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Hay preocupación porque los granos están pisando el freno

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Luis Varela 20 enero de 2021

Por Luis Varela

Con alta vacunación en los países ricos (ya hay casi 42 millones de vacunados en todo el mundo) y baja aplicación de dosis en los países pobres, el proceso de la crisis por el Covid-19 enfrentó ayer dudas sobre los laboratorios, con una verdadera guerra de noticias, afirmando que tal o cual marca de vacuna tiene más problemas que otra, por lo que el desconcierto sobre el virus sigue manteniendo en vilo a todas las naciones.

En el tope de los países más vacunados están Israel, los Emiratos Arabes, Bahrein, el Reino Unido y Estados Unidos, mientras que América Latina es una región con muy bajo nivel de vacunación por el momento. Dentro de la región, Argentina está segunda, detrás de Costa Rica, pero en la radiografía mundial estamos bastante lejos, en el puesto 47 entre 180 países, con apenas 600.000 dosis en menos de 250.000 vacunados. Y la inquietud se multiplica porque hay muchos casos en el mundo en los que hay gente que se enferma igual luego de darse la primera dosis.

Con el problema del virus aún en el foco de todos los problemas, la otra gran cuestión que ayer estuvo en el foco de todas las inversiones (que es lo que ocupa esta columna) es la asunción de Joe Biden, como presidente de Estados Unidos en medio de una ciudad de Washington militarizada y con un cambio decisivo, ya que Janet Yellen ingresará como Secretaria del Tesoro y con su llegada se verá si aplica grandes cambios respecto de la era Trump.

Según se divulgó ayer durante todo el día, las dos cuestiones más importantes que se presentarán en el día uno de Biden, además de la confirmación del estímulo gigante por US$ 1,9 billones (colocando un cheque de US$ 2.000 en el bolsillo de muchos norteamericanos para activar el consumo), será la idea de Yellen de que ese estímulo sea muy direccionado, intentando evitar que el dólar se siga devaluando y, al mismo tiempo, lanzar un plan de inmigración, para que miles de indocumentados que viven en EE.UU. desde hace tiempo sean regularizados.

Tras el feriado del lunes (en homenaje a Martin Luther King), la respuesta que dio el mercado norteamericano en su primer día de la semana fue un dólar global otra vez con mayoría de alzas, lo cual le puso un freno a algunas commodities, principalmente a los granos, lo cual no es una buena noticia para Argentina. Y, como corolario de ese mal dato, todo el mundo estará atento para saber a quién designa EE.UU. en el Fondo Monetario, ya que con ese nombre se verá si Argentina tendrá algún apoyo para renegociar la pesada deuda que tiene con ese organismo.

Ayer, por lo pronto, en el exterior el dólar subió 1,4% en Brasil, 0,5% en Chile, 0,2% contra el yen y 0,1% en México, pero cedió 0,3% contra la libra y bajó 0,4% contra el euro. Y a nivel local, se vio un mercado cambiario dual, tal como ocurre con la inflación, que castiga menos a los ricos y mucho más a los pobres: en 2020 la suba de precios que sufrieron los de grandes ingresos fue del 30%, mientras que la gente sin recursos tuvo que soportar un aumento del 48%, impulsado principalmente por los alimentos.

Y el mercado cambiario argentino de ayer mostró una realidad parecida. Los grandes inversores, que tienen fondos como para moverse sin problemas, siguen huyendo del peso, pasándose al dólar y saliendo del país. Mientras que la gente con menos recursos, que no tiene pesos como para afrontar los gastos diarios, tuvo que salir a vender dólares ahorrados, desde el colchón, por lo que los dólares financieros libres subieron, pero el dólar blue estuvo hacia abajo.

La gran situación inflacionaria está preocupando al Gobierno, tanto que ayer se dio otro pasito más en la aceleración del crawling peg, elevando a mayor velocidad los dólares oficiales. Mientras que como el contado con liquidación y el dólar mep seguían muy firmes, el Poder Ejecutivo dio un paso más que genera gran desconfianza: la Comisión Nacional de Valores envió representantes a los centros de operación de este tipo de divisas, para chequear si los que compran están incumpliendo con algunos de los cepos múltiples que se siguen agregando, para frenar una corriente de salida del peso que no se frenó nunca.

De ese modo, ayer, mientras el dólar mundial estuvo en general en alza, hubo suba de 76 centavos para el dólar turista hasta $151,42, suba de 46 centavos para el oficial hasta $91,77, baja de $2 para el dólar blue hasta $157 y alza de 13 centavos para el dólar mayorista, hasta $86,21, con una novedad: el Banco Central perdió US$ 32 millones en las reservas y se quedó con US$ 39.779 millones, abandonando casi cuarenta días ininterrumpidos con subas. Al tiempo que el dólar MEP subió 9 centavos hasta $145,48 y el contado con liquidación subió 58 centavos hasta $147,88. Por lo que la brecha entre el dólar oficial y el blue bajó al 71% pero la del CCL y el mayorista subió al 71%. Mientras que el peso sigue debilitándose contra otras monedas: medidos en moneda local, el euro subió 59 centavos hasta 104,53, la libra subió 56 centavos hasta 117,50 y el real bajó 14 centavos hasta 16,11.

Más allá de estas modificaciones, la mayor preocupación en ámbitos oficiales tuvo que ver con una debilidad en los granos, ya que si el dólar global deja de bajar (situación que es puesta en duda por algunos analistas como Alberto Bernal, que piensa que el billete verde cederá al menos otro 10%) es posible que la suba permanente que mostraron las commodities en los últimos nueve meses encuentre algún tipo de freno.

Ayer, mientras el dólar global se sostenía, hubo commodities que aguantaron pero otros que mostraron duras. El petróleo pudo seguir escalando porque se espera en pocos días un recorte de oferta de los países árabes. Los metales básicos estuvieron firmes, ya que hay expectativa que el estímulo de Biden impulse a las industrias. Pero en Chicago hubo una fuerte baja para la soja (bajó de US$ 525 a US$ 509 por tonelada) y también se vieron valores en baja para el maíz y el trigo, situación que fue imitada por las principales operaciones de la Bolsa de Rosario.

Esta baja en los granos hizo que las Bolsas latinoamericanas actuaran en consecuencia. Como el cobre actuó sostenido, la Bolsa de Santiago de Chile pudo subir, pero las de México y de San Pablo anotaron bajas, con una caída de hasta el 2% en el mercado mexicano, que está además muy pendiente de la política de inmigración que presentará hoy Joe Biden al inicio de su mandato. Mientras que la Bolsa de Nueva York tuvo subas del orden del 1%, conforme con los estímulos y porque el Congreso estará muy dividido entre demócratas y republicanos.

Para los titulos argentinos fue un día en general positivo, con subas leves, pero con los inversores atentos a qué puede pasar con la soja y con el hombre de Biden en el FMI. Ya que si los granos se debilitan y EE.UU. pone en el Fondo a un hombre que le llega a pedir ajuste al país, la situación argentina se verá claramente complicada.

Con eso, los titulos públicos tuvieron una rueda muy selectiva, con subas y bajas extremas (alza del 5% en el bono TV22Z y caída del 7% en el bono AA25), al tiempo que el riesgo país pudo mostrar una baja luego de casi tres semanas de valores sostenidos: el EMBI+ de Argentina cedió ayer 19 unidades, hasta 1.433 puntos, con algunos analistas afirmando que si llega a haber una buena posición frente al FMI, los bonos argentinos pueden dar una buena sorpresa.

En cuanto al mercado bursátil local, hubo algún alivio ya que el volumen operado mejoró algo y los precios estuvieron en alza. Con $798 millones operados en acciones y $1.597 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 0,6%. Al tiempo que los ADR argentinos que cotizan en Nueva York anotaron mayoría de subas, con muy buen desempleo en Irsa y Cresud, y con un mal día para los bancos, con Galicia como el peor papel de la jornada.

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