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La inflación se aceleró hasta 2,7% en agosto y estiman un número similar para septiembre

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17 septiembre de 2020

Tal como esperaban los privados, los precios subieron 2,7% en agosto. El capítulo bienes avanzó 3,3% y el de servicios, 1,5%. A su vez, los precios estacionales subieron 4%, los regulados apenas 1% y el IPC “núcleo”, 3%. El 2,7% del nivel general supone una aceleración contra el 1,9% de julio y la marca más alta del 2020, tras el 3,3% de marzo. Así, los precios acumulan una suba de 18,9% en 2020 y de 40,7% interanual.

La división alimentos y bebidas no alcohólicas (3,5%) fue la que mostró la mayor suba e incidencia en agosto. En segundo lugar, se destacaron los aumentos en las divisiones equipamiento y mantenimiento del hogar (3,5%) y recreación y cultura (3,3%) mientras que educación, con +0,8% y comunicaciones, con +0,3%, fueron los que menos subieron.

A nivel geográfico, el desempeño fue realtivamente parejo: lideró Patagonia, con 2,9% mensual y último se ubicó el noreste, con 2,3%.

Así, la desaceleración de la inflación se frenó. Entre abril y julio, promedió 1,8%, cuando venía, en la prepandemia, en un nivel de 3%. “El registro de agosto retoma los niveles prepandemia, aun cuando la actividad todavía se mantiene muy por debajo. La inflación mayorista registrada en agosto (4,4% mensual, con una aceleración de 0,4 punto mensual) podría anticipar nuevos ajustes en los próximos meses”, dijeron desde LCG.

“Difícilmente se pueda esperar menores registros de inflación en los próximos meses. Por un lado, empezarán a sentirse las autorizaciones de subas en medicamentos (que habían sido congelados hasta junio), combustibles y determinados precios sujetos al programa de precios cuidados otorgadas en los últimos días. Por otro lado, la incertidumbre que reina en el mercado de cambios reflejada en una brecha creciente y en las medidas adoptadas recientemente por el BCRA reforzando el cepo, podrían anticipar correcciones (preventivas/ especulativas) de precios aun en un contexto de una demanda todavía muy débil. Esperamos una aceleración mensual hacia fin de año, consistente con una inflación anual del 37% hacia diciembre. En la comparación anual, la desaceleración respecto a los niveles actuales obedece exclusivamente a los altos registros que dejó la devaluación posterior a las PASO del año pasado. Esta dinámica dejará un arrastre de 17 puntos hacia 2021. En base a esto, la pauta de inflación del 29% anual prevista en el Presupuesto 2021 para el próximo año luce poco realista”, concluyeron.

El IPC GBA Ecolatina trepó 2,4% entre la primera quincena de agosto e igual periodo de septiembre, dijo Ecolatina en un informe. “La desaceleración respecto a agosto (-0,2 punto) respondió a la ausencia de aumentos generalizados en alimentos y bienes de consumo masivo. Sin embargo, esta dinámica fue compensada por el avance en carnes, verduras, indumentaria y algunos Regulados, como combustibles, seguros y cigarrillos”, agregaron.

“Pese a que las cifras de contagios por coronavirus continúan en ascenso, especialmente en el interior del país, la cuarentena se ha relajado significativamente. Esto implica que la inflación será más parecida a la que se observaba antes del aislamiento, con algunos ingredientes adicionales. En primer lugar, una fuerte expansión monetaria, que aumentó las expectativas de devaluación y la pérdida de reservas del BCRA que desembocó en el reciente endurecimiento del cepo para personas físicas y jurídicas. En tanto bienes no esenciales se vean afectados por este nuevo esquema, podría darse un traslado a precios. Por otro lado, la nueva normalidad requerirá seguir de cerca las paritarias, que se fueron postergando por razones de fuerza mayor (cuarentena). Aumentos en los salarios también podrían aportar un mayor dinamismo a los precios de servicios privados, muchos de los cuales todavía se encuentran operando con restricciones debido a la situación sanitaria del país”, agregaron

Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina, anticipó que “los precios de alimentos y regulados continuarán administrados, a la vez que bienes no esenciales tendrían mayores incrementos y carne y verduras tienen su propia dinámica”. A la vez, agregó: “Por el lado de los servicios privados, las demandas salariales que se convaliden y las menores restricciones podrían acelerar la suba de estos precios rezagados. Las tensiones sobre las variables nominales en un contexto en que el mercado cambiario formal pierde relevancia (el acceso es cada vez más restringido), nos obliga a ser cautos y prever una inflación promedio mensual entre 3 y 4% para el último trimestre". Ecolatina proyecta una inflación de 37% para 2020.

“Para los próximos meses esperamos una trayectoria creciente de la inflación debido a una progresiva flexiblización de la cuarentena, combinado con mayores restricciones al acceso de divisas al tipo de cambio oficial y al retardo que tiene tanto la política monetaria como también la suba de insumos claves como el combustible sobre los precios de los bienes minoristas”, dijeron desde ACM. “De todas maneras, el actual congelamiento en el sector de las telecomunicaciones, como también la manifiesta intención del BCRA de evitar un salto discreto del tipo de cambio y el atraso tarifario podrían llevar a que la inflación se ubique en torno al 37% para el 2020, con una posible aceleración inflacionaria de cara al 2021.En el año que viene un menor financiamiento monetario en 2021 podría anclar las expectativas inflacionarias. Sin embargo, posibles actualizaciones de tarifas durante el año que viene para reducir la carga de subsidios a los servicios públicos podrían acelerar la inflación minorista. De fondo, el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial cercano al 3% mensual restringe la posibilidad de una baja sostenida de la inflación una vez relajadas las restricciones remanentes producto de la situación sanitaria”, agregaron.

“Con los datos de agosto se consolida una nueva aceleración de la inflación y las señales disponibles para septiembre sugieren que la dinámica se estaría acentuando, aunque con la inflación núcleo algo por debajo de nuestro escenario base. A pesar de que esto crea riesgos bajistas a nuestra proyección de inflación de 42% para 2020, preferimos esperar a tener una mejor comprensión del impacto de los anuncios de del BCRA y las expectativas de inflación antes de recalibrar nuestras estimaciones”, dijeron desde el Grupo SBS.

Los mayoristas

El nivel general del índice de precios internos al por mayor (IPIM), a su vez, registró un aumento de 4,1% en agosto respecto del mes anterior: el número más elevado de 2020. Esta variación se explica como consecuencia de la suba de 4,1% en los “productos nacionales” y de 3,9% en los “productos importados”.

“El índice de precios mayoristas comienza a dar señales de aceleración, con registros superiores al 3,5% mensual en los últimos 3 meses. Esto podría generar presiones adicionales sobre el índice minorista, que ya evidenció aceleración durante los últimos dos meses. Las nuevas restricciones cambiarias podrían incidir, en adelante, en la evolución del índice mayorista a través del componente de productos importados. En la medida que aparezcan nuevas presiones sobre la brecha, importadores tendrán incentivos a ir ajustando precios tratando de conservar márgenes a futuro, algo que implica convalidar el precio del CCL”, dijeron desde LCG.

“Los precios mayoristas arrojaron una variación consistente con la reiniciación de ciertas actividades y el desenvolvimiento del tipo de cambio, lubricado por el aumento de la emisión y factores externos como la recuperación en el precio del petróleo. En septiembre podría observarse una continuidad en la dinámica alcista a nivel mayorista ante la suba de los combustibles a finales del mes de agosto”, dijeron desde ACM.

El ICC

Por último, el nivel general del índice del costo de la construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires correspondiente a agosto registró, en relación con las cifras de julio último, una suba de 2,5%. Este resultado surge como consecuencia del alza de 5,5% en el capítulo “materiales”, de 0,2% en el capítulo “mano de obra” y de 1,6% en el capítulo “gastos generales”.

“El costo de la construcción podría continuar la tendencia actual durante los meses que resten de la cuarentena dadas las restricciones en que opera el sector”, dijeron desde ACM.

“Dentro del ICC, el costo de la mano de obra (que representa el 45,6% del total) seguirá traccionando a la baja, en la medida que la pérdida de empleo en el sector continúe siendo palpable. Esto podría dar continuidad a la caída del costo en dólares, mejorando la rentabilidad del sector e incentivando proyectos de inversión (aunque esto último, también sujeto a la evolución del precio por metro cuadrado)”, dijeron desde LCG y mencionaron que el índice de costo de la construcción medido en dólares se ubica en niveles históricamente bajos.

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