Por Pablo Varela
Con un escenario de virtual empate, hoy a partir de las 16 el Senado tratará los proyectos de Interrupción Voluntaria del embarazo, conjuntamente con el Plan de los 1000 días, el programa que acompaña a madres gestantes y niños en los primeros años de vida en lo que será la última sesión del año.
Con dos bajas del lado de los senadores “celestes” (Carlos Menem por salud y José Alperovich por hallarse de licencia), ayer el sector “verde” mostraba moderado optimismo. “La moneda está en el aire”, definió una fuente legislativa. Todo indica que la votación terminará definiéndose durante la propia sesión. De hecho, era tal el grado de incertidumbre que incluso algunas fuentes ponían en duda la presencia del expresidente, aunque todo indica que su salud finalmente no se lo permitirá.
Si bien la titular del cuerpo, Cristina Kirchner no jugó personalmente en la búsqueda de votos delegó dicha tarea en sus senadores de confianza: Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), María Sacnun (Santa Fe), Martín Doñate (Río Negro) y Matías Rodríguez (Tierra del Fuego). Fuentes del kirchnerismo hablaban de “33 a 33”, aunque el resultado final parece imposible de predecir.
Incluso, ponían en duda el voto de Sergio Leavy, el senador salteño que en 2018, como diputado, votó negativo y que en los últimos días se reunió Alberto Fernández para conversar sobre la sesión de hoy.
En tanto en la Casa Rosada y tal como contó El Economista se han mostrado optimistas desde el primer día que el proyecto ingresó en el Congreso, y se muestran confiados en que la iniciativa sea finalmente aprobada en horas de la madrugada, sin modificaciones. De hecho, apuestan a que los cambios lleguen con la reglamentación de la ley.
En ese marco, algunos senadores que firmaron el dictamen en disidencia proponen cambios en el articulado, algo que el Gobierno busca descartar para evitar el regreso a la Cámara Baja, y un desgaste mayor.
Entre los senadores que mostraron diferencias con el dictamen está el rionegrino Alberto Weretilneck, quien solicitó "constancia de inicio de denuncia penal" en el caso de abusos de menores de 13 años.
En un lugar similar se encuentre el senador por Entre Ríos del Frente de Todos Eduardo Kueider, al igual que Ernesto Martínez senador por Córdoba de la UCR.
Los legisladores indecisos se manejan con total hermetismo conscientes de que adelantar su voto podría haberles valido presiones en uno u otro sentido. En esa lista está la senadora del PRO por Córdoba, Laura Rodríguez Machado, la radical entrerriana Stella Maris Olalla.
Ayer, fuentes de Juntos por el Cambio reconocían que había una fuerte presión por parte del ala dura de la coalición opositora para que no se le entregase el triunfo al oficialismo, y que el ánimo hacia el interior del interbloque atraviesa tensiones, si bien Luis Naidenoff y Humberto Schiavoni (ambos a favor) intentan poner paños fríos.
En tanto la neuquina Lucila Crexell, quien en 2018 se abstuvo, mantiene también su voto en secreto. En tanto la rionegrina Silvina García Larraburu, quien en 2018 votó negativo aunque días atrás firmó el dictamen del plenario que condujo Norma Durango, lo que podría sentar un precedente para un cambio de posición. Además, declaró recientemente que el debate “se da en un contexto muy distinto” al de dos años atrás.
