China Construction America (CCA) se comunicó recientemente con el canciller Felipe Solá y el presidente Alberto Fernández para informarles que su país está dispuesto a invertir US$ 1.150 millones en Argentina con el fin de construir la autopista que comunicará Luján con la capital de La Pampa, Santa Rosa: la RN 5, con poco más de 500 kilómetros. El proyecto había sido otorgado en 2018 a una unión de empresas, entre las que se encontraba la constructora asiática.
A través de una carta, David Wang, representante de la empresa, le comunicó al Poder Ejecutivo que la concreción del Corredor Vial B es muy importante para China. Wang, insistiendo con el interés de su país en esta obra, recordó que, en 2018, el presidente chino, Xi Jinping, asistió en persona al evento en donde se rubricó el contrato, dentro del programa de “La nueva ruta de la seda”, que busca financiar obras de infraestructura en diversos países del mundo.
La intención china de concretar la autovía quedó plasmada luego de que adquirieran la parte del proyecto que poseía Green S.A., su socio local. Así, CCA cuenta con 100% del contrato, el cual pasó a ser exclusivamente del Gobierno chino, único propietario de la constructora.
La empresa ya desembolsó US$ 80 millones por la concesión del Corredor Vial B, que atravesará el núcleo agrícola argentino. Si a eso se le suman los US$ 390 millones del capital accionario, en total podrían llegar al país más de US$ 1.500 millones.
“El cierre financiero que la constructora le envió al Gobierno obliga a Fernández a rever su estrategia respecto de este contrato. La letra chica le da cinco días al Ejecutivo para responder”, anunció el portal LPO.
El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, anunció que se rescindieron 5 de los 6 contratos de PPP (los tildó como "un modelo ruinoso") y que Vialidad Nacional se hará cargo de parte de las obras.
