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Economistas prevén un piso de inflación del 45% para 2021

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21 diciembre de 2020

El 2020, según proyecciones oficiales y privadas, cerrará con una inflación promedio en torno al 35%, a pesar de la fuerte caída de la actividad que se produjo tras la implementación de la cuarentena en el país, sumado a los controles de precios, congelamiento de tarifas, congelamiento y caída nominal de salarios en algunos casos y dólar oficial avanzando lentamente, en un contexto de cepo cambiario, que se fue endureciendo cada vez más.

Para el año entrante, el Gobierno espera que la inflación disminuya a 29%, según consignó en el Presupuesto 2021, pronóstico que no es compartido por los economistas que, por el contrario, esperan una aceleración de la inflación durante el próximo año. En tanto, el Gobierno apuesta a enfocarse en los controles de precios para reducir la inflación: la semana pasada, el presidente Alberto Fernández le pidió al equipo económico ser “muy rigurosos” con los controles.

“Una de las pocas certezas que hay hoy en la economía argentina es que en 2021 la inflación va a ser alta. La hipótesis del Gobierno en el Presupuesto del próximo año, que dice que la inflación va a ser más baja que la de este año, la veo muy difícil de que suceda. Al contrario, creo que la inflación va a ser largamente superior a la de 2020”, afirmó Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, en diálogo con El Economista.

Tiscornia sostiene que 2021 será un año “bastante complicado” en materia de inflación. “Igualmente, creemos que 2021, siendo un año electoral, va a haber muchos controles por parte del Gobierno, aunque ya estamos viendo que tendrá que ir ajustando algunos precios. En cuanto al tipo de cambio, creemos que el Gobierno va a intentar moverlo más lentamente, buscando un atraso cambiario, como lo ha hecho en otras elecciones, y utilizar el poco movimiento del dólar oficial como una forma de contener la inflación”, indicó. 

Por otra parte, añade, está el exceso monetario, que considera que va a ser cada vez más elevado, sumado a la recuperación de la actividad económica y la eventual recuperación del salario. En ese contexto, prevé que la inflación puede estar en torno al 45%, aunque con tendencia al alza, por lo que aclara que se trata de un diagnóstico posiblemente conservador.

“Los riesgos son al alza porque el exceso monetario es muy grande. También porque esa política de mover el tipo de cambio oficial muy lentamente tiene mucho riesgo. Las reservas del BCRA hoy están en niveles muy bajos. Cualquier cambio de humor en el mercado puede volver a provocar un evento como el de septiembre-octubre, y eso seguramente obligaría a que el Gobierno mueva más rápido el tipo de cambio”, advirtió. 

En tanto, la consultora Ecolatina prevé para el próximo año una inflación en torno al 50%. “Proyectamos una aceleración de la inflación, lo cual está relacionado con las presiones en el mercado cambiario. Vemos que desde el punto de vista fiscal y monetario los desajustes continúan, a menos que luego haya correcciones muy significativas. En ese marco, es muy difícil pensar que no haya por lo menos un corrimiento más o menos fuerte del tipo de cambio, o al menos superior al de este año”, indicó ante El Economista Federico Moll, Director de Ecolatina.

Moll señala que, aunque hay escenarios alternativos en las proyecciones, el que consideran más probable contempla un movimiento cambiario controlado. “Esto implica una aceleración de la inflación, y por eso la vemos en torno al 50% para fines del año que viene. Habría un salto discreto  en el tipo de cambio, controlado, que le permite al Gobierno llegar a las elecciones de octubre con las variables nominales 'relativamente' controladas, sin un desborde inflacionario”, detalló.

Por su parte, Luciano Cohan, Director de la consultora Seido, comenta que se espera una aceleración de la inflación en 2021 por varios factores. Primero, porque en el último trimestre de 2020 la inflación se aceleró respecto a los meses anteriores, por lo que el año que viene arranca con una inercia inflacionaria muy alta, y sobre eso hay que sumar una serie de elementos. Segundo, que es probable que haya un ajuste sobre las tarifas, factor que este año no estuvo presente. Este congelamiento, considera, en 2020 contribuyó a bajar la inflación. 

Tercero, que probablemente ocurra lo mismo con el dólar oficial. “El Banco Central ahora está avanzando con un ritmo de devaluación un poco más rápido y creo que eso va a seguir sucediendo durante 2021, con lo cual la evolución del tipo de cambio va a ir más rápido”, señaló Cohan en diálogo con El Economista, que a la vez señaló que el cuarto factor es que 2021 será un año en el que debería haber algo de recuperación de la actividad económica, luego del desplome de este año. 

“Esos cuatro factores, sumados a un quinto, que es el exceso monetario que se generó este año para financiar el déficit fiscal, seguramente harán que en 2021 estemos parados en un escalón de inflación un poco más alto de lo que fue 2020”, afirmó Cohan, que en base a lo mencionado anteriormente prevé para el próximo año una inflación de por lo menos 45%, “quizás incluso un poco más, y esto suponiendo que el Gobierno pueda sostener el tipo de cambio que está tratando de tener y que no haya un salto cambiario”.  

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