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Más de lo mismo: sonrisas afuera y caras serias adentro

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Luis Varela 15 septiembre de 2020

Por Luis Varela

Ciertamente, no fue un buen día, pero todos esperaban que fuera peor. Ya quedaron atrás los canjes de los bonos ley NY y ley Argentina, esos papeles están cotizando y se quitaron los parking (o estacionamiento de operaciones) y todos creían que el sinceramiento iba a hacer hervir el mercado. Y hubo burbujas, pero el calor no llegó a derretir demasiado las cotizaciones.

Eso sí, de la mano del Covid-19 y de las noticias que avance y retroceso de las vacunas, los mercados de todas partes siguieron altamente volátiles, con notables cambios de dirección en los precios. Ayer, AstraZeneca dijo que la vacuna Oxford sigue adelante y que estamos a noventa días del inicio de su uso, y los mercados del mundo tuvieron otra vez un optimismo global, con subas de hasta el 2% en muchas bolsas, y Argentina, lamentablemente, volvió a quedarse afuera, secándose, con actividad otra vez claramente negativa.

El motivo de este lado malo de la taba para el costado argentino no tiene que ver con el virus, ya que otros países lo sufren, y con más crudeza. Sin lugar a ninguna duda, la persistente ola bajista de los valores argentinos, frente a mercados globales que siguen sostenidos, encima de valores financieros burbujeantes con economías no tan sólidos, tienen que ver con decisiones de política económica, inconsistentes, que provocan un desensille sin parar de los ahorristas y los inversores locales.

Tal como vivimos desde hace meses, con el corazón en lo boca, hoy se vivirá otro día clave, ya que el ministro Guzmán se presentará en el Congreso para entregar el Presupuesto de 2021. Ahí el Presidente y el titular de Economía jugarán su carta para intentar convencer a los inversores  para que vuelvan a invertir, y se pongan otra vez a remar, haciendo crecer las empresas y con eso volver a sostener el empleo, luego de la pérdida de un millón de puestos de trabajo en seis meses de pandemia.

Pero por lo que se conoce hasta ahora (habrá que ver si hoy aparece alguna sorpresa) todo parece indicar que Fernández y su ministro seguirán sin retroceder ni un solo milímetro: continuarán subiendo impuestos, desalentando a la inversión. Y con novedades que preocupan: se conocieron los balances de los bancos, se ve que están dañados, que sus negocios no cierran. Mientras tanto sigue avanzando el impuesto a los grandes patrimonios, que por lo que empieza a verse castigará a muchos más que a 13.000 personas, con quitas de capital que pueden llegar al 7% del total de los bienes. Y, por si alguien pensaba que el tema terminaba ahí, entró un proyecto de ley para congelar los alquileres hasta el año próximo.

Esta voracidad sin fin del Gobierno, quitándole a los que tienen para pagar la crisis, sin tocar el gasto público, sobre todo de los 700.000 empleados políticos que ganan más de $200.000 al mes, obligará a muchos a desprenderse de activos, por lo que va a haber menos creación de riqueza, y ni hablar inversión, y por supuesto cero expansión de empresas y mínima o inexistente creación de empleos.

Y, por si todo eso fuera poco, siguen los rumores que tienen a todos los inversores a mal traer. La vicejefa de Gabinete plantea que el cepo seguirá igual, Guzmán a los 10 minutos dice que no será definitivo. Se piensa en un dólar ahorro filtrado por la AFIP, una chance de algún desdoblamiento, y salida de inversores de fondos de inversión que compraban posiciones “dollar linked”, ya que no saben a qué dólar será ajustada esa posición.

La intención del Presidente es quemar todas la naves necesarias para anclar todo, detener todos los precios, hasta que la aguas se calmen. Los expertos siguen diciendo que hay una inflación postergada del 30%, pero la tasa de los plazos fijos sigue lejos del riesgo inflacionario, por lo que nadie sabe dónde está parado.

Ayer, se eliminó el parking, y mientras el dólar en el mundo siguió perdiendo terreno contra todo, en Argentina cinco de los seis dólares de Fernández estuvieron en alza. En el mundo el dólar bajó en bloque contra todas las monedas: perdió 0,9% en Brasil y México, 0,6% en Chile, 0,4% contra el yen, el yuan y la libra, 0,2% contra el euro y 0,1% contra el franco suizo.

Pero en el mercado cambiario local, el dólar turista sube 10 centavos hasta $103,10, el oficial subió 8 centavos hasta $79,24, el blue subió $1 hasta $132. El dólar mayorista subió 21 centavos hasta $75,12, y con el BCRA recuperando US$ 47 millones en las reservas para llegar a US$ 42.501 millones, lo que fue una muy buena noticia. Mientras el dólar MEP bajó $1,83 hasta $123,34.Pero el contado con liquidación subió $1,18 hasta $130,99. Y así, la brecha entre el dólar oficial y el blue subió al 66,6% y la del CCL y el mayorista se estiró hasta el 74,4%. Y el tema no paró ahí, ya que el peso argentino baja aún más otra otras monedas: ayer, por ejemplo, medidas en pesos, la libra subió 65 centavos hasta 96,44, el euro subió 35 centavos hasta 89,05 y el real subió 19 centavos hasta 14,24.

Los nuevos bonos siguieron muy flojos: todos venden y casi nadie quiere comprar. Por eso bajaron por tercera rueda consecutiva, y detrás de eso, el riesgo país subió 66 puntos desde el jueves, por lo que pasó de 1.056 a 1.122 puntos básicos, cuando el riesgo de Ecuador siguió en 958 unidades, el de Uruguay en 173 puntos y el de Perú en 127.

Y con las acciones el panorama fue claramente peor. Con anuncios de innovaciones tecnológicas, los índices de la Bolsa de Nueva York volvieron a brillar, con subas del 1,2 al 1,9%. Y Bolsas latinoamericanas como México o San Pablo anotaron aumentos de hasta el 2%.

Lejos de esas sonrisas, la Bolsa de Buenos Aires sigue sufriendo en una economía que se achica cada día más, como una piel de zapa. El índice Merval cayó otro 2,7%, con $965 millones operados, con los bancos sufriendo caídas de hasta el 7% en Buenos Aires, y con estocadas de hasta el 5% en lo ADR argentinas que se negocian en Nueva York.

En commodities también hubo varias sorpresas, no solo por el Covid. Se reavivó el debate sobre la cantidad de petróleo que se usará en el mundo por la propagación de los impulsores eléctricos y a hidrógeno. Entonces el petróleo volvió a bajar, a pesar del corte de oferta de los árabes. Y en la incertidumbre, los metales básicos estuvieron sostenidos, pero resucitaron las posiciones refugio, con oro, plata y criptomonedas otra vez subiendo. Y precios muy sostenidos para los granos.

Con cada palabra de Guzmán en el Congreso, y la sentencia que le aplicará el

FMI, sobre todo después de la derrota que tuvo Argentina en el BID, con un

hombre de Trump ubicado en ese volante, podrá verse como sigue el

panorama.

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