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Más deuda y fuga, bonos descartados y dólares récord

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Luis Varela 09 octubre de 2020

Por Luis Varela

Como si se tratara de un disco rayado de tanto que se escucha desde hace cien años, Argentina volvió a vivir ayer otra jornada financiera que ya se vivió mil veces.

Cada Gobierno acusa de canalla al Gobierno anterior, denunciándolo de fuga de capitales y despilfarro sin fin. Y ayer, tal como pasó en el traspaso de Cristina Fernández a Mauricio Macri, y de Mauricio Macri a Alberto Fernández, Argentina volvió a sufrir fuga de capitales, más endeudamiento y más despilfarro.

Ayer venció el Bonar 2020, en la jerga financiera denominado como AO20, el último bono que emitió Cristina Kirchner el 8 de octubre de 2015, tres semanas antes de que su candidato Daniel Scioli perdiera el poder en manos de Macri. Es un título bullet, o sea con pago único al vencimiento, con una tasa del 8% anual en dólares, bajo ley Argentina. Y los que financiaron a Cristina en medio de la campaña electoral se quedaron ayer con los bolsillos vacíos.

Desde el Ministerio de Economía advirtieron que no hay default, porque por ley se definió que los títulos ley Argentina que no hayan entrado en el canje, se pagarán el 31 de diciembre de 2021.

Ayer mismo, el Banco Central colocó Leliq al 38% anual por $180.533 millones. Y en la licitación número 43 desde que está en el Gobierno, Guzmán colocó dos Letes en pesos a descuento (con una tasa del 33,5% anual) y una Lete atada al CER (más casi 1%). En estos papeles Economía recibió 257 ofertas (cada vez menos) por las que se adjudicó deuda por otros $30.763 millones.

Esta nueva deuda ocurrió un día después de que el ministro colocara una montaña de deuda atada al dólar oficial. Y según se supo ayer esa licitación no contó con inversores minoristas, sino con colocadores institucionales, en su mayoría compañías de seguros, que están imposibilitadas en poner sus pesos en otra forma de colocación.

En este contexto, varios representantes del kirchnerismo empezaron a plantear con nombre y apellido que esto no está funcionando y que hay que hacer un urgente cambio en el gabinete de ministros.

Toda esta situación, que por supuesto multiplica la inseguridad en ahorristas e inversores, provocó una nueva rueda financiera en la que los dólares libre pegaron otro salto a nuevos récords, al tiempo que los bonos volvieron a bajar, con el riesgo país ubicado en un nivel seis veces más alto que en los países vecinos. Y, sin embargo, como están con precio de remate, las acciones pudieron zafar, con subas incluso, en los ADR argentinos en Nueva York.

Esta grave crisis más de confianza financiera que vive Argentina se dio con mercados globales que siguen de fiesta: con la bolsas de Nueva York mostrando un nuevo aumento, a pesar de que los expertos plantean que el riesgo que tienen los papeles es importantes, porque se viene un gran estrés en lo que queda de la campaña electoral.

Con esa situación de fondo, en el exterior el dólar subió 0,5% en Chile, 0,1% en Japón, no cambió contra el euro y la libra, y bajó 0,2% en Brasil y 0,3% en México. Pero en Argentina los precios de dólar entraron en ebullición, a pesar de que los dólares oficiales fueron sujetados, con un Alberto Fernández que se muestra confiado en que el FMI ayudará a enfrentar el momento.

Los dólares libres subían a gran velocidad antes de los canjes de deuda, y supuestamente se iban a equilibrar cuando los canjes se consolidaran. Eso se hizo, y la corrida cambiaria continuó. Y los operadores dice ahora que aunque el FMI postergue pagos y no pida ajuste, la corrida igual continuará, porque no sufrimos una crisis financiera, sino de confianza.

Ayer, después de siete meses con los precios congelados, el Gobierno autorizó aumentos de hasta el 9% en muchos de los precios de productos que empezaban a tener problemas de abastecimiento. Con eso los analistas creen que octubre tendrá la mayor inflación del año. Y sin embargo el BCRA sigue sin orientar una suba de tasas: los plazos fijos siguen pagando 33% anual (38% ef.).

Por esa razón, cada peso que le sobra a cualquier argentino tiene una sola dirección: comprar dólares. Y ayer esa demanda se sintió fuerte en el mercado de cambios local. El dólar ahorro subió 11 centavos hasta $136,60, el oficial subió 7 centavos hasta $82,79, el blue saltó $3 hasta $158 y el mayorista no cambió y siguió a $77,11. El Banco Central perdió otros US$ 40 millones de las reservas y por lo que le quedan US$ 41.092 millones. El dólar MEP saltó $1,94 hasta $140,94. El contado con liquidación saltó $2,49 hasta $153,28. Y la brecha entre el dólar oficial y el blue saltó hasta el 90,8% y la del CCL y el mayorista voló hasta el 98,8%.

El peso argentino también perdió terreno contra otras monedas. Y siguieron sin aparecer los exportadores, ya que con un dólar blue en $158s y una brecha que se acerca al 100%, a nadie se le ocurre vender con precios que con retenciones son del orden de los $55. Todos prefieren guardar los productos, convencidos de que tarde o temprano se les pagará más por lo que tienen.

En consecuencia, los bonos volvieron a perder precio ayer, se sigue estirando la diferencia entre los bonos ley New York y los bonos ley Argentina, lo cual revela que dentro de las cotizaciones ya están calculados juicios futuros por un posible nuevo default. Y debe decirse que los bonos ayer bajaron con más negocios, con fondos de pensión externos que se desprenden de bonos argentinos: "no queremos tener más papeles vinculados a ese país hasta que tengan una conducción que demuestre que el gasto va a estar en línea con la riqueza que pueden producir".

La parte si se quiere menos mala de toda la rueda tuvo que ver con los papeles privados. Las bolsas de Nueva York siguen sin freno. A pesar de un mediocre debate entre candidatos a vicepresidentes, y de tener una escasa creación de empleo en EE.UU., los índices de Wall Street anotaron ayer subas del orden del 0,6%.

Detrás de eso, las bolsas latinoamericanas tuvieron subas interesantes, de más del 2%. Y la Bolsa de Buenos Aires, con apenas $810 millones operados, mostró un índice Merval 1,7% arriba, pero con los ADR argentinos que cotizan en Nueva York anotando subas en bloque de hasta el 4,4%, con Telecom arriba de todo. Y sólo Globant registró una baja, que llegó al 2%.

Esta vez, desde el lado de las commodities no hubo sonrisas para Argentina. El petróleo subió muy firme. Los metales tanto preciosos como básicos también estuvieron con subas. Las criptomonedas en cambio siguieron débiles. Y los granos, que es lo que más preocupa a las arcas de Fernández, mostraron bajas tras una suba que se extendió durante varias semanas.

A su vez, la gente del Fondo Monetario habló con el Gobierno, con el BCRA, con empresarios, con la CGT, con economistas, y se irá del país entre el martes y el miércoles próximos.

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