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Guzmán vive al día y los inversores miran a otra parte

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Luis Varela 26 enero de 2021

Por Luis Varela

"Hay problemas en todas partes. La vacunación será lenta y trabajosa. El repunte económico será muy gradual. Estados Unidos lanza un estímulo de casi US$ 2 billones, Wall Street ni se inmuta y el dólar ni lo siente. Christine Lagarde dice que la recuperación de Europa se retrasa pero no descarrila. Y Argentina se convierte en algo mínimo, por lo que los inversores siguen sin mirar hacia nuestro mercado".

Palabras más, palabras menos, esa fue la forma en la que un broker de primerísima línea de un banco estadounidense describió lo que está pasando en el cierre de enero. Mientras en el mundo ya se rozan los 67.000.000 de vacunados, el 0,86% de la población global. Al tiempo que en Argentina aún no se llegó a los 300.000 vacunados, el 0,67% de los habitantes: estamos primeros en América Latina, pero nuestra región está muy atrasada en el intento por contrarrestar la pandemia.

En Estados Unidos, el flamante presidente Joe Biden y su secretaria del Tesoro Janey Yellen están empezando a aplicar el plan de estímulo, pero a contramano de lo que sucedía en el cierre de 2020, con un dólar cada vez más débil a medida que se repartían las ayudas, ayer volvió a verse un dólar sostenido, y el yuan es la única moneda es navega por encima del billete verde, ya que en enero el dólar bajó de 6,53 a 6,48 yuanes, convirtiéndose en la ganadora de enero.

Ayer en el exterior el dólar subió 0,8% en México, 0,7% en Chile, 0,2% contra el euro y 0,1% contra el real, el yen y la libra. Y en Argentina volvió a suceder lo mismo que viene ocurriendo desde hace tres semanas: los que consiguen pesos, los abandonan y salen a través del dólar fuga, y los que no consiguen pesos, se ven obligados a deshacer ahorros, dólares desde el colchón, y se convierten en vendedores en el mercado blue.

De ese modo ayer continuó la pax cambiaria, con lenta reducción de brechas, y esta vez sin gasto de bonos y sin gasto de reservas, lo cual habla de una mejora sensible en el mercado. Los dólares oficiales siguieron con el crawling peg, y los dólares financieros siguen sostenidos. El dólar turista subió 58 centavos hasta $152,38, el oficial subió 35 centavos hasta $92,35, el blue no cambió y siguió a $156 y el mayorista trepó 33 centavos hasta $86,90. El Banco Central sumó US$ 4 millones a las reservas, que ahora llegan a US$ 39.691 millones. El dólar MEP subió 56 centavos hasta $146,44 y el contado con liquidación subió 50 centavos hasta $149,30. Y en consecuencia, la brecha entre dólar oficial y blue bajó a 69% y la del CCL y el mayorista subió a casi 72%. Mientras que, medidos en pesos, la libra subió 41 centavos hasta 118,74, el euro subió 21 centavos hasta 105,45 y el real subió 8 centavos hasta 15,89, lo cual demuestra que contra otras monedas el peso se sigue hundiendo lentamente.

El presidente Alberto Fernández mantuvo una conversación, vía Zoom, con la canciller alemana Angela Merkel, con el objetivo de pedirle apoyo por la negociación con el FMI y también de alguna manera empezar a negociar una postergación de un pago importante con el Club de París dentro de 90 días: un monto de casi US$ 2.000 millones que Argentina no tiene en este momento, y hacer un pago podría convertir al sistema financiero en un verdadero descalabro.

En realidad, estamos viviendo completamente al día. Mañana el ministro Martín Guzmán volverá a testear al mercado local, intentando colocar más deuda para ver si puede recaudar el dinero suficiente para refinanciar dos letras por $191.500 millones que vencen este mismo viernes. No será la única vez en la que Guzmán transpirará la camiseta: a lo largo de todo este año tiene vencimientos en pesos por 2,2 billones, y los que están tomando bonos CER o Letras ajustables por esa vía son inversores institucionales, obligados a seguir en pesos; los privados miran hacia otra parte.

Hay sí algunos inversores arriesgados que se animan a tomar alguna posición cada vez que los bonos emitidos en dólares pierden tanto precio que sus paridades se acercan al 35%. Entran en esos niveles y esperan: si repuntan hasta el 43 o 44% venden, y si se quedan en el foso, se quedarán a esperar, con vista a lo que suceda con la negociación con el FMI, con la PASO o con las elecciones de octubre, donde se supone que al Gobierno no le irá tan bien y los titulos públicos podrán recuperar algún terreno.

Ayer, por lo pronto, los bonos estuvieron con tendencia mixta: hubo algún repunte en los bonos del canje ley NY GD35 y GD46, pero el bono principal del canje ley Argentina AL35 se quedó empantanado. En suma, el promedio no dio una buena foto y el riesgo país volvió a subir apenas: creció en 11 unidades y alcanzó otra vez los1.432 puntos básicos, 8,4 veces más alto que el riesgo de casi todos los países vecinos.

Esto significa que mientras llueven dólares en el mundo, con Paraguay, Colombia y otros países consiguiendo préstamos largos, pagando menos del 3% anual, Argentina está boqueando, sin que nadie le haga un préstamo voluntario, ni siquiera pagando la estrambótica tasa del 18% anual en la que están cotizando los papeles argentinos externos.

Si sirve de consuelo, ni siquiera Wall Street tiene fiesta, a pesar de que Biden riega a Estados Unidos con una cifra de dólares que casi no entra en la cabeza de nadie. Pese a eso, los índices de la Bolsa de New York estuvieron mixtos: el Dow bajó apenas, con el S&P anotando una mejora y el Nasdaq un alza superior, pero con un clima híper selectivo.

Y mientras Nueva York baila en la cima de su burbuja, las bolsas europeas estuvieron débiles, la bolsa de México actuó muy sostenida, pero la Bolsa de San Pablo volvió a tener las agujas hacia abajo. Y la Bolsa de Buenos Aires fue otra vez la peor de todas, con los inversores locales mirando únicamente papeles extranjeros, dejando casi de lado a todo lo que tiene que ver con compañías del mercado local.

Con $724 millones en acciones y $2.281 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires bajó 2,1%. Y esa misma tendencia se experimentó con los ADR argentinos que cotizan en Wall Street. Mientras la Bolsa de New York estuvo mixta, el grueso de los papeles argentinos tuvo bajas. Se salvaron Edenor, Telecom y Pampa, pero hubo más bajas en Mercado Libre, IRSA, Cresud, Francés e YPF, que enfrenta más complicaciones en los tribunales de Manhattan.

Siguiendo al minuto la marcha de contagios y muertes por el virus, los commodities tuvieron un día en el que el petróleo fue lo mejor, hubo algún alivio para los granos en Chicago y el resto casi lo miró de afuera. Con los árabes cerrando canillas desde el lunes, el barril mejoró 1,5%. Los metales preciosos estuvieron sin rumbo. Los metales básicos actuaron sostenidos. Los granos mejoraron en Chicago pero anotaron fuertes bajas en Rosario, en medio de una ola de calor impresionante. Y lo que sigue sin definirse es el panel de criptomonedas: ayer el bitcoin retrocedió apenas, pero el heredero cantado, el ethereum, mostró una baja sensible, que preocupó a los fanáticos del sector.

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