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Tus hijas deberían ahorrar en Bitcoins

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10 febrero de 2021

Por Ariel Scaliter (*)

Hoy todo el mundo habla de Bitcoins, de la jugada de Elon Musk, de los fondos de inversión que decían que no y ahora dicen que sí, de PayPal y de Visa que entran en el negocio para que gastes con tarjeta lo que ahorras en criptomonedas, de los stablecoins, de las finanzas descentralizadas, pero sobre todo de cuánto vale el Bitcoin.

Pero, realmente, ¿de que deberíamos hablar cuando hablamos de Bitcoin y de las criptomonedas?

¿Deberíamos hablar de la tecnología que las soporta, el blockchain? ¿Deberíamos hablar de las regulaciones? ¿Deberíamos realmente hablar del precio del Bitcoin?

Lo que está pasado va mucho más allá de la valuación: lo que está pasando es un movimiento social y cultural. El movimiento de la confianza.

Deberíamos preguntarnos primero, ¿en qué confiamos? ¿Confiamos en los gobernantes y los políticos? ¿Confiamos en los bancos centrales y en los reguladores? ¿Confiamos en el “mundo financiero”, en los operadores de Bolsa y en los acuerdos comerciales entre las grandes potencias mundiales?

Lo que pasa con las criptomonedas es simplemente el efecto de un enorme sector de la población mundial que tiene distintas razones para cambiar su eje de confianza, que se corre de los sistemas financieros actuales porque no cree o porque está excluido.

Un grupo de personas que crece día a día y que ve horrorizada como se pueden imprimir billetes (dólares, pesos, euros u otros) sin control ni respaldo, pero que entiende que cuando se habla de criptomonedas no se pueden cambiar las reglas de este nuevo “dinero programable”, que no entiende porque existen tantos intermediarios que ofician de proveedores de confianza cuando se puede programar las reglas mediante contratos inteligentes, bajando los costos y haciendo más eficientes y transparentes todas las transacciones.

En el mundo crypto no todo es color de rosa y los stablecoins colaterizados en dólares son riesgosos, ya que el dólar es riesgoso, pero existen muchos proyectos que trabajan para crear monedas colaterizadas con activos reales, que serán más confiables. Existen muchos negocios con alto nivel de volatilidad que ofrecen altos intereses para depositar criptomonedas, pero existen muchos proyectos para crear sistemas descentralizados donde los usuarios prestan y toman dinero sin necesidad de intermediarios y basados en la ley de oferta y demanda.

Como en todas las áreas, existen buenos y malos proyectos, pero la decisión de cuales sobreviven es de la gente. Todo es transparente, todos los contratos inteligentes que representan las distintas criptomonedas o plataformas son públicos, nadie está obligado a usar ningún sistema en particular y, en el caso del Bitcoin, no existe ningún ente centralizado que censurar, ni prohibir, ni influir. Si la gente confía en el Bitcoin, el Bitcoin existe.

Vivimos en épocas de grandes cambios, acelerados por un virus que no esperábamos. El movimiento del blockchain y las criptomonedas no es más una ilusión, es un movimiento que crece, basado en comunidades que creen en sus proyectos y los apoyan invirtiendo en ellos, en personas que no creen en los sistemas financieros actuales y ven una oportunidad para demostrar que pueden cambiar y ser mejores.

A mis hijas les propongo ahorrar en Bitcoin y criptomonedas, no porque sea un gran negocio. Lo hago para que le puedan decir a sus hijos 'yo fui parte del movimiento que cambio la historia e hizo este mundo un lugar más transparente, confiable e inclusivo'.

(*) Director del Area de Blockchain y Criptoeconomía de la Universidad del CEMA. Las opiniones expresadas son personales y no necesariamente representan la opinión de la UCEMA

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