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Todos ganaron, menos los colchones y las cajas fuertes

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Luis Varela 12 marzo de 2021

Por Luis Varela

Con las nuevas cepas del Covid-19 todavía inquietando, y con algunos efectos adversos en determinados medicamentos, los gobiernos siguen acelerando todo los que pueden las vacunaciones pero, antes que nada, continúan regando de dinero sus mercados, con la expectativa de que el consumo interno no decline, para que las empresas sigan vendiendo y el empleo se mantenga.

El caso más difundido ayer fue el ocurrido en Estados Unidos, después de que el miércoles el Congreso le diera el sí al presidente Joe Biden (con resistencia republicana), por lo que el líder demócrata lanzará en su país un paquetazo de estímulo que duplicará a la gigantesca ayuda que había dado Barack Obama a partir de enero de 2009 para sacar Estados Unidos de una dura crisis por el colapso tras la burbuja de las hipotecas.

La cantidad de dinero que empieza a regar Biden casi no entra en la cabeza de nadie. Repartirá 1,9 billones de dólares. Pero para que esa montaña sea algo más comprensible puede decirse que le dará cheques individuales de 1.400 dólares (lo que en la Argentina serían más de $200.000) al 90% de las familias norteamericanas.

Y, por si esa cantidad de dinero no alcanza como para que los comercios, supermercados y demás centros de compras sean sostenidos, Biden también le dedicará 160.000 millones de dólares a la campaña de vacunación y 350.000 millones de dólares de ayuda a los Estados de la Unión.

Semejante inundación de dinero se está realizando en Estados Unidos. Pero no será el único país que riegue su economía con dinero desde helicópteros. Japón ya anunció hace unos días que también estimulará a todo vapor su mercado interno. Y ayer mismo la titular del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, anticipó que la Unión Europea también contará con ultra liquidez.

Obviamente, semejante cantidad de dinero arrojada desde cada uno de los gobiernos alteró la relación de las monedas. Y ayer el dólar y el yen fueron las divisas que estuvieron claramente a contramano del resto. En el exterior el dólar subió 0,1% contra el yen, pero bajó 0,4% contra la libra, 0,5% contra el euro, 1,4% contra el mexicano, 1,5% contra el chileno y si hundió 2,3% en Brasil.

Y en Argentina el movimiento se vio todavía más agrandado, ya que el Gobierno está utilizando al dólar para tenerlo como ancla contra un proceso inflacionario que sigue complicando y mucho. Ayer, el Indec confirmó que en febrero (un mes estacionalmente con inflación más tranquila) tuvo una suba de precios del 3,6%, por lo que en los últimos doce meses el incremento es del 40,5%, más de 10 puntos por encima del número que fijó Martín Guzmán para la inflación de todo el año.

El gran tema es que el Gobierno volvió a usar bonos ayer para mantener los dólares a raya, aunque no tantos títulos como venía haciendo. Y en el balance de operaciones con divisas, el Banco Central logró comprar 100 millones de dólares, aunque como viene ocurriendo últimamente al final del día la autoridad monetaria logró quedarse con un aumento de reservas menor: sumó US$ 56 millones y ahora tiene US$ 39.806 millones.

Frente a este movimiento, ayer entonces se logró un nuevo round con extensión de pax cambiaria. Con un agregado: la AFIP le comunicó a los que deben pagar el aporte solidario que pueden hacerlo en cinco cuotas, solo que si lo hacen de ese modo tendrán que pagar una tasa anual del 40%, por lo que verá qué deciden de acá a fin de mes.

Con todo eso de fondo, el dólar turista subió 23 centavos hasta $159,14, el oficial subió 14 centavos hasta $96,45, el blue se desplomó $3 hasta $140 y el mayorista subió 6 centavos hasta $90,78. El dólar MEP bajó 70 centavos hasta $144,30 mientras que el contado con liquidación subió 16 centavos hasta $149,08.

La ola de billetes verdes regada por Biden desplegó ayer en el microcentro una frase que sentenció el día: "todos ganaron, menos las cajas fuertes y los colchones". Y de hecho debe remarcarse que con la baja de ayer del dólar blue, la brecha entre el oficial y el paralelo bajó hasta el 45%, su menor diferencia desde abril del año pasado, mientras que la del CCL con el mayorista subió al 64%.

Por supuesto, con el precio de ayer el dólar blue volvió a valores de hace siete meses, pero el peso argentino sigue perdiendo valor contra otras monedas no dólar. Ayer, por ejemplo, medidos en pesos el euro saltó 69 centavos hasta 108,83, la libra subió 67 centavos hasta 127,02 y el real subió 36 centavos hasta 16,40.

Y, de fondo, se sigue armando otra bomba de tiempo que habrá que ver cómo hace Guzmán para desactivar. Ayer el BCRA aumentó la masa de Leliq, ya que tomó otros $187.140 millones al 38% anual, con los bancos pagando plazos fijos CER o 37%. Y debe advertirse que muchos de los plazos fijos que absorbe el Central pagando 38% son ajustables por CER o por UVA+1, por lo que esas colocaciones están rindiendo entre 40,5% y 41,5%, por encima de lo que la autoridad monetaria paga.

Debajo de todo ese movimiento, los bonos argentinos siguieron con precios débiles, aunque no tanto como en las ruedas anteriores, por lo que el riesgo país tuvo un alivio: ayer bajó 19 unidades, hasta 1.631 puntos básicos. Y el indicador es ciertamente extraño, ya que ayer entraron 14 balances a la Bolsa porteña, de los cuales nueve tuvieron resultados negativos. Las empresas están sufriendo el esquema de precios congelados, los costos les suben y el balance final es muy complicado.

Así y todo, con tantos dólares en el aire, Wall Street volvió a bailar la música que más le gusta. Sus índices tuvieron subas del 0,6% al 2,5%, con el Dow como el más débil y el Nasdaq como el más exultante. Pero mirando adentro, en las variaciones de los papeles, se está observando que pese al gran estímulo sigue la gran rotación, con muchas empresas que siguen sufriendo bajas (ayer General Electric y AstraZeneca)) y otras que recuperan tras caídas robustas (como Mercado Libre). Las bolsas latinoamericanas acompañaron, con San Pablo ganando casi 2% y México con un avance mucho menor.

Y en el mercado bursátil local hubo otro día de rebote. Con menos negocios, $756 millones en acciones y $1.518 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 2,2%. Y lo más destacado del caso es que los ADR argentinos que operan en NY anotaron una suba casi en bloque, que llegó al 12% de avance, con Despegar y Mercado Libre arriba de todo, pero reiteramos tras las fuertes caídas de las ruedas anteriores.

Finalmente, las commodites también tuvieron su oleada de dólares. El petróleo subió a su mayor valor en 17 meses, es decir pre pandemia, con el Brent arañando los US$ 70. Los metales preciosos casi no se movieron. Los metales básicos volvieron a repuntar, tras unos días de duda. Los granos estuvieron mixtos, con resultados dispares en Chicago y Rosario, tanto para el trigo, la soja y el maíz. Y las que no se rinden son las criptomonedas, con el bitcoin estirando otro poco el cogote, ubicándose a milímetros de su récord de hace dos semanas, a pesar de que hubo cierto nerviosismo con el Ethereum, ya que sus intermediarios están amenazando con una extraña huelga digital, hay que estar alerta.

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