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El nivel de actividad, al compás del Covid-19

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23 abril de 2021

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) tuvo un tropezón en febrero y tuvo la primera baja desde mayo de 2020. En concreto, el nivel de actividad del segundo mes de 2021 fue 2,6% menor al de febrero de 2020 y 1% menor al de enero pasado, aunque la serie llamada “tendencia ciclo” se mantuvo estable en 0%.

Con relación a igual período de 2020, se registraron aumentos en seis de los quince sectores que conforman el EMAE. Los tres sectores de mayor crecimiento en febrero fueron construcción (+11,7%), intermediación financiera (+3,5%) y comercio mayorista, minorista y reparaciones (+3,4%). En cambio, hoteles y restaurantes (-38,2%), otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (-17,7%) y transporte y comunicaciones (-15,6%) fueron los que, en conjunto con pesca (-16,7%), más disminuyeron en el segundo mes de 2021. Estos tres sectores tuvieron en conjunto una incidencia negativa de 2,7 puntos en el nivel general.

En los primeros dos meses de 2021, el indicador acumula una suba de 0,8% en la serie sin estacionalidad y se ubica sólo 2,3% por debajo del nivel prepandemia de febrero 2020”, dijeron desde el Gobierno ante El Economista.

El dato de febrero era previsible, pues se trató de un mes con muchas paradas técnicas de planta, que impactaron en la recuperación industrial en curso. La industria es uno de los principales componentes del PIB y lo ocurrido se explica en buena medida por ello”, dijo Daniel Schteingart (CEP XXI) en redes.

Los primeros datos de marzo son positivos, no solo en la comparación interanual (que por supuesto da muy elevada debido a que ya comparamos contra el primer mes de la pandemia, sino también contra 2019). En resumen, todo indica que el primer trimestre del año continuó la recuperación económica, aunque sin llegar todavía a los niveles prepandemia (si bien muchos sectores sí lo superaron, como la industria o la construcción, otros siguen abajo, como turismo o transporte)”, agregó.

Los privados

Freno a la recuperación: luego de 9 meses, la actividad se contrajo en febrero”, tituló Ecolatina su informe.

La llegada de la segunda ola pandémica cambió todo el panorama, sobre todo desde abril. “La actividad retornaría al crecimiento desestacionalizado en marzo: los datos de producción automotriz, acero y materiales para la construcción mostraron un buen desempeño el mes pasado, marcando que la segunda ola de Covid todavía no había impactado en la producción”, agregaron. El dato interanual será tan espectacular (podría orillar 30%) como engañoso (el país se paró desde mediados de aquel mes en 2020).

Más adelante, entrado el segundo trimestre, el nivel de actividad se verá afectado por las mayores restricciones que traerá la aceleración de contagios de Covid. Hay que tener en cuenta que las nuevas limitaciones implementadas hace unos días son más focalizadas y orientadas a la circulación, y no afectan sensiblemente la producción de bienes y servicios a nivel agregado. De todas maneras, esto no alcanzaría para evitar que haya un retroceso sobre el nivel de actividad: los comercios achicaron sus horarios de venta al público, las personas comenzaron a resguardarse más en los hogares por la alta circulación del virus y algunas industrias y/o comercios podrían verse obligados a cerrar temporalmente en la medida que haya contagios del personal”, señala Ecolatina. Eso podría impactar en las variaciones mensuales del EMAE.

En ese sentido, “el impacto final sobre la economía estará determinado principalmente por la duración de la nueva ola de contagios, las nuevas restricciones y el ritmo de vacunación.” A su vez, dice Ecolatina, “teniendo en cuenta que el contexto social es delicado, el Gobierno podría incrementar nuevamente su déficit para paliar la crisis”. Además, hay elecciones (en algún momento) y eso también induce un mayor gasto preelectoral.

El arrastre ayudará

Si el nivel de actividad del primer bimestre se mantuviera sin variaciones en lo que resta del año, la economía crecería 7,5% en 2021. Partiendo de ese elevado arrastre estadístico, entonces, la actividad se recuperará en 2021, aunque más ayudada por bajas bases de comparación que por una recuperación genuina”, dijeron desde Ecolatina, que esperan un promedio anual de 6%. El número final y las sensaciones de “la calle” estarán determinadas por el tándem casos y vacunas.

“Poco dinámica”

Para los próximos meses, dijeron desde LCG, “seguimos proyectando una actividad económica poco dinámica”. En línea con el mercado, proyectan que marzo cerró mejor que febrero y, de hecho, varios indicadores adelantados parecieran indicar que en marzo hubo mayor actividad (demanda de energía eléctrica, Índice Construya, comercio exterior, producción automotriz).

Pero el retorno de las restricciones debido a la segunda ola de contagios le ponen un techo a la eventual recuperación a partir del mes corriente. Si bien, por el momento, descartamos que el Gobierno vuelva a restringir las actividades del modo que lo hizo el año pasado, tanto por la extensión territorial como por lo prolongado en el tiempo, es esperable que las limitaciones impuestas tengan efectos sobre el crecimiento”, dijeron.

A nivel sectorial, los peores números estarán en comercio; hoteles y restaurantes y transporte y comunicaciones. “Sectores como la construcción, el agro y la agroindustria tienen las mejores perspectivas, pero no cuentan con el impulso necesario producto, en parte, de la falta de demanda y políticas erráticas”, dijeron.

Por el momento seguimos proyectando un crecimiento del PIB en torno al 6,5% y 7% para 2021, que resulta apenas por encima del arrastre estadístico que dejó la recuperación de finales de año. El crecimiento sigue siendo tan marginal que hacia finales de este año la economía seguirá operando por debajo del (último) techo alcanzado en noviembre 2017”, dijeron.

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