Luego de varios días de suspenso, se confirmó que Joe Biden ganó las elecciones al llegar a los 270 electores necesarios al adjudicarse los 20 de Pennsylvania. Probablemente se siga agrandando la ventaja porque Biden sumaría los electores de Georgia, Arizona y Nevada: 33 en total.
El presidente electo es, por trayectoria y estilo, la contracara del actual. Biden, sin ser una figura carismática, tiene por delante la enorme tarea de moderara la extrema polarización que tiene el país. El conflicto es inherente a la política, pero exacerbar las divisiones como hizo Trump es inaceptable para un presidente. Trump siempre se presentó como el defensor de la mitad que lo había votado frente a la otra mitad de la sociedad a la que presentaba como una amenaza.
Biden es la persona adecuada para presidir un país dividido.
Por otra parte, Estados Unidos tendrá, por primera vez, una mujer como vicepresidenta, que además representa la diversidad del país.
Trump degradó muchas instituciones de Estados Unidos y sus erróneas declaraciones de estos días cuestionando la legitimidad del proceso electoral es un broche de oro para ese comportamiento.
De todas maneras, los demócratas deberán tomar nota que Trump obtuvo 70 millones de votos demostrando que muchas de sus políticas tienen apoyo más allá de que se cuestionen muchos de sus comportamiento, impropios de un presidente.
