Recientemente, la app de mensajería instantánea, WhatsApp, propiedad de Facebook, anunció un controvertido cambio en su política de privacidad, indicando que los usuarios tendrán que compartir sus datos personales con su empresa matriz para alimentar de esa forma su ya controversial máquina publicitaria. Si los usuarios no aceptan dichos términos, sus cuentas serán eliminadas.
Esto, a pesar de la audaz proclamación de su CEO, Mark Zuckerberg, en enero de 2020 de que la compañía estaba comenzando la década implementando nuevas funciones diseñadas para brindar a las personas más control sobre cómo la compañía los rastrea en Internet.
La aplicación de mensajería instantánea, Signal ,cofundada por Moxie Marlinspike, ofrece una alternativa a Whatsapp, con un cifrado sólido y sin rastreo para alimentar un motor de publicidad o personalizar sus feeds de redes sociales. Básicamente, sus chats de texto (y llamadas telefónicas de Signal) permanecen privados y se pueden eliminar automáticamente después de un período de tiempo establecido.
En cifras
Después del anuncio de WhatsApp, Signal se descargó 7 millones de veces en los cinco días hasta el 10 de enero (un aumento de 4.200% con respecto a la semana anterior) y se disparó a la cima de las listas de App Store.
Curiosamente, la compañía recaudó US$ 50 millones en 2018 del cofundador de Whatsapp, Brian Acton, quien tuiteó #deletefacebook casi al mismo tiempo debido a los planes de Facebook de monetizar Whatsapp, después de su adquisición de la plataforma por US$ 19.000 millones en 2014.
Signal incluso logró que el hombre más rico del mundo recién acuñado, Elon Musk, tuiteara "Use Signal" (algo que impactó en el valor de mercado de una empresa no relacionada, Signal Advance, que se disparó de US$ 55 millones a más de US$ 6.000 millones).
