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Por la segunda ola, se ampliará la brecha entre los ganadores y perdedores de la pandemia

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19 abril de 2021

Ante la escalada de casos por la segunda ola de coronavirus, el Gobierno implementó nuevas restricciones para contener un posible desborde del sistema sanitario. Estas medidas tendrán un impacto en las actividades que aún no lograban recuperarse de la caída en 2020 y agravarán la heterogeneidad entre estas y las que estaban teniendo un buen desempeño, dice la consultora Ecolatina.

Durante el año pasado, el deterioro de la actividad fue muy distinto entre sectores. Los servicios, por lejos, sufrieron más que los bienes. Luego, entre el último cuatrimestre del año pasado y los primeros tres meses de 2021, algunas ramas de actividad lograron recuperar los niveles prepandemia, “mientras que otras se ubicaron más de 40% por debajo, como es el caso de hoteles y restaurantes”, sostiene un informe publicado ayer por Ecolatina.

Actividades afectadas

“En términos generales, los servicios se encontrarán, otra vez, mucho más expuestos que los bienes. Las nuevas restricciones perjudicarán principalmente a los sectores que ya venían más golpeados del año pasado: la gastronomía, la recreación, los servicios personales y culturales y el turismo, actividades que seguirán operando en niveles muy por debajo de la prepandemia durante todo el año”, consigna Ecolatina.

El grupo más golpeado, hoteles y restaurantes, se ubicó en enero por debajo de los niveles del primer bimestre de 2020. Por su parte, servicios sociales y personales (teatros, museos y espectáculos deportivos, por ejemplo), también se encontraba 20% por debajo de esos niveles. Si bien son sectores que no poseen un peso tan significativo en el PIB (algo menos del 5%), en conjunto representan casi el 10% del empleo registrado. “Por lo tanto, es probable que el trabajo formal se recupere incluso más lentamente que el nivel de actividad”, señala Ecolatina.

Además, el principal eje de las restricciones estuvo puesto en la circulación, que queda acotada a trabajadores en el transporte público y la prohibición de circular entre las 20 y las 6 de la mañana. Esto tendrá impacto en la venta de combustibles y, también, las perspectivas de recuperación de la actividad petrolera.

Ambos sectores venían rezagados en relación con el resto, registrando en enero niveles 15% y 8% inferiores a la prepandemia, respectivamente. “Si bien durante los meses recientes la mejora del contexto internacional y la puesta en vigencia del Plan GasAr comenzaron a dinamizar al segmento, la extensión de las restricciones al transporte y una menor movilidad general de la población aplazarán todavía más la recuperación de los niveles de cierre de 2019”, reporta el informe.

Sectores menos afectados (por ahora)

Por su parte, los sectores que vienen motorizando la recuperación económica serían “los menos afectados directamente”. El caso más resonante es el de la industria manufacturera, con un peso muy importante en el nivel de actividad (19% del PIB).

La industria es impulsada por el “veranito” que atraviesa la demanda de bienes durables e insumos para la construcción, junto con la actividad de diversos encadenamientos fabriles. En el primer bimestre no sólo estuvo 4% por encima de los niveles prepandemia, sino que además registró creación neta de empleo registrado después de más de dos años en rojo: +10.500 puestos de trabajo en enero.

Más aún, con los anuncios realizados hasta ahora, las nuevas restricciones no afectarían tanto el funcionamiento del sector. Por ende, aunque pierda ritmo, la recuperación podría continuar.

A contramano, la producción de bienes semidurables, como indumentaria, textil y calzado, no lograrán consolidar una expansión. “La suerte de estos segmentos seguirá limitada por la recuperación del ingreso real y la menor cantidad de reuniones sociales en relación con la prepandemia”, explica Ecolatina.

La construcción también tiene una evolución muy positiva. En enero se colocó casi 6% por encima de los niveles previos a la pandemia, impulsada inicialmente por un auge de la demanda asociada a pequeñas refacciones, ampliaciones o reparaciones. Si bien en los meses recientes se ha visto una desaceleración, comenzó a ser compensada por la reanudación de la obra privada de mayor magnitud y la recuperación de la obra pública.

Para Ecolatina, dada la relevancia estratégica del sector en términos de recuperación del empleo (sobre todo informal) y la dinamización de diversos encadenamientos, “no se prevé en lo inmediato limitantes y la construcción también seguiría por el sendero positivo”.

Los desafíos del comercio y el agro

El comercio minorista y mayorista pudo superar los niveles prepandemia en el inicio del año (+5%), lo cual ayudó notablemente a la recuperación agregada dado su peso en el PIB (14,5%). A su vez, explica aproximadamente el 17% del empleo registrado, aunque todavía no logró recuperar los puestos de trabajo perdidos por la pandemia (-23.000 en relación con febrero 2020, o 2%).

El informe considera que “las nuevas restricciones a la circulación, los mayores temores al contagio y las limitaciones sobre los horarios comerciales implicarán un mayor tiempo en el hogar y menor consumo en la calle, ralentizando la recuperación y afectando a negocios con menor desarrollo del canal online”.

A su vez, las perspectivas para el consumo masivo son desfavorables. “Si bien menores compras fuera del hogar podrían ayudar a estos canales, la masa salarial real no se recuperará sensiblemente en el corto plazo, complicando una mejora notable del consumo”, dice Ecolatina.

En otro orden se encuentra el agro, cuya evolución depende de factores idiosincráticos tanto de oferta como de demanda, menos vinculados a la pandemia. Resultado de la escasez de precipitaciones sobre las intenciones de siembra y los rendimientos, la consultora prevé para 2021 una merma próxima al 10% en la producción de los principales cultivos (trigo, girasol, soja y maíz).

No obstante, producto del “rally alcista” en el precio de las commodities agrícolas desde finales de 2020, “la valorización de la cosecha de los principales cultivos trepará cerca de US$ 7.000 millones, permitiendo incrementar el valor y la rentabilidad de los productores menos afectados por la seca”, estimaron.

Expectativas

En definitiva, las medidas para contener la pandemia afectarán principalmente a determinadas ramas de servicios, casualmente aquellas que presentan los menores niveles de actividad en relación con la prepandemia. En sentido contrario, la industria y la construcción afrontarán un año más favorable, ayudadas por los mayores protocolos y el reestablecimiento de parte de los puestos de trabajo perdidos durante el año pasado. “Como resultado, se terminará ampliando la brecha entre los sectores ganadores y perdedores del 2021, al tiempo que no prevemos un impacto significativo de las mayores restricciones sobre el PIB en el corto plazo”, aseguran.

Ecolatina proyecta que la actividad crecerá 6% en 2021, explicado por el arrastre estadístico positivo que dejó el 2020 (+5%). “Teniendo en cuenta que la situación sanitaria podría seguir empeorando, la principal incógnita es saber qué magnitud y alcance tendrán las futuras restricciones aplicadas. Por este motivo, no descartamos que puedan extenderse y comprometer a una mayor proporción de sectores y regiones, infringiendo un golpe a la economía aún mayor al esperado”, advierten.

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