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Cryptos: ¿Qué esperar para 2021?

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Gonzalo Martínez Mosquera 21 diciembre de 2020

Por Gonzalo Martínez Mosquera (*)

Al momento de escribir este artículo, Bitcoin vale US$ 23.000. Arrancó el año en US$ 7.500, subió a US$ 10.000 y se hundió hasta US$ 5.000 entre el 11 y el 12 de marzo debido a los efectos de la pandemia. En ese momento, muchos auguraron el fin de esta criptomoneda y otros salieron a comprar.

A medida que fue pasando el tiempo, Bitcoin recuperó terreno de forma lenta pero segura, estabilizándose entre los US$ 9.000 y US$ 12.000 durante la mayor parte del año. A partir de mediados de noviembre comenzó un rally alcista que aún hoy continúa.

El por qué de esta suba nadie lo sabe. Una de las causas más mencionadas es el aumento de la deuda en los países centrales como respuesta al Covid, que podría derivar en una suba inflacionaria.

The Economist, JP Morgan, Bloomberg y hasta Ray Dalio colocaron estas últimas semanas a la criptomoneda como una inversión válida alternativa al oro. Las proyecciones de precio dicen que Bitcoin llegará a valer US$ 100.000, US$ 500.000 o incluso US$ 1.000.000. La cuenta es simple: si la cripto reemplaza un porcentaje importante de aquel metal, su precio rondaría esos valores.

Un evento clave y que muchos aseguran que dio el puntapié inicial para la suba que estamos viendo fue el anuncio de PayPal, que indicó que sus clientes podrían comprar Bitcoin en su plataforma. Recordemos que cuenta con 300 millones de usuarios en todo el mundo, principalmente millennials.

Pero no sólo los jóvenes se acercan a la crypto. También lo hacen los inversores institucionales. Este año, crecieron los fondos como GBTC (Grayscale Bitcoin Trust) que intentan replicar el precio de Bitcoin y otras criptos, lo cual acerca la posibilidad de tener exposición a esos activos digitales sin la necesidad de custodiarlos.

Por otro lado, empiezan a aparecer empresas que invierten en Bitcoin, como por ejemplo MassMutual, que compró US$ 100 millones o MicroStrategy, que invirtió US$ 650 millones. ¿Habrá algún banco central en 2021 que se anime a tener parte de sus reservas en Bitcoin?

Las stablecoins

Fuera de lo que es Bitcoin, sin duda las estrellas en 2020 fueron las conocidas stablecoins o, como me gusta llamarlas, los criptodólares, esas criptos que mantienen un valor cercano a un dólar.

El monto total de estas arrancó el año cerca de los US$ 3.000 millones y hoy ya están cerca de US$ 22.000 millones: ¡600% de crecimiento!

Principalmente son utilizadas para realizar transacciones dentro del mundo cripto pero de a poco se va observando un crecimiento en las transferencias y pagos internacionales realizados con ellas, entre otros usos.

2020, además, era supuestamente el año que lanzaría Libra, el criptodólar de Facebook. El lanzamiento se pospuso para 2021 y cambió su nombre por el de DIEM. Con más de 2.000 millones de usuarios potenciales puso en alerta a los reguladores, los cuales forzaron a retrasar la salida al mercado.

De hecho, hace una semana se presentó ante el congreso de Estados Unidos la “Stable Act”, que obligaría a los emisores de stablecoins (y a PayPal) a convertirse en bancos y ser regulados por la Reserva Federal. Podría significar un gran paso atrás en la evolución de este mercado.

Cryptos: ¿qué pasó en Argentina?

Argentina tiene una de las comunidades crypto más activas del mundo. Tanto las ONG Bitcoin Argentina como la comunidad de Ethereum Buenos Aires continuaron con su labor de difundir los méritos de la tecnología. Esta semana, de hecho, estos últimos contaron con la presencia (vía Zoom) de Vitalik Buterin, el fundador de la red.

Las restricciones cambiarias y la fuerte inflación en el país generan que cada vez más argentinos se interesen por las cryptos. Según Coindesk, Ripio (un exchange crypto) incrementó 10 veces su volumen de intercambio en lo que va del año.

Incluso, este año tuvimos el “Dólar DAI”. DAI es una stablecoin con mucho uso en el país. Una operación simple permitía comprarla en pesos y venderla por dólares de manera “blanca” a un precio implícito cercano al blue. Algo parecido al dólar MEP pero con criptos en vez de bonos. Eventualmente, el Gobierno prohibió operar en dólares a los exchanges locales, vaya a saber uno por qué.

¿Qué esperar para 2021?

2021 será probablemente el año en que Bitcoin se consolide como alternativa de inversión tanto a nivel minorista como también para los inversores institucionales. Si eso ocurre veremos al precio de esa crypto marcando nuevos récords.

¿Cuál es el riesgo más importante para Bitcoin? Que el mundo se “entere” el enorme costo ambiental que ocasiona la minería.

Por otro lado, se espera el lanzamiento definitivo de DIEM, el crypto dólar de Facebook. Si sucede, prepárese para pagar su café con WhatsApp.

En parte acelerado por la pandemia, pero también como respuesta al enorme avance de las stablecoins, probablemente veamos el año que viene el lanzamiento de las primeras Central Bank Digital Currencies, dinero fiat digital emitido por los gobiernos vía sus bancos centrales. Especial atención merecerá la moneda de China, que está muy cerca de ser una realidad.

En Estados Unidos, seremos testigos de la pelea por la regulación de las cryptos y en especial de los crypto dólares, con el ala republicana presionando para apoyar la innovación privada y el ala más progresiva intentando proteger al sistema financiero.

Por su parte, la Fed seguirá avanzando prudentemente en el desarrollo del dólar digital. Si bien es poco probable que lo tengamos el año que viene, será algo que revolucionará las finanzas internacionales.

Sin duda, será un año interesante para las criptomonedas desde todo punto de vista. Algo para observar con cuidado es la evolución de las otras Blockchain más orientadas a ser la opción descentralizada a las bolsas de comercio, los servidores de pago, las casas de apuestas, entre otras.

En esta liga compiten Ethereum, XRP, EOS, Stellar y Algorand, entre otros. La primera de ellas, Ethereum, intentará avanzar en el proceso que le permita escalar con costos bajos y buena performance y que tiene previsto durar 2 o 3 años. Entre otras cosas le permitirá eliminar el costo ambiental que mencioné para Bitcoin. Mientras tanto, los demás harán lo posible por robarle el trono. Es incipiente pero no me sorprendería ver un fuerte crecimiento de estas el año que viene.

Los gobiernos avanzarán con las regulaciones, los fondos de inversión deberán sumar especialistas cryptos y las empresas en general deberán estar atentas a las potencialidades que pueda otorgarle la nueva tecnología.

En un año con pérdidas de empleo en todo el mundo, uno de los pocos sectores que se mantuvo activo fue este. Si quiere insertarse en esta apasionante tecnología, la mejor forma de hacerlo es ser dueño de una parte. Tal vez pueda ser un buen regalo para estas fiestas. ¡Felicidades y esperemos que el año próximo sea mejor que este!

(*) Asesor en inversiones cripto

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