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Trampa de liquidez, dromedario e inversores novatos afectados   

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Luis Varela 03 febrero de 2021

Por Luis Varela

Con casi todos los mercados del mundo sumergidos en una trampa de liquidez, con activos que en muchos casos alcanzaron valores insólitos, insostenibles si se analizan los flujos reales de oferta y demanda de bienes, una serie de eventos desarrollados ayer vuelven a encender una clara luz amarilla que indica que el mundo de las finanzas ha llegado a una altura en la que sólo se pueden mover los inversores expertos, mientras que los apostadores novatos pueden caer en precipicios dolorosos.

Es tanto el dinero en efectivo liberado por los bancos centrales en todas partes, no solo de dólares, sino de todas las monedas: euros, yenes, yuanes, libras, rupias, rublos e incluso francos suizos, que los precios de los bonos llegaron a cotizaciones límite, con tasa a vencimiento insignificantes y, por eso, en los últimos tres trimestres todos los que tienen los bolsillos llenos de billetes se lanzaron a comprar lo que fuera, imaginando que en algún lugar había un bitcoin de 2010 o una Tesla de 2015, y que puede haber saltos infinitos en papeles que por ahora se mantienen tapados.

Así, como ya relatamos en las últimas crónicas, inversores novatos, con poca experiencia fueron siguiendo todo tipo de rumores en las redes y con movidas en la que están involucrados decenas de compradores se pusieron a tomar posición al encontrar que fondos de inversión profesionales, que ya vivieron otras crisis, como las de las puntocom, las de las hipotecas, la de Lehman y otras, están empezando a jugar a la baja porque entienden que estos precios de burbuja significan una verdadera zona de riesgo, y que la suba no puede extenderse mucho más.

La ilusión de que los activos van a entrar en una suba todavía sostenida está atada a la llegada de las vacunas y a la suposición que el repunte de la economía global se dará en forma de "V", ya que para junio, julio o agosto el covid-19 puede quedar atrás y que el nivel de actividad traccionará de una manera imparable, por lo que desde algunos consejeros tradicionales de inversión como Goldman Sachs o Morgan Stanley aconsejan comprar, tomar posiciones, cada vez que aparezca alguna baja sensible.

Los tiempos por venir hacen que muchos operadores crean que la destrucción de empleo que sufrieron las principales economía permitirán que pese a la llegada de las vacunas la inflación se demorará, por lo que las subas de las tasas de interés de la Fed, del BCE y del BoJ no aparecerán este año y que, en consecuencia, las bolsas seguirán traccionando durante toda esta temporada.

Sin embargo, muchos de los que creen que el cielo no tiene límite sufrieron en las últimas horas un mal trago importante, que los debe tener bastante inquietos, si es que no desarmaron ya sus posiciones, asumiendo las pérdidas, habiendo aprendido que en inversione ni las copas de los árboles llegan al paraíso, ni las raíces al invieron.

Y como muestras de estos movimientos, inflados artificialmente por rumores en las redes, sueños de fortunas incalculables en pocos minutos, se repitieron por decenas en los últimos días. Sólo para que se entienda, se puede dar como muestras algunos botones. Estuvo muy difundido el ida y vuelta del bitcoin, que saltó de US$ 15.000 a US$ 41.000 y que ahora se debate en la zona de los US$ 35.000. Pero hay otros casos con diferencias mucho más notables.

La minúscula compañía GameStop valía US$ 30 dólares en Wall Street, llegó a US$ 350 y ayer cayó hasta US$ 90. AMC valía US$ 2, llegó a US$ 20 y ayer cayó hasta US$ 7,82. Blackberry pasó de US$ 6 a US$ 25 y ayer terminó en US$ 11,55... Y podríamos seguir con los ejemplos hasta terminar ocupando toda esta página, pero con algunos se entiende el fenómeno.

Con efectivo ilimitado y tasas de interés cerca de cero, el juego es comprar un papel olvidado, lanzar una batería de rumores que advierten sobre posibles fusiones, adquisiciones, inversiones, descubrimientos o lo que fuere, los inversores novatos creyeron montarse a un a un caballo brioso que terminó siendo dromedario, con una joroba que marcaba una suba inicial y una posterior baja.

Lo increíble del caso es que es tan potente la trampa de liquidez, que a pesar de esas bajas puntuales en esos pequeños papeles con poca influencia, la Bolsa de Nueva York logró escalar ayer otro poco: sus índices mostraron una suba del 1,5%, con todo Wall Street esperando con ansiedad el estímulo que está impulsando el presidente Biden para que se reactive el consumo, mientras se vacuna a más de un millón de personas por día contra el Covid.

El dato, si se quiere intimidante, es que ayer los dos hombres más exitosos del mundo a lo largo de los últimos dos años, Elon Musk y Jeff Bezos, los dueños de Tesla y Amazon, respectivamente, decidieron desensillar del corcel. Después de haber contribuido a esta corrida de inversiones, Musk anunció ayer que se ausentará de Twitter durante un tiempo, y que no seguirá lanzando señales. Y Amazon anunció también ayer que su fundador y CEO, Jeff Bezos, abandonará el cargo este año.

Este oleaje estrepitoso se da con un dato intimidante para Argentina. Después de que YPF anunciara una nueva oferta, que sería una joya para sus acreedores, los fondos Blackrock y Fideliti anunciaron que rechazaban la propuesta. Eso ocurrió un día después de que otro fondo de inversión muy tradicional de Wall Street, Greylcok Capital se declarara en concurso de acreedores.

Hasta ahora todo el mundo estuvo enfocado en la emisión de dólares de la Fed y suponían que tendríamos a un dólar débil durante de todo este año. Pero el caso es que no solo hay dólares volando, también hay euros, yenes y otras monedas. Y los inversores que no son novatos, ven problemas por delante, y buscan diferentes refugios, y en estos casos el dólar siempre está en las primeras filas.

Así, ayer en el exterior el dólar subió 0,2% contra el euro y 0,1% contra el yen, no cambió contra la libra, pero bajó 0,1% en Chile y México y declinó 1,5% en Brasil, con los mercados emergentes sostenidos, ilusionados por los precios de las commodities más altos en muchos años. Pero ayer, con esta trampa de liquidez, y con las vacunas en marcha, no todos las commodities siguieron de festejo.

Con recorte de la oferta de los árabes y con perspectivas de más actividad por las vacunas, el petróleo logró mejorar otro 2% y se ubicó en el mejor precio de 13 meses. Pero los metales básicos, que sirven de insumos para las industrias que deberán disfrutar de ese mayor consumo, estuvieron mixtos, con bajas para el cobre y el níquel. Y los granos, que habían saltado por los aires, volvieron a enfriarse: la soja había llegado a US$ 525 y ayer terminó a US$ 497.

Y las posiciones refugio más exitosas de los últimos tiempos son un disloque. Ayer hubo bajas para el oro, desplome para la onza de plata, última tabla de surf tomada por los inversores millennials. Mientras que las criptomonedas, con mucha prensa, volvieron a repuntar.

Con todo ese movimiento, y con la negativa a YPF, en un canje que debe definirse este viernes, el mercado argentino estuvo a la cola de todo este movimiento. La Bolsa de Buenos Aires operó $866 millones en acciones y $1.742 millones en Cedears, con el índice S&P Merval apenas 0,2% arriba, mucho menos sostenido que los aumentos en San Pablo y México.

Y los bonos argentinos siguen planchados, con el ministro Guzmán anunciando que hoy realizará una nueva licitación para poder pagar los vencimientos que tiene delante de la nariz. Desde hoy a las 10 Economía sale a colocar más deuda: una Ledes en pesos a descuento con vencimiento en junio próximo (S30J1); un Lepase en pesos a tasa variable con vencimiento en junio próximo y un Bono Badlar con vencimiento en febrero de 2023. Detrás de eso los bonos siguieron en un pantano y el riesgo país sigue en las alturas: subió 3 unidades, hasta 1.445 puntos básicos.

Detrás de toda esa escena, con una inflación muy firme, arriba del 4% mensual, los mayoristas mandan listas al interior con fuertes aumentos que son rechazados, y surge el desabastecimiento. Al tiempo que el mercado cambiario sigue con la misma línea: los dólares financieros libres siguen avanzando peldaño tras peldaño, acercándose a un blue que está estancado, ya que la gente no tiene dinero para pagar los gastos y vende billetes desde el colchón.

Con todo eso, mientras el dólar global está mixto, cinco de los seis dólares de Alberto subieron ayer. El dólar turista subió 12 centavos hasta $153,55, el oficial subió 7 centavos hasta $93,06, el blue se mantuvo sin cambios en $153 y el mayorista subió 10 centavos hasta $87,70. El BCRA perdió US$ 6 millones en las reservas, para quedarse con US$ 39.454 millones. El dólar MEP subió 50 centavos hasta $148,83y el contado con liquidación subió 47 centavos hasta $151,46. La brecha entre el oficial y el blue bajó al 64,4% y la del CCL con el mayorista subió al 72,7%. Medidos en pesos, el real subió 27 centavos hasta 16,36, la libra subió 5 centavos hasta 119,62 y el euro bajó 21 centavos hasta 105,42.

Todo con otro regalito: ayer, en una bola de nieve que se parece cada vez más a las Lebac de Sturzenegger, el BCRA adjudicó otros $273.427 millones en Leliq al 38%, con los bancos pagando 37% en plazos fijos. Toda la movida hizo que varios consejeros de inversión rearmaran sus estrategias, orientando a sus clientes con otro tipo de tips para los pasos que vienen. Pero eso tiene tanto detalle que es mejor dejarlo para otra nota.

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