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Sonrisas en la Bolsa con tres señales para tener en cuenta

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Luis Varela 07 abril de 2021

Por Luis Varela

En un día manchado por un número récord de nuevos contagiados detectados con Covid-19 (nada menos que 20.870 personas en apenas 24 horas), el mercado financiero local estuvo dominado por una continuidad en la debilidad del peso argentino, por una total falta de reacción en el valor de los bonos, pero con una jornada sobresaliente para las acciones, que tuvieron gran volumen y una potente suba de precios.

El dato probablemente más llamativo de la rueda tuvo que ver con el doble monto de negocios transado tanto en acciones locales como en Cedears: nada menos que 1.039 millones de pesos y 2.888 millones respectivamente, el mayor monto diario en seis meses, lo que le permitió a la Bolsa de Buenos Aires anotar un alentador saltó 3,6%, al tiempo que Wall Street y las bolsas latinoamericanas tuvieron un día pálido.

El clima local

Pero en la Argentina el clima de negocios fue completamente diferente. Los inversores se vieron impulsados a comprar acciones locales y sobre todo empresas extranjeras por diversos motivos. El primero y principal, todos huyen del peso, que sigue perdiendo valor contra las cosas y contra las demás monedas del mundo. El segundo es la ausencia de una renta positiva, ya que las tasas de interés de los plazos fijos son negativas. Y tampoco hay mucho entusiasmo en invertir en valores que se aten a la inflación, ya que hay fuertes rumores de que en enero se modificará el CER, dejando a los inversores con el temor de caer en una trampa.

Pero lo que también motorizó la compra de acciones fue una fuerte liquidación de divisas de parte de los exportadores de granos. La sorprendente noticia de un gran repunte en la fabricación y exportación de autos: la producción de unidades creció 125% marzo contra marzo.

Y, junto con esos datos, también se conoció que el Banco Central pudo atravesar la segunda rueda de negocios de abril manteniendo el mercado cambiario con algún chisporroteo, pero sin estridencias, sin tener que quemar bonos y, sobre todo, logrando sumar reservas, ya que el BCRA pudo aumentar su posición en US$ 63 millones, hasta US$ 39.708 millones de dólares.

Todo este cuadro de situación muy positivo para las acciones no movió el amperímetro en los bonos, que siguen sin cambios, muy abajo, con el riesgo país a milímetros de los 1.600 puntos, un indicador nueve veces más alto que los países vecinos de la región, y que nos deja completamente afuera del crédito voluntario internacional.

Y, además, la inquietud de tantos contagios de Covid plantea restricciones de movilidad horaria y en el transporte. Por lo que ayer volvieron a mostrar alguna suba no demasiado peligrosa por ahora en los dólares financieros libres, sin que el dólar blue tenga ningún tipo de reacción.

Los dólares que se mueven

A nueve días del segundo vencimiento del impuesto a la riqueza, que sigue manteniendo dólares ofrecidos, el dólar turista cerró sin cambios, en 161,87 pesos, el oficial cerró sin cambios a $98,10, el blue cerró sin cambios a $140 y el dólar mayorista subió 4 centavos hasta $92,28. Pero el dólar MEP saltó 1,96 pesos hasta $143,85 y el contado con liquidación subió 68 centavos hasta $148,88, por lo que la brecha entre el dólar oficial y el blue fue del 42,7% y la del CCL con el mayorista fue del 61,3%.

Además, detrás de esta ancla en el dólar oficial para intentar aplacar una aceleración inflacionaria que no cesa, se ve con claridad que el Gobierno tiene elementos para planchar al dólar, pero el peso se sigue hundiendo contra otras monedas. Ayer, con Biden repartiendo estímulos a dos manos, en el exterior el dólar subió 0,6% contra la libra, pero bajó 0,4% contra el yen, 0,5% en Chile, 0,6% contra el euro, 0,8% en México y 1,3% en Brasil. Y, en consecuencia, medidos en pesos, el euro saltó 1,62 pesos hasta 109,58, la libra subió 51 centavos hasta 127,63 y el real subió 40 centavos hasta 16,51. Y con todas estas cifras el peso argentino se convierte en una de las monedas más devaluadas del mundo en lo que va de este año.

Por supuesto, otro dato que genera inquietud es lo que está pasando con los depósitos bancarios. Se sabe, los ahorristas se van percatando que los plazos fijos tradicionales rinden 2,7% mensual, muy por debajo del 4% de inflación mensual crucero, por lo que ese tipo de colocaciones está cambiando de posición a plazos fijos ajustables por inflación. Y lo más inquietante del caso es que toda la masa de depósitos es aspirada por el BCRA, pagando 38% en Leliq, cuando muchos de esos depósitos pueden llegar a rendir más del 50% por el CER.

Y se sabe, además, que la bola de Leliq se está convirtiendo en una gran masa de dinero que puede convertirse en un riesgo inmanejable, tal como le pasó a Macri con Sturzenegger con las Lebac. de hecho, ayer el BCRA de Pesce, pero intervenido por Guzmán, tomó otros $343.530 millones en Leliq, y la masa de Leliq y pases ya supera los $3,1 billones, con todos los operadores preguntándose qué puede llegar a pasar si una mecha se enciende y vuelve a provocarse una corrida hacia el dólar.

Hay que tomar conciencia que ayer ni la gigantesca ayuda de Biden, en un país que vacuna muchísimo y que genera mucho empleo logró levantar los ánimos en Wall Street. Tras los récords del lunes los principales índices de la Bolsa de Nueva York tuvieron bajas del 0,1% al 0,3%. Y tampoco estuvieron con buen ánimo las Bolsas de San Pablo y de México, que cedieron entre 0,1 y 0,6%.

Pero, como dijimos, la Bolsa porteña fue una fiesta. Operó gran volumen, el índice Merval saltó 3,6%. Y esa movida fue imitada por los ADR de Nueva York, que tuvieron mayoría de subas, con YPF como el papel estrella del día con un alza del 5,5% en dólares, mientras que IRSA P fue lo peor de la jornada con un descenso del 1,6%.

Commodities en alza

Detrás de este mundo que se va moviendo ahora en cámara más lenta, los commodities se reacomodan a lo que van mostrando las vacunaciones, los contagios, las muertes y los cierres o aperturas de las economías. Así, ayer el petróleo pudo repuntar algo, los metales tanto preciosos como básicos estuvieron muy firmes. En Chicago hubo mayoría de subas para los granos. En Rosario la suba fue para todas las especies. Y las criptomonedas siguen mostrando lo que se ve desde hace un mes y medio: rotación, con el bitcoin más estacionado y otros elementos del panel acercándose a la suba que tuvo la moneda estrella.

A última hora de anoche, mientras todos calculaban qué sectores podían perder si hay otra restricción de movimiento por el Covid, muchos operadores se preguntaban si esta suba de las acciones se puede contagiar a los bonos. Y como respuesta hubo tres señales: Hubo un duro diagnóstico del FMI sobre Argentina, remarcando que “la inflación es elevada y resta mucho para lograr la estabilización de la economía”. Una advertencia de Moody's, manifestando que sin acuerdo con el FMI el riesgo de que Argentina caiga en otro default es alto. Y como si eso fuera poco, la agencia Fitch remarcó que los controles de capital del gobierno argentino tienen dos efectos profundos en las empresas: por un lado debilitaron la flexibilidad financiera y por otro aumentaron el riesgo de refinanciamiento. Dicho de otra manera, si los cepos no se ablandan, la perspectiva no es halagüeña.

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