Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, advirtió hoy que la economía de la zona euro se contrajo en el último trimestre de 2020 y que puede ocurrir lo mismo en el primero de 2021 por las restricciones a la actividad que impone el Covid-19. Y en ningún caso, la economía recuperará este año lo perdido el anterior.
En una conferencia de prensa posterior a la reunión del BCE, Lagarde afirmó que la pandemia tiene un “impacto de corto plazo en la actividad y de largo plazo en la debilidad de la inflación”.
En este contexto, la entidad monetaria decidió mantener su programa de compra de activos por un monto 1,85 billones de euros hasta marzo del año que viene como está previsto. A su vez, la tasa de interés más relevante se dejó en 0,5% negativo. Por lo tanto, no modificó ninguna de las resoluciones que había tomado en su anterior reunión en diciembre. Los inversores, de todas maneras, siguen atentos a eventuales cambios en futuras reuniones si los cambios en los indicadores económicos los justifican.
Hace cinco meses que hay deflación en la zona euro aunque la suba en los precios de la energía podrían llevar a los precios a terreno positivo. La inflación seguirá durante tiempo sin alcanzar la meta que es “cercana, pero inferior al 2%”. Cualquier aceleración de los precios en esta etapa sería transitoria.
En un escenario sanitario y económico complejo, Lagarde procuró dejar un mensaje optimista rescatando tres hechos positivos recientes: el comienzo del proceso de vacunación, el acuerdo por el Brexit y la asunción de un nuevo gobierno en Estados Unidos.
