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La inflación cerró agosto cerca de 2,6%, según los privados

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02 septiembre de 2020

La inflación empezó a acelerarse en agosto. Así lo anticipan las mediciones privadas. En julio, según el Indec, hubo una desaceleración de 0,3 puntos porcentuales respecto al mes anterior y la tasa promedio se ubicó en 1,9%, en el marco de un fuerte desplome de la actividad a partir de la implementación de la cuarentena y el congelamiento de precios, tarifas y salarios, además del tipo de cambio oficial moviéndose muy lentamente en un contexto de cepo cambiario.

Sin embargo, a pesar de la leve baja mensual registrada en julio, los privados verificaron que a finales de ese mes los precios empezaron a acelerarse, lo cual continuó durante agosto, sobre todo durante la primera mitad del mes. Por lo tanto, se espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de agosto muestre una suba importante respecto a julio, mientras que desde el Gobierno sostienen que la inflación empezará a bajar pronto.

Según la consultora Ecolatina, el nivel general del índice de agosto se incrementó 0,7 puntos porcentuales en comparación con la tasa del mes anterior y se ubicó en 2,6%, marcando así la suba más alta desde marzo (en ese mes fue de 3,3%, que luego descendió tras la entrada en vigencia de la cuarentena). En tanto, la inflación núcleo se ubicó en 3%. En el detalle de la evolución de los precios a lo largo del mes, se observó una leve desaceleración durante la segunda quincena, explicada principalmente por los alimentos.

“La clave de la inflación en julio y agosto fue el descongelamiento de algunos precios con controles. De todas maneras, la inflación observada en agosto no se explica sólo por un grupo de bienes, sino que hay cierta homogeneidad en los rubros en cuanto a los aumentos de los precios”, detalló en diálogo con El Economista Federico Moll, director de Ecolatina, que proyecta que en septiembre la inflación seguirá subiendo un poco más y se ubicará más cerca de 3%.

Por su parte, la variación de Orlando J. Ferreres se ubicó levemente por encima de la de Ecolatina. Según un informe difundido ayer, la consultora estima que el índice general de los precios de agosto cerró en 2,7%. Sin embargo, la inflación núcleo (que no incluye los precios regulados por el Gobierno, a los cuales ahora se suma el congelamiento en el rubro de las telecomunicaciones) ascendió a 3,6%. El rubro más sensible, el de alimentos y bebidas, mostró una aceleración respecto a julio y ascendió a 2,3%.

De acuerdo con Moll, el nuevo esquema de precios en consumo masivo caducará en noviembre, por lo cual es probable que se vuelva a registrar una aceleración de los precios hacia fin de año. “Y esto se da en un contexto en el que los salarios, uno de los principales drivers de la inflación, no parece estar presionando sobre la estructura de los costos de las empresas. Al menos, no directamente”, agregó.

“Si la estrategia del Gobierno es pisar los precios de consumo masivo vía controles, vamos a tener un 2021 difícil”, advirtió el especialista. Las malas perspectivas en materia de inflación para el próximo año son compartidas por varios analistas, que como mínimo estiman que en este aspecto será un año “no menos complicado” que 2020.

“La clave va a estar en lo que pase con el tipo de cambio oficial. Si el Gobierno mantiene el crawling peg en el ritmo actual (de 2,5% a 2,7%), la inflación convergerá a ese número. Poco más, poco menos, dependiendo de los precios regulados y de los controles de precios. Pero si las presiones cambiarias derivan en una aceleración de la depreciación o, peor, un salto discreto, la inflación va a acelerarse y la situación macro en general se va a complicar aún más”, indicó ante El Economista Matías Carugati, director ejecutivo de Seido.

Esta consultora registró en agosto una variación similar a la de Ferreres sobre el componente núcleo. De acuerdo con su medición, la inflación núcleo del mes pasado se ubicó en 3,4%. Sin embargo, en el índice general se registró una variación de 3,5%, aunque aclararon que se debe a que el registro en los estacionales cerró en valores “anormalmente” muy elevados, por lo que advierten que su estimación podría tener una revisión hacia la baja. Para septiembre, proyectan que el índice general se ubicará en la zona de 2,5% y 2,8%, mientras que mantienen su estimado de 34% para 2020.

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