Por Gonzalo Martínez Mosquera
El mundo cripto sigue avanzando a paso seguro y esta semana se conoció una noticia que podría acelerarlo mucho más.
Vitalik Buterin, el creador de Ethereum, confirmó que aproximadamente en un mes ya estarían listos los rollups que le permitirían escalar 100 veces.
La segunda red en importancia detrás de Bitcoin es víctima de su propio éxito. La gran demanda generó un aumento de las comisiones que hace prácticamente imposible el uso de muchas aplicaciones.
El lanzamiento de los rollups permitiría multiplicar la capacidad de procesar transacciones lo cual reduciría el costo de uso de la red. Esta solución es transitoria mientras se avanza con la evolución hacia “Proof of Stake”, tecnología que le permitiría escalar definitivamente.
¿Cómo es la adopción cripto por país?
El uso de las criptos no es igual en todos los países.
Una encuesta que hizo Statista muestra que el liderazgo lo tiene Nigeria donde la gente utiliza las criptos principalmente para transferencias internacionales. En ese país está muy difundido el uso de teléfonos para realizar pagos, lo cual facilitó mucho la adopción.
El segundo lugar entre los 74 países rankeados lo comparten Vietnam y Filipinas, donde las cripto son una gran herramienta para realizar transferencias internacionales.
Capítulo aparte merece Turquía, que ocupó el cuarto lugar. El presidente de ese país, Recep Tayyip Erdo?an, echó la semana pasada al presidente del Banco Central de Turquía insistiendo con la hipótesis de que subir la tasa de interés es inflacionario (visión compartida con la Teoría Monetaria Moderna). La noticia derrumbó a la lira turca y tuvo su contrapartida en el mundo cripto.
Las búsquedas en Google de la palabra Bitcoin subieron cerca de 500% como respuesta, lo que demuestra una vez más que ese activo se perfila como una opción más de reserva de valor y cobertura ante expectativas de mayor inflación.
En Sudamérica también crece el interés por el ecosistema.
En Brasil, se aprobó el primer fondo común de inversión de Bitcoin en la región. El único país con ETFs en aquel activo hasta ahora era Canadá, que ya cuenta con 3 opciones.
El mercado espera con ansias el lanzamiento en Estados Unidos. Recordemos que muchas instituciones no pueden acceder a exposición a dicho activo a menos que sea a través de esa herramienta financiera.
En Argentina por su parte, se lanzó AgroToken, una stablecoin colateralizada en soja.
Las stablecoins surgieron como forma de tener dólares en la blockchain con respaldo en cuentas bancarias reales, algo así como un “cripto dólar”. En este caso, el respaldo está en soja.
Un país donde la grieta política va trasladándose de a poco al mundo cripto es Estados Unidos.
Los estados “republicanos” suelen tener una mayor apertura a aceptar la nueva tecnología. Por ejemplo, el Senado del Estado de Wyoming acaba de dar el primer paso para darle personería jurídica a las DAOs (Organizaciones Autónomas Descentralizadas).
Las DAOs son organizaciones cuyas reglas y participación se encuentran programadas en la blockchain. Para participar uno debe comprar un token (una cripto similar a lo que sería una acción de una empresa) que le da derecho a votar sobre el funcionamiento de dicha organización.
Por su lado, el Estado de Kentucky, en una movida muy controversial, aprobó incentivos impositivos para atraer inversiones en minería de criptomonedas. Recordemos que la minería puede generar severos daños al medioambiente.
Por último, el país del norte podría ver sus primeros cajeros automáticos bancarios de Bitcoin. Blue Ridge Bank, basado en el Estado de Virginia, lanzaría las primeras sucursales automáticas para la compra de aquel activo.
Morgan Stanley, Visa y hasta el Banco Central francés
El mundo bancario y el de las criptomonedas parecen cada día más cercanos.
El banco de inversión Morgan Stanley anunció que permitirá a sus clientes más ricos acceder a fondos con exposición en Bitcoin. En una carta a sus asesores financieros señaló que sólo podrán ofrecerlos a personas con alta tolerancia al riesgo y al menos US$ 2 millones en activos depositados en el banco.
La tarjeta de crédito Visa, en tanto, firmó un acuerdo con Crypto.com para dar préstamos con colateral en criptomonedas. Las empresas ya tienen un acuerdo en 30 países por el cual se puede pagar usando tarjetas VISA fondeadas por activos del criptomundo.
Incluso los bancos centrales podrían empezar a respaldar sus bases monetarias con criptos.
Esta semana, Jean-Michel Mis, un representante de la Cámara Baja del Congreso francés, presentó una petición para modificar la carta orgánica de su banco central de tal modo que este pueda comprar y tener Bitcoin.
El City, Cristiano Ronaldo y la mujer maravilla
Así como existen las DAOs, organizaciones descentralizadas comentadas anteriormente, cada vez son más los clubes que se suman a la moda de dar participación a sus hinchas en las decisiones del club.
Esta semana Manchester City se imitó al Barcelona y la Juventus y lanzó su propio Token “City Fan Token”, el cual le permitirá a los fanáticos recibir premios, participar en “experiencias únicas” y votar por distintas iniciativas.
Cristiano Ronaldo, por ejemplo, recibió esta semana 770 JUV fan tokens (la crypto de Juventus) por cada gol convertido en su carrera profesional. Cada uno de esos tokens cotizan en aproximadamente US$ 15.
Como comenté la semana pasada, la novedad de los últimos tiempos en el ecosistema son los NFT (tokens no fungibles) que son activos digitales únicos e irrepetibles que viven en la blockchain.
Ahora se supo que José Delbo, un artista argentino vendió dibujos de la mujer maravilla en formato NFT por US$ 1,8 millones (uno de ellos en US$ 300.000 dólares).
La editorial DC, dueña de los derechos del personaje, salió al cruce intentando frenar la movida. El problema es que el mercado de NFTs aún no está regulado, lo cual genera un vacío legal.
Me pregunto qué pensará Miguel A. Pesce, el presidente del BCRA, al respecto.
Es un tema difícil de regular. ¿Es una exportación? Dado que la blockchain no existe en ningún lugar físico único, ¿cómo determinar donde se hizo la venta? Por suerte, es un tema que escapa al alcance de esta columna.
