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La industria molinera se desliga de subas en la harina

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21 enero de 2021

El presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, aseguró que no hay desabastecimiento de harina a nivel nacional en las panaderías. En un comunicado, el dirigente agregó que durante diciembre “se compró alrededor de un mes y medio de molienda” que entregan actualmente con normalidad. La novedad, dijo el titular de FAIM, es que desde las Fiestas no pueden reponer la mercadería y deben sacar del “stock de seguridad” que poseen para este tipo de situaciones.

Cifarelli señaló que el principal problema que enfrentan es que los productores de trigo no “están atraídos” a vender debido a la falta de incentivos que les ofrecen desde el Gobierno. “No deberían crear herramientas coercitivas como por ejemplo un aumento de retenciones o el cierre de exportaciones, sino más bien generar estímulos para que el productor quiera desprenderse de las mercaderías, comentó.

Otro factor que afecta directamente a la industria molinera es el precio controlado de la harina que rige desde el 6 de marzo de 2020. “Desde esa fecha pudimos tener solo dos aumentos, uno del 5% y otro del 4%”, dijo Cifarelli, quien destacó que, en el último informe del Indec, la harina es lo que “menos subió” mientras que el trigo, que representa el 80% del costo de la harina, subió 61%. “Tener el precio fijo con 9% acumulado de un año contra 61% de aumento de materia prima básica, más la inflación normal del orden del 35-40%, es insostenible”, afirmó, con preocupación.

El presidente de la institución indicó que el precio de la harina, cuando se congelaron los precios, era alrededor de $620 (por bolsa de 25 kilos de panadería) mientras que hoy en día cuesta alrededor de $700. “Lo que necesitamos es un valor similar a $850 o $900 más impuestos”, resaltó.

El kilo de harina de la canasta básica argentina, comparada con más de 20 países, es la más barata ya que cuesta 0,46 centavos de dólar. “Si el trigo es precio mundial, si la harina es la más barata del mundo y el pan es a precio mundial, evidentemente la complejidad es enorme”, concluyó el representante de FAIM.

Días atrás, en una entrevista con Bichos de Campo, Cifarelli sentenció: “La solución no es intervenir sino no prestarle atención a la participación de la harina en los farináceos. Tenemos pisada la cabeza y la molinería no sobrevive otro año con precios máximos cuando el 80% del costo es trigo”. Además, aseguró que hay que liberar el mercado “porque (la harina) incide en nada en el precio de los alimentos”.

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