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Las 6 razones por las que las fintech crecieron tanto durante la pandemia

La pandemia no hizo otra cosa que acelerar un proceso de algunos años en el que los consumidores confían cada vez más en las empresas digitales

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22 septiembre de 2020

Por Alejandro Scasserra (*)

En estos meses, las empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros han crecido como nunca antes. Los usuarios se ven tentados por sus beneficios y las soluciones que ofrecen dentro del mundo digital y cada vez confían más en ellas.

Antes de la pandemia, el fenómeno fintech crecía al ritmo de la transformación digital. Sin embargo, en los últimos meses el proceso se ha acelerado y existen razones para creer que no va a detenerse.

El boom del e-commerce potenció la necesidad de contar con medios de pago digitales

El aislamiento potenció las compras por Internet. Los usuarios tuvieron que volcarse al canal online y los comercios seguir al mismo camino para poder subsistir. Al principio, las compras de primera necesidad fueron las primeras en crecer, pero luego este fenómeno se trasladó a prácticamente todos los rubros.

Según un informe de la Cámara de Comercio Electrónico, en el mes de marzo las compras en supermercados a través de medios digitales aumentaron 86%, y el aumento total de las ventas por Internet a comienzos de agosto había crecido 84%. Esta necesidad promovió la adopción y uso de medios de pago digitales, acelerando el proceso de crecimiento de las fintech especializadas en este producto.

El peligro de contagio en el uso del efectivo volcó a los usuarios al contactless

El distanciamiento social trajo la necesidad de no entrar en contacto con cualquier objeto que haya sido manipulado por otra persona recientemente. Por lo tanto, el efectivo se volvió uno de los máximos riesgos frente a esta posibilidad de contagio.

En este contexto, los pagos sin contacto se vieron beneficiados: según un estudio de MasterCard, en mayo de este año el 35% de los usuarios de tarjetas en América Latina y el Caribe aumentó el uso de pagos a través de tecnología contactless. La misma empresa asegura que las tarjetas con esta tecnología en Argentina pasaron de 2,9 millones a fines de 2019 a 3,7 millones a mediados de 2020.

Por su parte, el pago con QR terminó de consolidarse en el mercado mostrando aumentos, no sólo en su ticket promedio (crecimiento de 77% en comercios minoristas), sino en la cantidad de comercios que lo ofrecen (más de 9.000 puntos de venta). Además, en estos meses fue adoptado por grandes cadenas de supermercados, dejando en evidencia la magnitud de su importancia para el consumidor y su incorporación por parte de la sociedad como un medio de pago más.

La deuda pendiente de esta tecnología es la interoperabilidad, es decir, la posibilidad de que cualquier aplicación pueda pagar leyendo el QR que elija el comercio. Este proyecto está siendo debatido entre la Cámara Argentina de Fintech y el BCRA.

La crisis aumentó la necesidad de crédito, sobre todo a los sectores más vulnerables

La caída en la actividad económica de marzo y abril derrumbó también el mercado de préstamos al consumo. Sin embargo, a medida que se fue recuperando la economía, la necesidad de crédito se fue volviendo más evidente.

El sector fintech de crédito al consumo atiende a un sector de la población marginado por el sistema financiero tradicional. Estas personas se caracterizan por su bajo nivel de bancarización y tener ingresos informales.

Según un estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, el desempleo aumentó aproximadamente 50% durante los meses de abril, mayo y junio. Este aumento de la marginalidad y de la necesidad de más personas en tener que generar ingresos por fuera del sistema formal, ayudó a la rápida recuperación del sector, fundamentalmente por la necesidad de pagar deudas pasadas, llegar a fin de mes o pagar facturas.

En Argentina, el crédito representa el 10% del PIB, uno de los más bajos del planeta y, por lo tanto, de la región. Las fintech que se especializan en este negocio vienen creciendo de manera sostenida, atendiendo a una parte de la sociedad marginada durante años del sistema tradicional.

Hubo acontecimientos que hicieron tomar conciencia de la necesidad de soluciones tecnológicas

El 3 de abril pasado se vivió una situación que dejó en evidencia la falta de inclusión financiera en nuestro país: miles de jubilados tuvieron que esperar horas en las puertas de distintas sucursales bancarias para cobrar sus haberes. La falta de medios para cobrar, la cultura del efectivo y la falta de conocimiento respecto de los productos financieros, potenciado por la falta de organización y previsión, mostró que en Argentina se necesita redoblar esfuerzos para brindar soluciones financieras pensando en el cliente.

Durante esos mismos días, estuvo latente el debate si las billeteras virtuales entrarían en el ecosistema de posibles depositarios de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Si bien se excluyó a estas empresas tecnológicas, esta discusión las puso en el centro de la escena impulsando su adopción. Los nuevos bancos digitales, por el contrario, tuvieron un incremento exponencial en sus altas debido a la necesidad de muchos beneficiarios de contar con un CBU.

Ante las restricciones y las bajas en las tasas, muchos inversores empezaron a buscar alternativas para colocar sus pesos

Las restricciones a la compra de divisas extranjeras son anteriores a la pandemia, y esto ya había provocado un crecimiento en la compra de criptomonedas y otros activos atados a moneda dura. Sin embargo, la baja de las tasas de interés para potenciar el consumo y apalear la crisis, provocó que los pequeños inversores se vuelquen aun más activos legales más seguros.

Además, la enorme diferencia entre el dólar “solidario” y el informal, provocó apertura de cuentas digitales en todo tipo de entidades de inversión. Esto permitía comprar activos con dólares adquiridos a cotización oficial y venderlos al paralelo.

Por último, cabe destacar que Bitcoin, producto del efecto pandemia, cayó a menos de US$ 5.000 a mediados de marzo, y empezó a subir poco a poco más de US$ 12.000 a fines de agosto. Esta escalada, se potenció por el evento ocurrido en mayo conocido como “halving”, donde la emisión de Bitcoin se reduce a la mitad, generando expectativa sobre su aumento de precio. Todo esto convirtió a las inversiones en Bitcoin en una oportunidad única.

Fenómeno que no se puede parar

Según el relevamiento de la Cámara Argentina de Fintech, a mediados de 2019 las empresas fintech en Argentina eran 133. Para el año siguiente, ese número alcanzaba los 223.

Estos datos muestran el enorme crecimiento del ecosistema de finanzas digitales en todas sus verticales de negocio y la cantidad de oportunidades que se han generado gracias a la tecnología. Todo esto a pesar de la crisis económica.

La pandemia no hizo otra cosa que acelerar un proceso de algunos años en el que los consumidores confían cada vez más en las empresas digitales. No solo de fintech, sino también de bancos tradicionales que van adoptando estas tecnologías.

Este fenómeno representa el avance de un nuevo modelo de negocio que pone al usuario de servicios financieros en el centro. Pandemia o no pandemia, ya parece difícil un mundo donde las empresas fintech no estén empujando la innovación financiera hacia adelante.

(*) Experto en fintech y finanzas digitales

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