Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia), un documento que detalla cómo se invertirá el Fondo de Recuperación o Next Generation EU: un paquete de 750.000 millones de euros concordado por la UE para responder a la crisis pandémica. La parte que recibirá Italia, la más grande de la partida, equivale a más de 191.000 millones. El Gobierno italiano complementa el recurso con más de 30.000 millones, por lo que el total de la inversión prevista supera los 222.000 millones.

A diferencia del plan del premier anterior, Giuseppe Conte, en este plan la política juega un papel: el Parlamento estuvo directamente involucrado en la redacción y los proyectos de inversión estarán coordinados por el Ministerio de Economía, en lugar de un grupo de consultores.

El plan, que entre otros puntos toca especialmente los ámbitos de la administración pública, la Justicia, la simplificación normativa y la competencia, tiene como principales beneficiarios a las mujeres, los jóvenes y el sur, y se basa en seis puntos o “misiones”, como indica la copia entregada a los parlamentarios.

1. La primera, “Digitalización, innovación, competitividad y cultura”, destina casi 50.000 millones de euros a la transformación digital del país e invierte en dos sectores clave para Italia: el turismo y la cultura. Las inversiones aseguran el acceso a la banda ultra ancha y conexiones veloces en todo el territorio, llevando el servicio a 1 Gbps a más de 8 millones de familias y 9.000 estructuras escolares. Además, se potencia la conectividad móvil con el “Plan Italia 5G” y se refuerzan las infraestructuras digitales de la administración pública, y se valorizan lugares históricos mejorando las estructuras de recepción turística.

2. El segundo pilar, “Revolución Verde y Transición Ecológica”, destina más de 68.000 millones para mejorar la sostenibilidad del sistema económico. Para asegurar una transición ambiental inclusiva, el plan comprende inversiones y reformas para la economía circular y la gestión de residuos, con objetivos como el 65% del reciclaje de los residuos plásticos y el 100% de recuperación en el sector textil. Por otra parte, se destinan recursos para la renovación del transporte público local mediante coches de baja emisión y parte de la flota de trenes regionales a propulsión alternativa. Respecto de la energía renovable, se destinan inversiones para las fuentes, se simplifican los procedimientos burocráticos para las autorizaciones del sector y se promueve la cadena del hidrógeno para uso local y en transportes. Las inversiones en las infraestructuras hídricas tienen como objetivo reducir las pérdidas en la red de agua potable y reducir el desequilibrio hidrogeológico. El plan destina inversiones para mitigar riesgos naturales como terremotos e inundaciones (una de las más recientes, Venecia en 2019), a los que territorio italiano es especialmente sensible.

3. La tercera columna, “Infraestructuras para una movilidad sostenible”, destina más de 31.000 millones de euros para una infraestructura de transportes sostenible y que cubra todas las áreas, en especial llevando los trenes de alta velocidad al sur del país, a la vez que moderniza las líneas ferroviarias regionales, el sistema portuario y la digitalización de la cadena logística.

4. El cuarto punto, “Educación e investigación”, destina casi 32.000 millones al refuerzo del sistema educativo, desde jardines hasta universidades, las áreas digitales y técnico-científicas y la investigación. El plan invierte en escuelas maternas, servicios de educación y cuidados de la infancia. Además, se prevén refacciones de 2.400.000 m2 de edificios escolares, una reforma de cursos universitarios y un aumento de 3.000 posiciones para doctorados. Aumentan los fondos para instrucción, investigación y políticas para jóvenes, en especial ocupación y facilidades para el acceso a un crédito para la compra de una casa, y se potencia el servicio civil universal.

5. La quinta misión, “Inclusión y cohesión”, destina un total de más de 22.000 millones de euros a facilitar la participación en el mercado del trabajo mediante la formación, el refuerzo de las políticas activas y la inclusión social. Se invierte en el desarrollo de los centros de empleo y en el empresariado femenino, con la creación de un nuevo “Fondo Impresa Donna”. Para las empresas que participen en proyectos financiados por el Fondo de Recuperación, la ejecución estará condicionada a la contratación de jóvenes y mujeres. Respecto de las inversiones en estos grupos, el Family Act impulsado por la Ministra Elena Bonetti busca apoyar a las mujeres, a las familias integralmente y a revertir la baja natalidad. Por otra parte, el PNRR refuerza el Servicio Civil Universal y se extiende el tiempo completo en las escuelas, entre otras medidas para contrastar la dispersión y el abandono escolar. Se refuerzan los servicios sociales para las personas vulnerables, se favorece la vida autónoma de las personas con discapacidades, lo que indirectamente ayudará a las mujeres, y se prevén inversiones de infraestructura para las periferias urbanas.

6. El sexto pilar, “Salud”, destina más de 18.000 millones de euros al fortalecimiento de la prevención, los servicios sanitarios y la digitalización del sistema sanitario. Se potencia la asistencia a domicilio para la población mayor de 65 años, y la telemedicina y la asistencia remota para los jóvenes.

Además de las seis misiones, el ambicioso PNRR presenta un programa de reformas que apuntan a modernizar el país. La reforma de la administración pública está orientada a cubrir la ausencia del cambio generacional y la baja digitalización. Según datos de Massimo Ungaro, diputado de Italia Viva, cada 100 empleados públicos, menos de 3 tienen menos de 30 años.

El plan prevé la creación de una plataforma única de reclutamiento, cursos de formación para el personal y el refuerzo y monitoreo de la capacidad administrativa. La reforma de la justicia tiene como objetivo simplificar y sobre todo reducir la excesiva duración de los procesos y los retrasos judiciales (un proceso de 3º grado dura, en promedio, más de 500 días). El documento prevé la simplificación de licitaciones y permisos, y reformas que protejan la competencia como instrumento de crecimiento económico.

El Gobierno estima que, en 2026, el PIB será de 3,6 puntos más alto respecto al escenario de partida. En el último trienio del proyecto (2024-2026), la ocupación subirá 3,2 puntos porcentuales. El impacto integral del PNRR en el PIB nacional hasta 2026 se estima en alrededor de 16 puntos porcentuales. En el sur, en cambio, el impacto previsto ronda los 24 puntos porcentuales.

El plan fue enviado a la Comisión Europea. Una llamada telefónica de Draghi, muy apreciado en las instituciones de Bruselas, a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, despejó posibles reservas de los funcionarios de la UE. La política cumplió con la primera parte. Una vez aprobado el plan, el nuevo desafío será traducirlo en proyectos e implementarlos.

(*) Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por Sapienza, Universidad de Roma. Master en Ciencia Política por la Universidad de Amsterdam. Coordinador de Italia Viva para Sudamerica. Twitter: @mellamonicolas

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