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Guzmán insiste con IPC de 29% y advierte que "hay que tener cuidado con la emisión"

Guzman
Guzman
10 febrero de 2021

Mañana, el Indec dará a conocer el dato del Indice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a enero, el cual, en base a las mediciones privadas, se espera que en promedio se ubique por encima del 3,5%, luego del 4% promedio que registró en diciembre, lo que mostró una continuidad en la aceleración de la inflación respecto a los meses anteriores, en línea con la flexibilización de los controles y el proceso de “normalización” de la actividad.

En tanto, el Gobierno insiste con la meta del 29% para 2021 que proyectó en el Presupuesto. Así lo volvió a indicar ayer el ministro de Economía, Martín Guzmán, durante su visita a Tucumán, donde comentó que es “factible” reducir la inflación 5 puntos porcentuales este año. “Trabajamos para establecer un sendero para reducir la inflación de una manera consistente. Es un problema principalmente macroeconómico. A la inflación se la ataca por ahí, y así coordinar expectativas”, dijo el ministro.

Por su parte, el mercado prevé que la inflación de este año será mucho mayor a la que busca el Gobierno. El último Relevamiento de las Expectativas del Mercado (REM), publicado el viernes pasado por el Banco Central (BCRA), señala que la mediana de la respuestas de los analistas participantes de la encuesta es de una inflación de 50% para este año, a pesar de todas las restricciones y controles que hay.

“Llegar al 29% que el Gobierno tiene en el Presupuesto es virtualmente imposible. Yo creo que el Gobierno defiende esta cifra, por más irreal que sea, como una estrategia también para acotar las negociaciones de las paritarias. Los sindicatos no comen vidrio, pero probablemente pueden acordar valores en torno a ese número, como pasó con los bancarios recientemente, aunque después habrá ajustes en el segundo semestre”, indicó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, ante El Economista.

Tiscornia señala que si se toma la inflación promedio mensual del último trimestre de 2020 (para no tomar un solo mes y quedar atrapado en cuestiones de estacionalidad), da un promedio de 3,6%, y al anualizar este dato da 53%. Al hacer lo mismo con la inflación núcleo, en el último trimestre del año pasado es de 4,1% en promedio, que anualizado da 62%. Por lo tanto, las proyecciones se ubican entre 50% y 60%.

“Sin embargo, sabemos que el Gobierno va a trabar mucho los precios regulados, lo que va a contribuir a mantener acotada la inflación, y al mismo tiempo creo que va a trabajar sobre el tipo de cambio oficial, tendiendo a frenarlo un poco sobre todo durante el segundo trimestre, que es cuando queda más cómodo por la oferta de dólares, y así ayudar a bajar un poco la inflación y llegar a la elecciones en mejor forma”, destacó.

Combinando todo lo anterior, Tiscornia proyecta que en 2021 la inflación promedio puede estar entre el 40% y el 45%, aunque resalta que esto es prácticamente un piso. “Realmente, pensar que la inflación será del 29% es muy difícil. Incluso, que sea entre 40% y 45% va a requerir mucho juego del Gobierno, con muchas presiones, contención y distorsiones, que después en algún momento tendrá que corregir, probablemente después de las elecciones”, sostuvo.

Martín Vauthier, director del Estudio EcoGo, coincide en que la proyección del Gobierno para este año es baja, teniendo en cuenta las variaciones de los últimos meses, que se mantienen en niveles muy altos y que muestran una inercia inflacionaria dada también a partir de la devaluación diaria que realiza el BCRA, que venía andando en la zona del 4,4% y que ahora la entidad monetaria está desacelerando para intentar no ponerle un piso tan alto a la inflación.

“Dónde termine la inflación en el año va a depender de varios factores: si el Gobierno logra avanzar con un programa de estabilización; del nivel del déficit fiscal y, por ende, de la emisión monetaria resultante para financiar ese déficit; de si el Gobierno pueda mantener este esquema de devaluación diaria; de que no se le escape la brecha cambiaria”, indicó Vauthier en diálogo con El Economista.

De acuerdo con Vauthier, a esto se suma también las señales que se vayan realizando desde la política, de si logra generar alguna mejora en las expectativas que permita reducir la brecha cambiaria, si logra algún refuerzo en las reservas netas del BCRA. Además, teniendo en cuenta también las necesidades de financiamiento monetario para lo que resta del año, partiendo del déficit fiscal del 4,5% previsto oficialmente, que incluso siendo menor requerirá una emisión significativa.

En tanto, en busca de contener la escala de los precios, el Gobierno organiza por estos días reuniones con dirigentes sindicales y representantes empresariales para alcanzar un “acuerdo de precios y salarios”, tal como lo viene anunciando en las últimas semanas. Para hoy está previsto un encuentro con sindicalistas y mañana será el turno con el sector privado.

“Hay que tener cuidado con la emisión”

Acompañando al Presidente en Tucumán, Guzmán se refirió a la situación fiscal del Tesoro. Es un tema clave: la mayoría de las crisis de Argentina tienen origen fiscal; los rojos de 2020 fueron récords de las últimas décadas y, por último, el país no tiene otro prestamista que el BCRA, más allá de los esfuerzos para financiarse en el mercado local en pesos. Guzmán sabe que la situación es muy frágil y que la solución rápida no existe. En 2021, el BCRA deberá seguir “imprimiendo” pesos, y no pocos.

“Desde la macroeconomía, hay que ir ordenando también la cuestión fiscal. Hay que establecer una suerte de corredor por el que transita la situación fiscal en el cual el Estado impulsa la demanda agregada, por un lado, redefiniendo las prioridades, que es lo que hemos hecho en el Presupuesto 2021, y así como se impulsa demanda agregada, entender que hay límites. Hay que tener cuidado con la emisión monetaria porque una parte va a buscar divisas y eso pone presión sobre el tipo de cambio. No hay nada más regresivo para una economía como la nuestra que un salto cambiario brusco y grande”, dijo el ministro.

¿El mensaje de Guzmán fue a "los mercados" o hacia el ala política del Gobierno, que no quiere saber nada con un ajuste antes de las elecciones?

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