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Los ignotos cracks de la República Argentina

Convendría compensar la fake news y la inforquería, actuales o porvenir, con apariciones más asiduas de argentinos que se destacan en sus disciplinas en varios lugares del mundo

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04 febrero de 2021

Por Armando Torres

Hay argentinos que salen un día en el diario, los buscan los canales de televisión y programas de radio para hacerles cuatro o cinco preguntas y enseguida desaparecen del interés periodístico. Otros, se mantienen en la agenda diaria de los medios, algunos de ellos a lo largo de los años.

Es curioso, en general aquellos fugaces protagonistas son los más importantes para el mejor desarrollo de la sociedad mientras que estos últimos, los del elenco estable, son políticos o faranduleros a los que llaman artistas u obscenos de diversa índole.

Aquellos representan la posibilidad de un futuro superador. Estos, en cambio, son mayormente parte responsable o consecuencia del fracaso y el estado de cosas en este país fallido.

Así, en momentos en que los medios acomodan sus baterías para intervenir en el fragor preelectoral con intenciones de influir, convendría compensar la fake news y la inforquería, actuales o porvenir, con apariciones más asiduas de argentinos como José Manuel Estévez, Mateo Auad, Daiana Capdevila, María Eugenia Segretin, Marie Orensanz o Francisco Gómez Paz, argentinos que en 2020 tuvieron algo qué decir y poca oportunidad para hacerlo.

José Manuel Estévez es un Doctor en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, título que obtuvo tras su licenciatura en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de La Plata. En 2020 ganó el Premio Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología (ICGEB) por sus estudios para mejorar la producción de semillas y el rendimiento de cultivos en suelos salinos y escasos de agua en el contexto del cambio climático.

La concedente es una organización intergubernamental que gestiona 46 laboratorios de última generación en Trieste, Italia ?su sede-; Nueva Delhi y Ciudad del Cabo, y forma una red interactiva con más de 65 estados miembro. Desempeña un papel clave en Biotecnología a nivel mundial por su excelencia en Investigación, Capacitación y Transferencia de Tecnología a la industria para contribuir al desarrollo global sostenible. Sus operaciones están alineadas con las del Sistema de Naciones Unidas.

Mateo Auad recién está despertando a la vida. Tiene 22 años y siendo todavía estudiante de Diseño de Imagen y Sonido en la Universidad de Buenos Aires, el año pasado obtuvo el Premio Emmy Internacional en la categoría "Jóvenes Creativos" por su audiovisual “Sus mañanas”, una producción de un minuto acerca del trabajo de una médica y la solidaridad de una vecina de 82 años en tiempos de pandemia. Las actrices que escogió son su madre y su abuela. La consigna era producir “Videos por la paz”.

Los Premios Emmy Internacionales Categoría Jóvenes Creativos fueron inaugurados por la Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión de los Estados Unidos en 2017 para descubrir y estimular a jóvenes talentos de todo el mundo. El concurso es limitado a creativos de 18 a 29 años, a quienes se alienta para que tengan una carrera exitosa en televisión. ¿Alguna estación argentina habrá convocado a Auad o será que pronto lo veremos con sus valijas e ilusiones en Ezeiza, en el área de “departures”?

Para dimensionar la magnitud del logro, sirva conocer que desde los años 60, cuando empezaron a abrirse paulatinamente categorías de los premios Emmy al plano internacional, los únicos argentinos que habían logrado esa distinción fueron los actores Darío Grandinetti y Cristina Banegas. Si tendrá cosas para decir Mateo, sobre todo acerca del futuro.

Las investigadoras Daiana Capdevila y María Eugenia Segretín también tendrían algo más interesante para decir que politiqueros y faranduleros. Ambas mujeres en 2020 obtuvieron sendos premios Ben Barres Spotlight. Dos argentinas entre seis científicas internacionales premiadas.

El premio Ben Barres es conferido en Estados Unidos por eLife, una organización sin fines de lucro fundada por el Instituto Médico Howard Hughes, de ese país; la Sociedad Max Planck, de Alemania, y el Wellcome Trust, del Reino Unido, y dirigida por investigadores con la misión de acelerar el descubrimiento a través de mejoras en la publicación científica, la tecnología y la cultura de la investigación. Los premios brindan visibilidad y oportunidades de colaboración para científicos de grupos subrepresentados. El nombre del premio es homenaje a la memoria del científico trans y exeditor de reseñas de eLife, que fue un defensor de los jóvenes científicos, mujeres e investigadores de diversos orígenes.

Daiana, científica del Conicet que trabaja en la Fundación Instituto Leloir (FIL), fue premiada por sus investigaciones sobre la evolución molecular de patógenos bacterianos esenciales para la evasión de la respuesta inmune y resistencia a los antibióticos. María Eugenia, también del Conicet y a su vez miembro del Instituto de Ingeniería Genética y Biología Molecular Dr. Héctor N. Torres" (Ingebi), fue distinguida por sus investigaciones sobre la base molecular de la interacción entre la papa y Phytophthora infestans (P. infestans), el patógeno irlandés de la hambruna de la papa que representa una amenaza continua para la producción del tubérculo en todo el mundo.

La pintora marplatense Marie Orensanz también tuvo un 2020 venturoso ya que le fue otorgado el premio de Honor del Ministerio de Cultura de Francia, que se confiere a artistas que acreditan más de 30 años de carrera en un trabajo que merezca una nueva lectura, no haberse beneficiado de una retrospectiva en una institución internacional, ser francés o tener apego a Francia. Autodefinida como una artista nómada cuya temática es la libertad, Marie ?residente en París desde 1975- también merece tener muchos minutos en el aire para comentar sobre el sentido de su obra que remite a urticantes temas de actualidad.

Francisco Gómez Paz es un diseñador industrial salteño que obtuvo su título en la Universidad Nacional de Córdoba y con su talento logró éxitos resonantes como el Premio Compasso d'Oro 2020 por el diseño de una silla de menos de dos kilos a la que bautizó Eutopía por ser “el ideal posible” a diferencia de la utopía que “es el ideal inalcanzable”, según explicó.

Compasso d'Oro, con sede en Milán, es el más antiguo y prestigioso galardón de diseño industrial del mundo; se otorga cada tres años desde 1954. Gómez Paz ya lo había ganado en 2011 por el diseño de la lámpara Hope. En iluminación también en años anteriores obtuvo otros premios de máxima jerarquía en el mundo del diseño, como el German Design y el Red Dot.

Otra artista argentina que logró un lauro internacional importante en 2020 es la pintora porteña Clarisa Cassiau, formada en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, a quien se le otorgó en Madrid el Premio Certamen Internacional de Pintura Abstracta Mario Saslovsky, por su obra Fluir y transitar VII. Esta es la segunda edición de un certamen, promovido por el empresario Mario Saslovsky, para reconocer los méritos de artistas visuales de cualquier nacionalidad que cultiven el género de pintura abstracta. En el certamen participaron 270 artistas visuales de España, Venezuela, Argentina, Colombia, Brasil, Cuba, México, Portugal, Gran Bretaña y Alemania.

Al reconocido filósofo y ensayista Santiago Kovadloff, hombre que sí tiene voz propia, la Academia Mexicana de la Lengua le otorgó el VII Premio Internacional de Ensayo Pedro Henríquez Ureña “por haber recorrido un largo y ancho camino, al que no le son ajenos los diversos órdenes de la experiencia del hombre contemporáneo, desde la literaria misma, pasando por la histórica, la filosófica y la política”.

En literatura, como todos los años, algunos argentinos se las arreglaron con su arte para ser distinguidos: Marcelo Luján, que vive desde hace 20 años en España, donde ha ganado varios premios internacionales, esta vez, por su libro de relatos "La claridad", obtuvo el VI Premio Ribera del Duero, distinción de narrativa breve mejor dotada en lengua española. A su vez, por la novela "El país del diablo", Perla Suez fue reconocida en Venezuela con el XX Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, que confiere cada dos años el gobierno de Venezuela y es considerado por muchos el premio literario más importante de Hispanoamérica. Anteriores ediciones fueron ganadas por Vargas Llosa, Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes.

La invisibilización de estos cracks de la República Argentina, en paralelo con la exposición obscena del internismo, el agrietamiento cada día mayor y la farandulización tantas veces disfrazada de debate político y justificada en el supuesto interés de las audiencias, hablan por sí mismos de la poca vocación de desarrollo y crecimiento que hay en ámbitos muy influyentes de nuestra República. Más bien, la vocación prevalente parece ser la opuesta.

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