Las familias no tendrán ingresos suficientes para gastar en ítems como turismo o recreación en la nueva fase de distanciamiento social, aseguró ayer un informe de Ecolatina.
Hubo una especie de Doble Nelson sobre la masa salarial, que se compone del empleo y el salario, que recién se empieza a aflojar. “Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el empleo cayó más de 20% en el segundo trimestre del año, principalmente por el desplome en los puestos de trabajo informales y cuentapropistas. Asimismo, observando la dinámica del ingreso per cápita real de los hogares, se encuentra un retroceso cercano a 20% interanual en los sectores bajos, de 15% en los sectores medios y de alrededor de 8% en la clase alta”, señaló Ecolatina.La aceleración de la inflación, que comenzó en octubre y promete persistir, no permite ser muy optimistas con la evolución del salario real tampoco más allá de algún brote verde por el lado del empleo. Otro riesgo es un eventual salto cambiario, que agudice la inflación mientras que habrá un limitante para expandir el ingreso: las familias deberán “desapalancarse” en los próximos meses luego de haber recurrido al endeudamiento para financiar la cuarentena.
“Desde un punto de vista económico, la pandemia está dejando de significar un problema de oferta para ser fundamentalmente de demanda”, dijo Ecolatina. Es decir, se recupera la producción (o no hay impedimentos sanitarios para que lo haga), pero no tracciona el consumo privado.
Por último, otro tema que amenaza el consumo es una posible segundo ola pandémica en algún momento del verano o el próximo otoño. Por todos esos motivos, “no se permite vislumbrar una suba significativa del ingreso disponible de los hogares para consumo por lo menos durante la primera parte de 2021”.
