El índice de precios al consumidor en Estados Unidos subió 0,4% en febrero con relación al mes anterior y 1,7% frente a febrero del año pasado. El incremento de los valores de la energía tuvo mucho que con ese comportamiento y por eso, la inflación básica que excluye a los rubros más volátiles, sólo subió el 0,1% en términos intermensuales y 1,3% interanual.
Este dato se suma a otros que muestran una aceleración de la inflación que podría mantenerse en los próximos meses en línea con lo que espera el mercado como lo demuestra la suba que se registra en el rendimiento de los bonos del Tesoro. El impulso que recibirá la economía con el nuevo paquete por US$ 1,9 billones y los avances en la vacunación presionarán sobre los precios, pero tanto en el Departamento del Tesoro como en la Reserva Federal creen que se tratará de algo transitorio.
Jerome Powell afirmó reiteradamente que la política de estímulos monetarios no se alterará y que la Fed está dispuesta a tolerar durante un tiempo una tasa de inflación que supere la meta del 2%. Más aún, si se viene de un año de baja inflación como fue 2020 que tuvo el registro anual más bajo desde 2015.
Por otra parte, según una encuesta realizada por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, los estadounidenses estiman que los precios subirían 3,1% durante el próximo año, el mayor incremento esperado desde mediados de 2014.
