Según distintos indicadores, la economía de China tuvo una fuerte expansión en el bimestre enero-febrero cuando se lo compara con el mismo período de 2020 cuando el surgimiento del Covid obligó a restringir muchas actividades, pero muestra alguna desaceleración con relación a los últimos meses del año pasado.
En términos interanuales, la producción industrial subió 35,1% y las ventas minoristas registraron una expansión de 33,8%, pero sólo subieron el 0,56% en febrero contra enero. Esos datos ratifican que el modelo de crecimiento seguirá asentado sobre la producción industrial y las exportaciones más que en el consumo interno. A su vez, la inversión en activos fijos creció 35%, pero la tasa de desempleo urbano pasó de 5,2% en diciembre a 5,5% en febrero.
Según los analistas, durante el primer semestre se observarán tasas de crecimiento interanuales muy altas en todos los indicadores dada la baja base de comparación.
En el primer trimestre de 2020, el PIB tuvo una histórica contracción de 6,8% y ahora se espera una expansión de 15% o más. Luego de haber crecido 2,3% el año pasado, las autoridades de China fijaron un piso de 6% para 2021. Sin embargo, los analistas privados estiman que el PIB subirá algo más del 8% como consecuencia de una mayor demanda mundial para sus productos lo que le permitirá mantener su papel clave en la recuperación de la actividad global.
De todas maneras, paquete de estímulos de Biden mediante, China será desplazada por Estados Unidos, por primera vez desde 2005, del puesto de mayor contribuyente al crecimiento mundial.
