El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó hoy que su país estaba listo para enfrentar a China como fuera necesario, consideró que la relación con la potencia asiática es la "mayor prueba geopolítica" del siglo y subrayó que la relación con ella se establecerá desde "una posición de fuerza".
Blinken prometió que el gobierno del presidente Joe Biden enfatizará la diplomacia sobre la acción militar y desarrollará la cooperación internacional en desafíos globales, como el cambio climático y la pandemia de coronavirus.
En ese sentido, destacó el compromiso de defender los derechos de Hong Kong y de la etnia uigur y dijo que, de no hacerlo, "China actuará aún con mayor impunidad". "China es el único país con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para desafiar seriamente el sistema internacional estable y abierto, todas las reglas, valores y relaciones que hacen que el mundo funcione como queremos", manifestó, según la agencia de noticias AFP.
"Nuestra relación con China será competitiva cuando deba ser, colaborativa cuando pueda ser y contradictoria cuando deba ser, y nos relacionaremos con China desde una posición de fuerza", advirtió.
Blinken indicó que Biden será moderado en la acción militar pese a haber ordenado un ataque aéreo la semana pasada en Siria contra paramilitares chiítas iraquíes apoyados por Irán. "En casos futuros, cuando debamos emprender una acción militar, lo haremos solo cuando los objetivos y la misión sean claros y alcanzables, consistentes con nuestros valores y leyes y con el consentimiento informado del pueblo estadounidense", dijo Blinken, y agregó: "Y lo haremos junto con la diplomacia".
El jefe de la diplomacia estadounidense advirtió sobre una "erosión de la democracia" en todo el mundo, que incluye a Estados Unidos, y señaló como ejemplo el asalto del 6 de enero pasado al Capitolio por parte de seguidores del exmandatario Donald Trump. Si Estados Unidos no promueve la democracia, "le hacemos el juego a adversarios y competidores como Rusia y China, que aprovechan cada oportunidad para sembrar dudas sobre la fuerza de nuestra democracia", agregó.
Sin embargo, aseguró que Biden no tiene interés en llevar la democracia al mundo "mediante costosas intervenciones militares o intentando derrocar regímenes autoritarios por la fuerza", ya que el país lo intentó en el pasado sin éxito. No obstante, no mencionó el nuevo ataque que hubo hoy en una base en Irak en el que un contratista estadounidense murió de un paro cardíaco.
