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Fernández y su propia herencia: los bonos caen y el riesgo sube

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Luis Varela 18 febrero de 2021

Por Luis Varela

Empezó a instalarse en todos los analistas, sin excepción, que la inflación anual estará en torno al 50% anual y Martín Guzmán salió a defender el 29% que figura en el Presupuesto, admitiendo que quizás podía estirarse hasta el 31%, pero que de ninguna manera podía llegar a lo que los especialistas consultados por el BCRA para el REM, ya que "los economistas siempre se equivocan".

Pero la herencia que Alberto Fernández y Guzmán, quieren trasladarle al que sigue empieza a afectarlos. En veinte semanas, el 9 de julio, el Gobierno deberá pagar el primer cupón de los bonos surgidos del canje de deuda, tanto ley local como ley New York. Y ayer el Indec puso frente a la nariz del Ejecutivo los números reales de la inflación, que no son ni 29%, ni 31%.

El Indec golpeó como con una maza: la canasta básica subió 4,2% en enero y una familia necesitó casi $56.500 para no ser pobre. Y al mismo tiempo se necesitaron $23.733 de ingresos para no caer en la indigencia, por lo que los jubilados con el ingreso básico son todos indigentes.

Esos datos encendieron las alarmas del Gobierno, y en vez de realizar anuncios con recorte del gasto público para terminar con la emisión de pesos, el Ejecutivo insistió con pasarle la pelota a otro. Así como le pagó temporalmente el sueldo a los policías bonaerenses con la caja de la Ciudad de Buenos Aires, ayer la Secretaría de Comercio embistió contra las empresas, amenazándolas por subir precios, no abastecer y no soportar en sus espaldas la suba de los costos.

El Estado interventor les exigió que hagan pleno uso de su capacidad instalada y que distribuyan mercadería, denunciando falta de un cúmulo de productos como aderezos, quesos, pañales, detergentes, ravioles, tapas de empanadas, pan lactal, harinas, aceites y otros.

Con nombre y apellido, el Gobierno le dio plazo a las empresas de renombre para que abastezcan y den explicaciones, intimando a firmas como Mastellone, Fargo, AGD, Danone, Molinos Cañuelas, Bunge, Molinos Río de la Plata, Unilever, P&G, Paladini y Potigian, cuyos representantes mostraron malestar luego de la acusación del Gobierno.

Frente a esta fuerte suba de la inflación, el ministro Guzmán profundizó ayer su estrategia de utilizar al dólar como ancla para frenar la suba de los precios y, con intervención de manos amigas vendiendo bonos de manera inusitada, los dólares oficiales continuaron subiendo con el crawling peg habitual (micro devaluación diaria), pero los dólares libres bajaron de manera pronunciada, en un mundo en el que el dólar volvió a subir.

En el exterior el dólar subió 0,8% en Brasil, 0,6% contra el euro y 0,3% contra la libra y el mexicano, no cambió contra el yen y bajó 0,7% en Chile. Mientras que en la Argentina el dólar turista subió 46 centavos hasta $155,48. El dólar oficial subió 28 centavos hasta $94,23, el blue bajó $1 hasta $149 y el mayorista subió 40 centavos hasta $88,94 (con el BCRA ganando US$ 31 millones en reservas por lo que acumula hasta US$ 39.401 millones). Mientras que el dólar MEP cayó $4,18 hasta $143,47 y el CCL cayó $3,73, hasta $147,93. Por lo que la brecha entre el dólar oficial y el blue bajó al 58% y la del CCL con el mayorista fue del 66,3%.

Pero atención, mientras los precios de los dólares libres bajaron por intervención oficial, la moneda nacional no bajó contra otras monedas. Medidas en pesos, la libra subió 81 centavos hasta $123,33, el real bajó un centavo hasta $16,44 y el euro bajó 4 centavos hasta $107,11.

Y, mientras las tasas de interés siguen bloqueadas en el 37% para los plazos fijos, el BCRA volvió a tomar más dinero en Leliq, absorbiendo $242.912 millones con Leliq al 38% anual, en un ambiente en el que la bomba de tiempo de estos títulos sigue creciendo (como pasó con las Lebac con Macri-Sturzenegger), y con un clima muy pesimista con los titulos públicos argentinos.

Ayer, de hecho, entre la intervención oficial e inversores que están cada vez más inquietos, los bonos argentinos volvieron a caer: tuvieron una baja promedio del 2,8% y con esto cayeron a niveles que no se veían desde la Presidencia de Cristina Kirchner en 2013, o durante unos pocos días del inicio de la pandemia en marzo y abril del año pasado. Y por esa razón, el riesgo país subió otras 23 unidades, hasta 1.484 puntos básicos, el mayor nivel desde que se realizó el canje de deuda en septiembre pasado.

La vacunación avanza. Ya se inocularon 184 millones de personas en todo el mundo, el 2,35% de toda la humanidad. Mientras que en Argentina se viene muy de atrás: se vacunaron apenas 612.000 personas, el 1,36% de la población, la mitad del 2,6% vacunado en Brasil y nueve veces menos que el 12,4% de vacunados en Chile.

En Estados Unidos ya fueron vacunadas 55,2 millones de personas, el 16,7% de sus habitantes, y está bajando fuerte el ritmo de contagios de Covid. Y sin embargo, a pesar de esa buena noticia, y del enorme estímulo que está lanzando el presidente Joe Biden, la Bolsa de Nueva York volvió a tener una rueda bajista, con las tecnológicos retrocediendo, con cada vez más inversores convencidos de que están con precios de burbuja.

Ayer el índice Dow Jones de papeles industriales pudo subir 0,3%, pero el S&P estuvo 0,1% abajo y el Nasdaq retrocedió 0,6%. Al tiempo que las bolsas latinoamericanas tuvieron un buen día por el alto valor que han logrado las commodities a lo largo de las últimas semanas.

Con el Covid empezando a dejar de contagiar con tanta velocidad, muchos expertos estiman que la actividad económica mundial mejorará pronto. Por lo que el petróleo volvió a anotar una fuerte suba de casi 2%, pero los metales básicos y los granos, que venían trepando de manera intensa, tuvieron una rueda mixta (aunque en Rosario estuvieron firmes luego de los feriados de Carnaval).

Y probablemente lo que más llamó la atención respecto de la debilidad de las monedas globales, además del repunte del dólar contra otras divisas, fue un paso atrás del oro, que volvió a ceder. Y un nuevo brinco en las criptomonedas, con el Bitcoin saltando otro 8% hasta US$ 52.500 y con un salto aún mayor para el Litecoin.

Frente a esos movimientos, con la soja y el petróleo habiendo ganado mucho terreno en los últimos 45 días, la Bolsa de Buenos Aires tuvo una buena rueda, aunque los ADR argentinos que cotizan en New York estuvieron mixtos, luego de un gran día anotado el martes. Ayer, con más negocios, se operaron $1.038 millones en acciones y $2.355 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 1,8%. Mientras que entre las acciones locales que cotizan en Wall Street hubo un gran día para Supervielle y una mala rueda para Bioceres.

Además de arremeter contra las empresas y no retroceder ni un milímetro en sus políticas económicas, en las últimas horas hubo diversas versiones que indican que CFK no quiere un acuerdo con el FMI por ahora y el director ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) por Argentina, Sergio Chodos, expresó que para eso, por ahora, no hay ningún apuro.

Frente a eso, vista la destrucción que tuvo la cotización de los bonos a lo largo de los últimos cien días, el Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos del Canje de Argentina ?o Exchange Bondholders?, una agrupación de fondos que entraron al canje de deuda soberana del año pasado, publicó ayer un duro comunicado en el que se queja por el valor de los títulos, advirtiendo que Argentina desaprovecha un contexto global que se volvió favorable y destacó que Argentina necesita desesperadamente un acuerdo: “Un programa del FMI es la única fuente probable de anclajes políticos y un marco creíble a medio plazo que pueda aportar estabilidad".

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