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La tasa mostró los dientes: 60% cash y 40% activos líquidos

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Luis Varela 01 marzo de 2021

Por Luis Varela

Lentamente, el proceso de vacunación contra el Covid-19 va avanzando. Con un número que sube minuto a minuto, ya fueron inoculadas 235 millones de personas en todo el planeta, el 3% de la humanidad. El proceso tiene grandes diferencias, con países ricos y organizados con mucha vacunación (sólo por citar algunos ejemplos Israel ya se vacunó al 92% de su gente, Emiratos Arabes Unidos 60%, Gran Bretaña 29,3%, EE.UU. 21,3% y Chile 17,5%. Nada menos que 145 países todavía no recibieron ni una sola dosis y un país como Argentina viene muy de atrás, con menos de un millón de la población vacunada, el 2%, y con un millón de vacunas chinas recién llegadas, por lo que en lo inmediato pasará al 4%.

La recuperación

Más allá de la aparición de nuevas cepas del virus, el avance que se va registrando está planteando en algunos de los países más afectados que para junio o julio se levantarán todo tipo de restricciones, por lo que los niveles de actividad económica mundial deberían tender a normalizarse, planteando un rebote económico que sacará a muchas naciones de fuertes caídas en 2020 a repuntas que los dejarán en niveles pre pandemia, o al menos en condiciones parecidas a lo que había hace unos diez meses.

En Argentina, ya se anunció, el año pasado la caída fue del 10% y para este año se espera un repunte del 5%, por lo que volver a los números anteriores será más trabajoso.

Con la enfermedad y el repunte económico como foco, la convicción de que se lograrían vacunas contra la pandemia determinó que entre noviembre y mediados de febrero hubiera una sensación de "Belle Epoque", con buena parte del mundo imaginando que todo estaba resuelto y eso determinó una suba explosiva para valores clave para el consumo mundial. Sólo por tomar unos pocos ejemplos, en apenas 90 días el barril de petróleo pasó de US$ 35 a US$ 64, la soja voló en Chicago de US$ 380 a US$ 525 y el cobre brincó de US$ 6.700 a US$ 9.583 por tonelada. Con otros casos se dieron situaciones todavía más extremas como el Bitcoin que explotó de US$ 13.000 a más de US$ 58.000.

Esta ebullición de casi todos los precios básicos del consumo mundial no se dio únicamente medida en dólares, sino que también se observó medida en euros, en yenes, en yuanes o en otras monedas, y encendió las alarmas de los bancos centrales de las naciones principales, ya que la amenaza de mayor inflación mundial podría ser un efecto secundario que se herede de la vacunación, por la sensación de fiesta, por la seguridad de haber superado la enfermedad: gastemos porque seguiremos con vida.

La suba de tasas

Esta ola de aumentos hizo que los paquetes de estímulos económicos que tienen preparados los bancos centrales principales no se arrojen como baldes a un incendio, como se venía haciendo, sino que se proceda con movidas mucho más graduales y puntuales. En general, con un ojo en la inflación, los jefes de los organismos monetarios juran que las tasas cortas seguirán muy cerca del 0%, por lo que hubo una generalizada salida de los papeles estatales, provocando, como movimiento inverso, suba en las tasas de interés de largo plazo.

Además de eso, empezaron a verse en Wall Street y otros mercados jugadas especulativas con volatilidades tremendas. Solo por citar un ejemplo, decenas de millennials que participan del foro de Reddit, un sitio web donde los usuarios pueden añadir textos, imágenes, vídeos o enlaces, provocaron una ola de compras de una empresa menor como GameStop, haciendo que su precio explote: en dos meses su cotización fue de US$ 19 a US$ 347, para luego caer hasta 40 y después volver a subir a más de 101. Esta tremenda volatilidad también se vio con otros papeles y eso empezó a generar en los inversores la conciencia de que los precios de las acciones están en niveles de burbuja y que hay crecientes posibilidades de que todo se pinche.

Así, la venta de bonos del Tesoro de EE.UU., que había llevado la tasa del papel a 10 años de 0,5 a 1,53% anual se dio vuelta. Los que empezaron a vender acciones compraron bonos a 10 años con esa tasa más suculenta, y la suba del precio contado hizo que esa tasa larga cediera entre jueves y viernes pasados a 1,40% anual. Y con el bono a 30 años el camino fue parecido: estaba en 1,19% anual, subió a 2,31% y durante jueves y viernes retrocedió hasta 2,15%.

El caso es que este pulso en la tasa advirtió a muchos inversores novatos que si la inflación llega a EE.UU. la Reserva Federal se verá obligada a subir la tasa corta, sobre todo si el virus se apaga y si la actividad vuelve a la normalidad. Ahora todos están convencidos de que la renta que ofrecerá la tasa le dará una estocada al corazón de los activos de riesgo, y eso va sumando vendedores de papeles privados y de todos los refugios y activos que volaron entre noviembre y mediados de febrero.

Activos en baja

Así, hay descompresión en todo lo que se mire. En los últimos días el petróleo llegó a US$ 64 y volvió a US$ 61,60. Y medidos en dólares, el oro cayó de 1.811 a 1.732, la plata fue de 28,35 a 26,66, el cobre de 9.570 a 8.993 y el níquel de 19.720 a 18.562. El aluminio de US$ 2.237 a US$ 2.158 y el Bitcoin de US$ 58.300 a US$ 44.500. Y lo que más le interesa a la Argentina, la soja Chicago achicó de US$ 525 a US$ 516, el maíz fue de US$ 221 a 218 y el trigo de US$ 250 a US$ 219. En la Bolsa de Rosario, en todo febrero, el girasol y la soja subieron 2%, pero el maíz bajó 2,6% y el trigo cayó 5,5%.

Esta baja en los activos motorizó una compra global de dólares, por lo que el billete verde (postergando la baja que se espera para este año) subió en la última semana entre 0,3% y 3,9% contra las principales divisas mundiales, con el real, el peso chileno y el peso mexicano como las monedas más afectadas (con bajas semanales del 2% al 4%), mientras que el yuan, el euro y la libra también bajaron contra el dólar, pero con descensos de entre 0,3% y 0,6% en la última semana del mes.

En Argentina, por necesidades de fin de mes, vencimiento del impuesto a la riqueza, pagos de sueldos y otros gastos, el dólar blue bajó en la última semana 0,7%, pero los dólares financieros subieron: el MEP trepó 0,9% y el CCL mejoró 0,8%, cortando cien días de bajas casi permanentes, por lo que la pax cambiaria entró en una suerte de pausa, que podrá entrar en riesgo una vez que se pague el impuesto a la riqueza a fin de marzo, sobre todo si se sigue postergando la negociación con el FMI.

La cuestión es que esta suba de tasas internacionales y este dólar más firme, tanto afuera como adentro, motorizaron una fuerte baja en las bolsas de todas partes. Y en la Argentina en particular, además de bajar la Bolsa de Buenos Aires, también se observó una nueva caída del 1,5% para los titulos públicos, por lo que el riesgo país está en el nivel más alto desde que se hizo el canje de deuda a fines de agosto: el viernes alcanzó los 1.517 puntos básicos. Con los niveles de riesgo de otros países latinoamericanos también hacia arriba porque una suba de tasas, con commodities frenados, será durísima para la región. Pero, para entender cómo estamos, debe decirse que el riesgo país de Brasil es de 299 puntos, de México 219, de Uruguay 151 y el de Perú 135.

Pero igual, tasas más altas y commodities menos empinados, más la gran especulación en Wall Street, hizo que la semana pasada las Bolsas tuvieran un fuerte recorte. Hubo bajas del 0,7% al 7% en todos las plazas: San Pablo fue la peor de todos, pero la de Buenos Aires fue muy castigada, con una caída del 5%, que devolvió al índice Merval en dólares hasta 332 puntos, 81% por debajo del récord de hace 38 meses y 51% abajo del promedio de los últimos 17 años.

¿Qué se ve a partir de ahora, con el inicio de marzo? Gobiernos, bancos, operadores, empresas, todos, buscan transmitir tranquilidad. Temen que los inversores entren en estampida: que empiecen a aparecer órdenes de venta, y que no haya compradores del otro lado. Con un semblante no demasiado seguro, un operador detalló lo que supone: "La Fed seguirá sosteniendo, Jerome Powell manejará el joystick para que la descompresión sea gradual, ya limitó las operaciones cortas hace ocho días para que las ventas tengan que ser escalonadas”.

Los inversores adictos repiten por doquier: “Viste que no hubo apocalipsis, te equivocaste". No quieren ver que contra máximos YPF pierde 93%, Petrobras 89%, Galicia 88%, Zoom 34%, Tesla 24%, Bitcoin 23%, Mercado Libre 17%, oro 16%, Facebook y Apple 15% e incluso la onza de plata está 9% abajo. Cuál es el esquema con el que los grandes fondos de inversión abren hoy el mes: "Estamos 60% cash y 40% únicamente en activos muy líquidos, que permitan encontrar un comprador del otro lado si tenemos que vender de apuro".

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