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Pymes: qué factores afectarán mi negocio en 2021

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26 enero de 2021

Por Martín Yechua Director Ejecutivo de Adiras

Si bien el 2020 de las pymes no escapó a la realidad argentina ni tampoco a la mundial, no se trató de un año homogéneo en los diferentes rubros e incluso dentro del mismo.

Vimos, desde nuestra asociación, que los rubros más afectados fueron la construcción (en el primer tramo), turismo, gastronomía, el comercio en shoppings y espectáculos en toda su cadena de valor. Pero a su vez identificamos factores que favorecieron una recuperación más rápida en algunas empresas. Para ello separamos entre los controlables (internos y vinculados al management y los procesos) y los no controlables (contextuales)

Dentro del primer grupo, el perfil del N°1 de la empresa resulta determinante. Concretamente, encontramos que los directivos y dueños más jóvenes, en general reaccionaron más rápido y pudieron buscar alternativas para adaptarse al teletrabajo, también para seguir generando ingresos alternativos. En algunos casos, también pudieron generar cambios pequeños en su empresa, como ser adaptando una máquina para un nuevo producto demandado, un servicio nuevo, o directamente modificando su modelo de negocios.

En el caso de Adiras, tal como el propósito organizacional lo indica, también contaron con la ayuda de los empresarios que conforman el grupo Diras en donde pudieron tener 6 visiones diferentes del mismo tema de otros empresarios pymes. Tener esa apreciación alternativa de un directorio externo para el proceso de toma de decisiones en estos momentos tan complejos y con tanta incertidumbre fue un aspecto estratégicamente determinante.

Otro dato que vimos en las pymes es su capacidad de reacción para generar cambios disruptivos, que permite tener una ventaja competitiva contra una empresa multinacional, por causa de la flexibilidad de muchas de ellas. Al contar con estructuras más pequeñas y por tratarse de empresas típicamente de puertas abiertas han podido poner en funcionamiento planes de emergencia con una velocidad envidiable. La cercanía con la gente fue clave, ya que pudieron explicar en forma personalizada lo que estaba pasando y cómo iban a transitar el año.

Si bien la tecnología es otro factor importante a la hora de repensar la empresa en la primera etapa de la pandemia, lo que hizo la diferencia fue el nivel de cultura de innovación con el cual se encontraba la empresa en etapa pre-Covid: no solo para pensar productos nuevos sino para repensar procesos, proyectos, circuitos administrativos y hasta relaciones entre áreas.

Por último, las empresas que ya tenían desarrollado el canal de venta online han podido lograr una ventaja competitiva. Con poco esfuerzo en recursos han logrado un salto significativo en ventas o nuevos clientes. Será un desafío de cada sector y cada empresa mantener ese canal vivo y activo luego de finalizada la pandemia.

Para el año en curso creemos que, independientemente de la reactivación que pueda existir en algunos sectores como la construcción, turismo y otros, la clave pasa por saber plantear diferentes escenarios económicos y financieros, debido a la incertidumbre que pueda existir en los próximos 6-12 meses.

Por otro lado, hoy existen herramientas y modelos como design thinking que permiten prototipar o generar nuevos productos o servicios con muy poca inversión y en muy poco tiempo ya que la pandemia está generando cambios en hábitos de consumo y pensamos que el verano es el momento para poder analizar esto con más atención.

Entre los factores no controlables son muchas las variables que impactarán en la competitividad de las pymes: los laborales, los impositivos y los de financiamiento serán determinantes para que las empresas puedan crecer. En ese marco, la capacidad de asociatividad en un sector tan heterogéneo y disperso es uno de los pendientes para poder influir en medidas gubernamentales y de políticas públicas que favorezcan o, al menos, no jueguen en contra de las pymes.

Si bien en 2020 el objetivo más acuciante fue (en muchos casos) perder lo menos posible, no debería este ser el único en nuestra agenda. Como todo empresario y persona, operamos en el presente con un pie en el futuro. Incluso con equivocaciones, nuestro ADN es mirar hacia adelante. No dejemos que la gravedad de la situación nuble nuestro propósito.

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